Hazañas ciudadanas | Cosas Veredes por: Gilberto Carlos Ornelas - LJA Aguascalientes
17/12/2024

Cosas Veredes

Hazañas ciudadanas

Mucho se ha hablado en diferentes etapas acerca de la sociedad civil y sus organizaciones. A veces han sido descalificadas, en ocasiones han sido reconocidas. Lo cierto es que la sociedad civil organizada ya es un actor indispensable e influyente en la vida pública de nuestro país. 

Diversos autores y científicos sociales, desde Hegel hasta Sartori y muchos más, pasando por Engels y Gramsci, identificaron ya a ese gran espacio social que existe entre las instituciones políticas y la vida privada de los individuos, como territorio inmaterial donde se afirman y se originan los consensos y las confrontaciones, y que reflejan tanto como influencian la conducción de los estados.  Y ese doble papel, en su función dialéctica es como se explica el ejercicio estabilizador, liberador y constructor de la acción ciudadana desde cada simple organización, donde varios individuos se activan para buscar metas y objetivos comunes a ellos y a la colectividad.

La transición democrática que se desarrolló en México, entre 1988 a 2000, no se podría explicar sin la sociedad civil, como tampoco los acontecimientos del primer cuarto del siglo XXI, así como sucederá en el desarrollo social de las próximas décadas. Para documentarlo podemos recordar algunas de las hazañas ciudadanas de la más reciente época de la historia nacional.

Parece lejano, pero apenas han pasado tres décadas del primer plebiscito ciudadano que se realizó en la ciudad de México para consultar a la población acerca de la democratización del entonces Distrito Federal y la elección directa de sus autoridades locales. En aquella ocasión, un Consejo Ciudadano, integrado por personalidades sin partido político, con apoyo de varios integrantes de la Asamblea de Representantes de diferentes partidos, convocó a los ciudadanos a manifestarse en las mesas de votación que instalaron y vigilaron los propios vecinos y ciudadanos en las plazas, barrios y colonias de la gran ciudad. La seriedad, honestidad y eficiencia de la organización del evento donde participaron 320 mil ciudadanos, le dio gran credibilidad al plebiscito y constituyó el antecedente de la democratización del Distrito Federal que se legisló en 1996, y se materializó en 1997 con la elección de Cuauhtémoc Cárdenas como el primer jefe de Gobierno del Distrito Federal, proceso que continuó con la posterior elección directa de jefes delegacionales, hoy alcaldes, y de diputados a la Asamblea Legislativa, hoy Congreso de la Ciudad de México.

En el ámbito social, sin duda uno de los grandes ejemplos de labor de una organización social sin fines de lucro en México, es el de la Fundación Teletón, que constituida en 1997 ha logrado unir y coordinar esfuerzo de millones de personas, miles de empresarios, micro, pequeños, medianos y grandes , así como oficiales para llevar a cabo acciones concretas para la atención a niñas y niños con problemas de discapacidad, cáncer y autismo, y en sus 27 años de existencia ha construido 24 Centros de Rehabilitación e Inclusión Infantil, un Centro para la Atención de Autismo y un Hospital Infantil de Oncología. Todo ello significa que esa organización civil ha construido el sistema privado de rehabilitación infantil más grande del mundo.

Cierto es que esa fundación ha contado con apoyos pequeños y grandes, pero más cierto es que el liderazgo de Fernando Landeros y el equipo que encabeza, fue determinante para abrirse paso, resistir las críticas y atraer apoyos de todas partes, pues ha convencido a la sociedad mexicana que esa iniciativa hace una labor que no están haciendo las instituciones públicas que tienen la obligación de atender la salud de los niños mexicanos. Para bien o para mal, uno de los éxitos más importantes de la Fundación Teletón ha sido que prácticamente todas las instancias de gobierno, reconocen su labor y hacen aportaciones de finanzas públicas para el funcionamiento de los CRIT. Fundación Teletón es un ejemplo de cómo una organización civil sin fines de lucro puede coadyuvar con la autoridad en materia de derechos sociales. El riesgo lamentable es que el esfuerzo civil no vaya acompañado del cumplimiento de las obligaciones de las instituciones gubernamentales.

En el ámbito local existen muchos ejemplos venturosos de la acción de organizaciones de la sociedad civil, y varios han logrado auténticas hazañas. Recordemos como el último pulmón ecológico de la ciudad de Aguascalientes, ya se encontraba en vías de extinción por la vía de la autorización de fraccionamiento de las 32 hectáreas de la mezquitera qué en tiempos pasados fue parte de la ex hacienda de Ojocaliente. El hecho de que un grupo de ciudadanos hayan decidido agruparse en la Colectiva “Salvemos la Pona” y usar los instrumentos jurídicos y de movilización de la opinión pública para evitar, hasta ahora, la destrucción de 11,000 mezquites y con ello lo que es ya un espacio esencial y simbólico para detener los ecocidios en nuestra ciudad. En esa ruta se insertan esfuerzos como el de las “Mujeres del Bosque de Cobos”, los “Bicicálidos”, “Aguas con la Bici”, y muchas otras organizaciones que no solo están transformando su metro cuadrado, sino transformando el espacio común, nuestra ciudad, y nuestro país.


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X: @gilbertocarloso


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