- José Gabino Vázquez Vega, coordinador municipal de Protección Civil, habló sobre la situación de inmuebles con daños estructurales en la ciudad. Explicó que su equipo interviene en estos casos con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Urbano, que se encarga de gestionar peritajes estructurales para determinar el nivel de riesgo en cada vivienda.
El funcionario destacó que están monitoreando personas que ingresan a estos inmuebles para realizar actividades irregulares. “La mayoría de las viviendas en riesgo que tenemos registradas son antiguas y se encuentran en la zona centro de la ciudad. Hacemos un monitoreo intensivo, especialmente antes de la temporada de lluvias, ya que la humedad incrementa el riesgo de colapso”, señaló.
Para mitigar estos riesgos, explicó que se toman medidas inmediatas, como apuntalamientos en colaboración con Obras Públicas, restricción del paso y localización de propietarios con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Urbano. Sin embargo, reconoció que en muchos casos los inmuebles no cuentan con un propietario identificado, ya sea porque están intestados o abandonados. “Me atrevería a decir que algunas de estas viviendas carecen por completo de un propietario que pueda hacerse responsable”, afirmó.
El coordinador enfatizó que las intervenciones suelen realizarse en inmuebles con alto riesgo de colapso, viviendas que ya han sufrido derrumbes o que presentan daños estructurales severos. “Estas propiedades representan un riesgo no solo para quienes ingresan a ellas, sino también para los peatones, ya que algunas pueden colapsar hacia el exterior”, advirtió.
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De acuerdo con un censo realizado en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Urbano, se identificaron aproximadamente 60 viviendas en condiciones de abandono y riesgo. Algunas están habitadas y sus propietarios han sido instruidos sobre los procedimientos necesarios para su restauración.
Vázquez Vega también destacó un reto adicional: muchas de estas viviendas son fincas protegidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), lo que limita su reconstrucción. “En estos casos, las propiedades deben ser restauradas para conservar sus condiciones originales, lo que implica materiales y procesos muy específicos. El costo de restaurar es muy elevado, y por eso la mayoría de las personas prefieren abandonarlas”, explicó.
La situación de estas viviendas representa un desafío constante para las autoridades, quienes continúan buscando soluciones para mitigar los riesgos y preservar el patrimonio histórico de la ciudad.