Cabeza fría | Bajo presión por Edilberto Aldán - LJA Aguascalientes
16/12/2024

La ausencia de Andrés Manuel López Obrador puede ser interpretada de muchas maneras, pero sólo tiene un beneficiario. Hay quien señala que el expresidente se esconde en su finca en Palenque por el temor de ser increpado por quienes no lo quieren; otros destacan su silencio como una muestra de quien honra el compromiso de retirarse de la vida pública con la satisfacción de haber cumplido con la tarea encomendada. Las especulaciones van de un extremo a otro, desde quien asegura que sigue moviendo las piezas y dictando órdenes desde el exilio, hasta quien sostiene que está tan concentrado en la escritura de su libro que no tiene tiempo para intervenir en la vida pública; cualquiera de estas versiones no es comprobable, por lo que quienes se dicen sus herederos hablan y actúan en su nombre con la intención de presentarse como sus elegidos; mientras siga en el exilio, sólo la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo incrementará su poder.

La legitimidad y aprobación de la doctora Sheinbaum Pardo se mantienen en niveles muy altos, a meses de su ascenso a la presidencia francamente no importa que los más de 30 millones de votos le hayan sido heredados por el carisma de López Obrador o que los porcentajes en las encuestas impliquen la continuidad del cariño por el expresidente, ella es ahora la presidenta y en un país acostumbrado a la veneración del titular del Ejecutivo, no se puede dejar de considerar que quien detenta ese puesto tiene todos los hilos en la mano, a diferencia de quienes, adelantadísimos, intentan demostrar que son los verdaderos elegidos por López Obrador.

Si bien el carisma no se hereda, a la presidenta no le hará falta ya la presencia del expresidente, tampoco tiene que demostrar que él está de su lado, a fin de cuentas, ella fue la elegida para sucederlo, mientras que los segundones están desesperados por demostrar que aún inciden en las masas para mantener sus carreras políticas, como Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal Ávila, ese es verdadero motivo de su pelea en los últimos días.

Con el pretexto de un descuento en el presupuesto del Senado, Adán Augusto López subió a tribuna para acusar a la administración anterior de negocios añejos que implican actos de corrupción, de inmediato, Ricardo Monreal salió a desmentir al senador y movió a sus huestes para que los diputados lo defendieran en una carta pública. El zacatecano asumió una vez más la condición de víctima indicando que el origen de los infundios y de las falsedades en su contra son una constante en su vida, porque “la adversidad y la mala fe me han perseguido siempre, pero las he enfrentado sin titubeos. Casi siempre provenían de la oposición, hoy vienen de parte de correligionarios; o del gobierno provenían cuando yo era opositor, pero de igual forma de donde provengan les haré frente con la verdad”. 

Adán Augusto López ya presentó denuncias a la Fiscalía General de la República, la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría Anticorrupción, más que con “verdad”, Ricardo Monreal tendrá que enfrentar esos procesos de forma institucional, en donde nada contarán las muestras de solidaridad de sus compañeros diputados y, más importante, sin el respaldo de la presidenta, quien ya ha minimizado el hecho pidiendo a los legisladores de Morena que mantengan la cabeza fría.

Lo que ha sido interpretado como fisuras en el morenaje fue minimizado entre risas por la presidenta:

-Adán acusa contratos irregulares.

-Bueno, si tiene algún tema, pues ahí hay instancias para denunciarlo -replicó Sheinbaum Pardo.

-¿Se tiene que investigar?


-Es algo menor.

-¿Los llamaría a que se arreglen?

-Sí, esos son asuntos normales entre ellos, pero hay unidad en el movimiento.

-¿Platicará con ellos?

-En su momento, sí. Les deseo Feliz Navidad, próspero año nuevo je, je, je. Cabeza fría, tranquilidad.

-¿Los llamará al orden?

-Naaah, no hace falta -remató la presidenta.

No hace falta porque es un asunto entre los segundones, quienes pelean por dinero, no le hacen mella al oficialismo y, mucho menos, al ejercicio del poder de Sheinbaum Pardo, quien tiene otras prioridades que atender; la risa de la presidenta denota el reconocimiento de los asuntos menores, la titular del Ejecutivo sabe que tiene que demostrar que su estrategia de seguridad a 100 días está dando resultados, que la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos no afectará su gobierno, y hacer funcionar el IMSS Bienestar, al menos en la percepción… Los jaloneos entre Ricardo Monreal y Adán Augusto López son insignificantes, cualquiera que sea el resultado de este pleito, no impactará en su mandato, a menos que López Obrador salga de su finca para manifestar su opinión, lo que no va a ocurrir.

Coda. Dinero, cochino dinero. Resulta increíble que el largo colmillo de ambos personajes se desvanezca ante la desesperación por demostrar quién tiene el poder.

@aldan


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