No regresaron solos / De imágenes y textos - LJA Aguascalientes
24/11/2024

 

Aún se duda si llegaron al poder de manera legítima o no, si su triunfo fue producto de las ya conocidas estrategias para hacerle creer a la opinión pública lo necesario para mantener al homo videns aletargado como siempre, o si de verdad vivimos un proceso democrático cimentado en instituciones que garantizaron la limpieza y transparencia del citado acontecimiento.

Como haya sido, el caso es que no regresaron solos, llegaron al poder acompañados de una historia reciente que no querían recordar porque al parecer, siguen sin saber cómo actuar frente a ésta.

Los reflectores apuntaron al Pacto por México, a la reforma educativa, entre otros temas de la flamante agenda nacional, pero nunca hacia el sur del país, en concreto a las comunidades Chiapanecas identificadas como base de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que irrumpieron el escenario nacional e internacional el primero minuto del primer día de aquel 1994, con una declaración de guerra al gobierno del presidente Salinas de Gortari y que se transmitió por una estación de radio llamada en ese entonces “Radio Zapata” en Ocosingo, Chiapas.

En esta ocasión, aprovechando la fecha tan “significativa”, el EZLN decidió hacer acto de presencia el 21 de diciembre de 2012.  De manera pacífica y con un comunicado del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI) el Sub Comandante apunta: “Es el sonido de su mundo derrumbándose/ es el del  nuestro resurgiendo/El día que fue el día, era noche/Y noche será el día que será el día”, el cual sí contó con la cobertura para “que todo México se entere” que siguen ahí, que aun existen, que son una realidad o que son un producto político.

12 años de silencio mediático lograron que la sociedad “casi” se olvidara de ellos, aunque en las comunidades donde están asentados haya actividad social y política con la implementación de los llamados gobiernos autónomos regulados por las Juntas de Buen Gobierno que forman parte de los Acuerdos de San Andrés firmados en 1997 durante el mandato del presidente Zedillo.

12 años que no fueron requeridos en el escenario nacional gobernado por el partido blanquiazul, ¿son antagónicos exclusivos del Revolucionario Institucional?

Aun con las impresionantes marchas, bien documentadas por los medios en las cabeceras municipales de San Cristóbal, Las Margaritas, Ocosingo, Altamirano y Palenque, la ingenua polémica que ellos mismos desatan es ¿por qué aparecen ahora, por qué no permanecieron vigentes en el ambiente nacional, por qué aceptaron salir de escena si su movimiento es tan legítimo como cualquier demanda social que requieran los diversos segmento de nuestra nación?

Independientemente de cómo esté conformado el actual Gobierno Federal, de los nombres y apellidos de los titulares de los despachos responsables en atender estas demandas, acaso veremos al hijo de Don Gilberto con la sensibilidad para resolver este conflicto de antaño y colgarse una estrella de dimensiones descomunales, logrando la dignidad, la justicia y la paz que demandan las comunidades indígenas del sur del país. Existen dos nombres que pueden legitimar las intenciones del gobierno de llegar a la resolución de este añejo conflicto, de ser auténtico pronto conoceremos la postura de Rosario Robles y de  Paloma Guillén Vicente.


 

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Twitter: @ericazocar


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