Orquesta Sinfónica de Aguascalientes
La Novena
La Sinfonía en re menor, Op.125 de Ludwig van Beethoven se ha ganado con todo merecimiento el derecho de ser conocida coloquialmente como la Novena, así, simplemente la Novena, de esta manera, siempre que escuchamos hablar de la Novena sabemos que la referencia obvia es a la última de las sinfonías compuestas por el genio de Bonn, y esto a pesar de que indudablemente hay grandes novenas, la de Dvorak, conocida como Desde el Nuevo Mundo, la Grande de Schubert, la inmensa novena de Bruckner que dejó inconclusa y en un primer momento expresó su deseo de completarla con su grandioso Te Deum, pero finalmente desistió y su última sinfonía quedó sólo con tres movimientos, o la inmaculada y monumental novena de Mahler, que debemos entenderla como un compendio del universo, finalmente así entendía el atormentado Mahler el lenguaje sinfónico. Y así, si revisamos el catálogo de los máximos compositores de sinfonías, hay grandes novenas, pero la de Beethoven es, por antonomasia, la novena, y así será siempre.
Pues bien, este monumento orquestal, esta catedral del sinfonismo universal cumple este año 200 de su estreno en aquella histórica noche del 7 de mayo de 1824 en el Teatro de la Puerta Carintia en la ciudad de Viena, esa noche, además de la gloriosa novena, se presentaron también la obertura de La Consagración de la Casa, y tres partes de la Missa Solemnis: Kyrie, Credo y Agnus Dei, y fue entonces que el maestro regresó a un escenario en doce años, su sordera lo había alejado de la vida pública, todo Viena lo sabía, o por lo menos intuía que esta sería la última vez que Beethoven estaría en un escenario, el teatro estaba lleno, nadie quería perderse esto que, como sabemos, hoy ya es parte de la siempre inconclusa historia de la música.
Esta fue la primera vez que se empleó la voz humana en una sinfonía, después de esto Liszt lo haría en su poema sinfónico Fausto, y Mahler haría lo propio con su segunda y tercera sinfonías, en la cuarta hay una voz de mezzo en el cuarto movimiento, y finalmente en la poderosa octava, la de Los Mil, y algunos otros después, pero Beethoven fue el primero.
Seguramente todas las orquestas del mundo, o casi todas, programaron en este año la Novena, la OSA hizo lo propio en el concierto del pasado viernes 15 de noviembre y creo que el público respondió, yo estaba en la parte de arriba y si bien había mucha gente, no se llenó como suele ser una constante en cada novena, no sé cómo estaría en la planta baja, pero supongo que también habría mucha gente, aunque la verdad, creo que el boleto estaba muy caro, los costos eran de $570 y $450 en la planta baja y de $330 en el primer piso, sobre todo me parece caro si consideramos el elenco de solistas, cuatro cantantes que no tienen cartel, y para colmo, el tenor con una voz muy débil e insegura, casi no se escuchaba, si consideramos el nivel tan pobre de este tenor que se llama Héctor Coyol, el boleto resultó excesivamente caro. La soprano fue Eunice Araiza, Daniela Cortes la mezzo y el barítono, sin duda lo más destacado del elenco, Alberto Carvajal. Los coros convocados para esta presentación fueron el célebre Coro Amicitia que es dirigido por el maestro Daniel Romo, el Coro de la Universidad de las Artes, ignoro quién es el director, y el Coro Amigos de la Ópera del que tampoco tengo información, desde mi punto de vista, esta ha sido la peor novena de las muchas que ha presentado la OSA a lo largo de su historia. Y ya que hablamos de lo caro de los boletos, yo creo que, considerando el costo, debieron haber entregado programas de mano, ni el Instituto Cultural de Aguascalientes ni la insolvente área administrativa de la OSA publicaron el nombre de los solistas ni qué coros participarían, tuve que arreglármelas para acceder a esta información que parecía secreto de estado, por Dios. Sabemos que el gerente de la Sinfónica Luis Fernando Pérez y la coordinadora de personal María Concepción Ramírez Gómez fueron separados de sus cargos, justamente por lo deficiente de su trabajo, y hasta hace un par de horas, -escribo lo que ahora lees el miércoles por la mañana-, supe que ya había nueva gerente, claro, le concedemos el beneficio de la duda, porque lo hecho hasta ahora ha sido verdaderamente malo, por ejemplo, me parece simplemente inconcebible que nunca se diera a conocer el nombre de los cuatro solistas.
Por otro lado, el cuarto movimiento de la Sinfonía Coral se interpretó a un tempo verdaderamente acelerado, el maestro Revueltas traía prisa o yo no sé qué pasó, ciertamente el tempo indicado por el compositor es Finale Presto, pero esto fue prestissimo, y siento que esto demeritó mucho el resultado final.
De verdad lo creo, es la peor novena que le he escuchado a la Sinfónica de Aguascalientes, mucho tuvo que ver la paupérrima participación del tenor, seguro estoy de que no sólo la obra le quedó muy grande, también la orquesta y sus compañeros solistas que trataron con decoro y respeto esta catedral del sinfonismo. Y ya que hablamos de novenas, creo que la mejor que le he escuchado a nuestra amada orquesta es aquella que dirigió el maestro Barrios en la temporada llamada Absolutamente Beethoven en el 2001 o 2002, no recuerdo bien.
Para mañana, en el cierre de temporada, tendremos la Sinfonía No.95 en do menor de Haydn, y la Sinfonía No.6 en la mayor de Anton Bruckner, dirige el maestro Román Revueltas. Nos vemos mañana viernes 22, día de Santa Cecilia, a las 20:30 horas en el Teatro Aguascalientes.