Cátedra
Si quieres tú
Cruel retrato de mi alma tu polvoso follaje
que marchito produce melancólico canto;
es doliente lamento y es un constante llanto
que el viento del invierno desgarra con ultraje.
Tus polvorientas calles regadas de hojas muertas
de violetas marchitas y ramas deshojadas
no alegran ya tus tardes. Tus flores despojadas
de románticas tardes se encuentran ya desiertas.
Solo tú y yo llevamos, los dos, la misma pena;
solo yo escuchar sé, con amor, tu triste canto
y en tus polvosas calles, en tí, dejo mi llanto
y contigo comparto el dolor de mi condena.
Como el helado viento de tus tristes inviernos;
como las tristes calles de tus viejas romanzas
así están ya marchitas mis muertas esperanzas
y mis tristes dolores me parecen eternos.
Así como los nidos que acompañan tu queja
que muy suave se mecen con el aura de Junio
ven sus aves alegres alejar del terruño
y el alma de tu alma que en sus alas se aleja
yo así como tú mi desgracia lloré
y los nidos de mi alma cual los tuyos quedaron;
mi amor solo quedó, sus aves se alejaron
y el alma de mi alma en sus alas se fue…
Pero un invierno helado no daña tus raíces;
tus legendarias calles han visto muchos años.
Y si tantos inviernos en tí han causado daños,
en tus rugosos troncos hay solo… cicatrices.
Tú siempre, siempre, siempre, como la vez primera
esperas que tus ramas den muchas nuevas flores;
por eso mi alma espera que muchos, más amores
florezcan en mi pecho, como otra primavera.
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Nos veremos la semana próxima,
con el siguiente número de la serie
Sin municipios no hay Estado.
Por la unidad en la diversidad
Aguascalientes, México, América Latina