El banquete de los pordioseros
Relayer – Yes. Aniversario cincuenta de su publicación
La semana pasada nos ocupamos en este mismo espacio de una verdadera piedra angular en esta enorme estructura llamada rock progresivo, y me refiero al disco The Lamb Lies Down on Broadway (El cordero yace en Broadway), del grupo británico Genesis, este disco, que marcó el final de Peter Gabriel como cantante de la agrupación, cumplió sus primeros cincuenta años, motivo por el que decidí dedicarle unas líneas, ahora toca el turno a otra obligada referencia de este mismo lenguaje musical, el rock progresivo, me refiero al disco Relayer del grupo igualmente británico Yes, esta producción, séptima en estudio de la mítica agrupación inglesa cumplió ayer jueves 28 de noviembre 50 años de su publicación, y considerando la importancia de este disco, resulta obligado, además de ser un verdadero placer, ocuparnos en el Banquete de los Pordioseros de esta semana de la producción en cuestión.
Relayer en español significa Relevista, posiblemente a primera vista el nombre no nos diga nada, pero si echamos un vistazo a la alineación de Yes, veremos con claridad eso de los relevos, este es el único disco en el que participa el tecladista suizo Patrick Moraz, que entró como relevista después de que Rick Wakeman decidió abandonar Yes, ya sabemos que esta agrupación ha tenido diferentes formaciones, pero sin duda, le mejor es la fórmula con Chris Squire en el bajo que era el dueño del nombre y concepto Yes, el vocalista Jon Anderson, que por cierto, acaba de publicar un disco extraordinario, en donde, además de rejuvenecido, se escucha con una vigencia que sorprende, aunque como dice mi buen amigo y colega en los medios Fernando López, productor y conductor del programa Dimensión Ótica de Radio UAA, “no das nada por la portada”, cierto, pero cuando lo escuchas es imposible no sorprenderse. La batería le pertenece definitivamente a Bill Bruford, a pesar del buen trabajo de Alan White, el guitarrista es, indiscutiblemente Steve Howe a pesar del excelente trabajo de Trevor Robin, y en los teclados parece inamovible Rick Wakeman, aunque por Yes han pasado otros grandes del teclado como es el caso de Tony Kaye, Geoff Downes, y el ya mencionado Patrick Moraz , pues bien, tengo el presentimiento que el nombre de este disco de Yes, Relayer, se debe justamente a que este gran tecladista suizo entró como relevo en lugar de Rick Wakeman, pero era algo que estaba planeado, Patrick Moraz sólo estuvo en este disco, después de la grabación abandonó la agrupación, probablemente Wakeman tenía alguna situación que le impedía estar con Yes para la grabación de su séptima producción en estudio, se llegó a un acuerdo con Moraz para que sólo por este disco ocupara le puesto de los teclados, una vez cumplido el relevo, como en el base ball, Wakeman regresó para la grabación de la siguiente producción de Yes, que fue Going for the one, es decir, no fue como la sustitución de Alan White por Bill Brufford en 1972, él estuvo con Yes de forma permanente, entró a Yes para la grabación del disco Tales from Topographic Oceans de 1973, y permaneció con ellos de manera formal desde Relayer pasando por Going for the one, Tormato, Drma, 90125, Big Generator, el Reunion en donde se encuentran 8 de los 11 músicos que han estado en Yes en diferentes momentos, en este caso comparte la batería con Bill Bruford. Alan White se mantiene firme para la siguiente grabación en estudio que es el extraordinario Talk y continúa hasta el disco Heaven & Earth del 2014, es decir, en el caso de los bateristas, no fue un relevo, sino una sustitución, en cambio, Patrick Moraz solo fue el relevo por un disco, este de Relayer, para el tecladista de Yes Rick Wakeman.
Para la grabación del disco Relayer regresan a la exitosa fórmula empleada en Close to the Edge, un álbum de largas suites con una gran riqueza instrumental sin demeritar la siempre poderosa y convincente voz de Jon Anderson. Relayer abre con esa deliciosa composición llamada “The Gates of Delirium”, una de las mejores obras de Yes, una suite de casi 22 minutos de duración que está basada en la novela del escritor ruso León Tolstoi Guerra y Paz, es una obra dividida en tres partes como si de una obra sinfónica se tratara, llama la atención especialmente la guitarra de Howe que emula con precisión asombrosa los ruidos de la guerra, por su carácter descriptivo, esta suite de Yes podríamos considerarla una suerte por poema sinfónico. El disco continúa con dos cortes más, “Sound Chaser” con aproximadamente 09:26, una obra con un discurso musical muy cercano al jazz fussion que nos obliga a pensar en los primeros discos de Return To Forever, aquel dream team del jazz con Chick Corea, Stanley Clark, Al di Meloa y Lenny White. Relayer termina con “To be over” con sus poco más de nueve minutos, en el 2003 se publicó una edición remasterizada que incluyó algunos bonus tracks como “Soon”, y versiones alternas de “Sound Chaser” y “Gates of Delirium”.
Para la grabación de Relayer, Yes quedó constituido con Chris Squire en el bajo, Jon Anderson en la voz, Steve Howe en las guitarras, Alan White en la batería y Patrick Moraz en los teclados, y aunque hoy consideramos este disco como una verdadera obra maestra del rock progresivo, hace cincuenta años no fue comprendida en toda su complejidad, esto no nos sorprende, ha sucedido siempre, y sin duda seguirá sucediendo con todas las grandes obras de arte.
Hoy, con motivo de los cincuenta años de la publicación de este portento impresionante del progresivo, comparto contigo estas líneas, y que sirva de pretexto para darle una revisada a este impresionante disco.
