- Apenas se dieron las primeras presiones que ejercen congresistas de Estados Unidos, incluidas, por ejemplo, las relacionadas con el maíz transgénico o por las opiniones que se dieron anteriormente sobre la reforma al Poder Judicial en México
Para la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no hay ninguna postura proveniente de Estados Unidos que represente presión alguna para ella, ni siquiera las enmarcadas en controversias que deban dirimirse en el marco del Tratado Comercial entre este país, México y Canadá.
Apenas se dieron las primeras presiones que ejercen congresistas de Estados Unidos, incluidas, por ejemplo, las relacionadas con el maíz transgénico o por las sus opiniones que se dieron anteriormente sobre la reforma al Poder Judicial en México y este miércoles la mandataria mexicana fue breve: “Para mí no hay presiones, México es un país libre, soberano e independiente y nos coordinamos mas no nos subordinamos”, dijo en esta primera “mañanera del pueblo”.
El 2 de octubre, Proceso publicó que Sheinbaum aún no tomaba protesta cuando desde el Congreso estadounidense comenzaron a surgir las presiones en el tema comercial.
Por una parte, algunos congresistas dirigieron una carta a Katherine Tai, representante comercial de Estados Unidos; y a Tom Vilsack, secretario del Departamento de Agricultura, que expone la “preocupación” por la postura de México sobre el maíz transgénico.
Una misiva bicameral más dirigida a la presidenta Sheinbaum en torno a que tome medidas para examinar la fabricación y venta de estos vehículos, lo cual se da una semana después de que el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunciara restricciones a la importación y venta de vehículos vinculada al Partido Comunista Chino (PCCh).