La nutrióloga Beatriz Medina Aguilar, egresada de la Universidad Cuauhtémoc, con diez años ejerciendo la profesión, especialista en control de peso, dieta cetogénica, nutrición deportiva, planes de alimentación en ejercicio funcional, control de enfermedades metabólicas, digestivas y hormonales, asesora en el manejo nutricional en niños y adolescentes y manejo nutricional en embarazo y lactancia, compartió con nosotros valiosísima información sobre los trastornos alimenticios en jóvenes.
Los principales trastornos observados en los jóvenes son la anorexia, la bulimia y la distorsión de imagen, esta última con un poco más de fuerza por la influencia de las redes sociales y el aumento del uso de estas aplicaciones durante la pandemia.
Los adolescentes, entre quince y diecinueve años, son un grupo muy vulnerable a la influencia de las imágenes en redes sociales.
Unas de las razones por las que los adolescentes presentan estos trastornos son por ignorancia y por seguir estereotipos, en cambio en adultos es un tema más de autoestima.
Los pacientes con anorexia tienden a ser personas perfeccionistas y con muy poca tolerancia a la frustración, dejan de comer y se aíslan, esto porque el centro de reunión tiende a ser la comida o alguna bebida. Algunos de los síntomas físicos son la perdida del cabello, baja de peso, tienen problemas dentales, entre otras afectaciones.
A diferencia de la bulimia, las personas comienzan a comer mucho, a esto se le llama “atracones”. Posterior a estos episodios buscan expulsar el alimento, ya sea con vomito o con medicamentos.
El síntoma de atracón es comer de forma desmesurada y compulsiva, esto resulta en cambios bruscos de peso, obesidad, diabetes e hipertensión. Esta sintomatología viene de un trastorno psicológico.
Betty comentó que es muy importante no satanizar los alimentos y no restringir ningún grupo de alimentos. Agregó que en México se tiene el plato del buen comer como estrategia para la correcta alimentación de la población, es necesario identificar los beneficios de los alimentos y no eliminar ningún grupo. Tomando como ejemplo la tortilla, es más beneficioso agregarla, conociendo la porción adecuada, a eliminarla.
Las dietas muy extremas que eliminan alguno de estos grupos causan descompensaciones, puedes llegar a un número en la báscula, pero como realmente no hubo un cambio de hábitos, vuelves a subir de peso, creando un circulo vicioso. Lo ideal es aprender a comer de manera equilibrada.
La desinformación en internet ha causado que las personas apliquen dietas incorrectas y que no van dirigidas a ellas.
Tocando el tema del internet, Betty agregó que lo que le funciona a una persona en redes no significa que le vaya a funcionar a todo el mundo. Hay “influencers” que promueven estilos de vida que no son aptos para todo el público.
Dependiendo del grado del trastorno, agregó Betty, el tratamiento puede ser con nutriólogo o tener un equipo multidisciplinario que incluye un nutriólogo, un psicólogo y un médico.
En el tema de nutrición, dependiendo del trastorno, se hace un plan de recuperación de peso o de perdida de peso. Se evalúa el estado de la persona, su nivel de agua, densidad ósea, el índice de masa corporal total, grasa visceral, se hace un plan de alimentación personalizado.
También se maneja la psico-nutrición, donde se identifica la razón de la auto prohibición de alimentos, si es por el temor por subir de peso o el miedo a la comida, si no se identifica la raíz de este problema, va a prevalecer.
El factor familiar es importante revisarlo y conocerlo, muchas veces la presión social y los comparativos entre parientes puede causar este tipo de trastornos.
La nutrióloga agregó que la nutrición es la principal herramienta para la prevención de muchas enfermedades.
“Cuidar de nuestra salud es sinónimo de amor propio”. Comentó la nutrióloga Betty.