Bajo presión
Brújula
A pesar de los esfuerzos, la doctora Claudia Sheinbaum no ha logrado imponer sus temas en la agenda pública a través de la conferencia matutina con el vigor con que lo hizo su antecesor, cuantas veces quiso; los temas importantes de las políticas públicas, sus proyectos y programas pasan a segundo plano, ya sea porque la presidenta elige priorizar el tono peleonero que responde a la coyuntura o porque los incendios que dejó Andrés Manuel López Obrador siguen provocando reacciones.
En el primer caso, el tono de riña heredado, no ha tenido la suerte que López Obrador y cualquier hijo de vecino se abroga el derecho de responderle, como Jorge Romero, quien ante las acusaciones de encabezar el cártel inmobiliario contestó de bote pronto y donde pudo que le daba mucho gusto el ser ya mencionado en la conferencia cuando aún no rendía protesta como dirigente nacional del PAN, y que confiaba en que el oficialismo siguiera distraído y menospreciando a la oposición para así ganarles en las elecciones. Fuegos fatuos, intercambios poco trascendentes que viven unos cuantos minutos en las redes y sirven para nada.
Durante la presentación de la plataforma de seguridad digital, la presidenta y Omar García Harfuch se dejaron distraer por las preguntas de los medios que buscan la reacción para hacer nota, antes que mencionar el parecido del nuevo proyecto con la Plataforma México (iniciada por Genaro García Luna), cuestionar sobre la conectividad entre instituciones y niveles de gobierno o simplemente expandir la explicación sobre el funcionamiento; se respondió erróneamente sobre la cancelación de la Expo Ganadera en Sinaloa, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana resaltó que se ha detenido a más de 3 mil presuntos delincuentes, toneladas de drogas y armas aseguradas… Para al final detenerse en el pleito con los trabajadores del Poder Judicial, “cualquiera que crea que hay otros mecanismos para parar la Reforma Judicial está muy equivocado”, advirtió la presidenta Sheinbaum, al mostrar sorpresa por la rapidez en que instancias internacionales abrieron la puerta a discutir violaciones a derechos humanos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos convocó a la sesión de audiencia sobre la reforma al Poder Judicial, la presidenta se mostró sorprendida por la rapidez con la que fueron atendidos quienes piden revisar la legalidad de las modificaciones a la Constitución, para rematar con que no tiene la menor importancia.
Para saber a qué conclusiones llegará la CIDH sugiero esperar la resolución del organismo, porque lo que ocurrió en Washington es exactamente lo mismo que pasa en México, diálogo de sordos, con la diferencia que en este caso se fingió cordialidad y atención. Los representantes de los trabajadores del Poder Judicial listaron una a una las razones, riesgos y violaciones a sus derechos con que los atropella esta reforma. Mientras que los representantes del gobierno mexicano respondieron como ya es costumbre en el oficialismo, negándolo todo.
La preocupación de los comisionados de la CIDH por la forma en que se realizó la reforma y lo que implica fue evidente, con un tono cordial y recordando que México ha tenido una larga y respetuosa relación con la Comisión, manifestaron su desconcierto y preocupaciones, una en específico, ¿cómo se evitará la interferencia de organizaciones criminales en la elección popular de las personas juzgadoras?
La respuesta de José Antonio Montero Solano, director de Consulta y Estudios Constitucionales de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, fue vergonzosa, según el empleado de Ernestina Godoy se impedirá la intervención de grupos criminales gracias a que no habrá financiamiento privado, el INE establecerá los tiempos oficiales y organizará debates… Ah, además se creará el Tribunal de Disciplina Judicial que lo resolverá todo.
Vergonzoso porque en la audiencia de la CIDH, el representante del gobierno de México admitió que no se cuenta con un diagnóstico que defina la razón para reformar al Poder Judicial, cuestionado por los comisionados, Montero Solano admitió que no se hizo ningún análisis, pero que hay “encuesta claras respecto al diagnóstico que señalan, mmh, no existe un diagnóstico, sin embargo desde 2017 hay análisis, hay diagnósticos, hay artículos que establecen la necesidad de reformar al Poder Judicial”.
El director en la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, representante del Estado mexicano ante la CIDH, obviamente no se manda solo, la presidenta Sheinbaum ¿no estaba enterada de su asistencia?, ¿por qué la sorpresa por la sesión? Montero Solano no se manda solo, trae el mismo discurso arrogante de la soberanía popular, los millones de electores que votaron por la presidenta y la reforma judicial, el mismo tono pendenciero de quienes no saben atender razones.
“No hay ninguna violación a ningún derecho humano. México es un país libre, soberano, independiente y el pueblo de México decide, de acuerdo a la Constitución, cuáles son las reformas constitucionales”, dijo también la presidenta en la conferencia, los comisionados de la CIDH tomaron nota cuando se les advirtió que desde el poder ya se sugería que el desacato era visto como una opción. Ojalá y no.
Coda. No somos iguales, claman y claman y claman. La inclusión en la terna para la presidencia de la CNDH de Rosario Ibarra Piedra, siendo la candidata peor evaluada, la sesión en la Cámara de Senadores donde se acusó a Adán Augusto López de intentar repartir boletas con el voto incluido y la penosa defensa para que la ombudsperson se reelija porque ha demostrado ser buena compañera… Todo eso les confiere la razón, no son iguales, son peores y son más.
@aldan