- El uso de ChatGPT en la enseñanza del pensamiento crítico en estudiantes universitarios puede aprovecharse significativamente, sobre todo si lo consideramos desde una perspectiva cognitiva.
ChatGPT puede actuar como un facilitador para el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico al proporcionar a los estudiantes un interlocutor inteligente que les permite explorar diferentes puntos de vista. Al interactuar con la IA, los estudiantes pueden ser guiados a cuestionar sus propios supuestos y a considerar alternativas que no habrían contemplado por sí mismos, ayudándolos a salir de sus zonas de confort cognitivo y fomentando un pensamiento más profundo y reflexivo.
Desde una perspectiva cognitiva, ChatGPT puede funcionar como un andamiaje cognitivo que apoya la estructuración del pensamiento. Los estudiantes pueden tener ideas y argumentos en mente, pero carecen de las habilidades para organizarlos de manera lógica y coherente. Al formular preguntas orientadas y proporcionar retroalimentación en tiempo real, la IA puede ayudar a los estudiantes a estructurar sus pensamientos y argumentos de manera más clara y ordenada. Esto no solo mejora su habilidad para presentar ideas de manera efectiva, sino que también refuerza su capacidad para pensar de manera crítica y lógica, habilidades fundamentales en cualquier disciplina académica.
La interacción con ChatGPT permite a los estudiantes participar en simulaciones de diálogos socráticos, como ha defendido mi colega Jordi Vallverdú, donde se fomenta el cuestionamiento continuo y la búsqueda de razones. Este tipo de interacciones puede emular el proceso de enseñanza dialéctica, desafiando a los estudiantes a defender sus puntos de vista y evaluar críticamente las respuestas que reciben. Al ser una herramienta interactiva, la IA puede personalizar las preguntas según el nivel de comprensión del estudiante, lo cual es esencial para mantener un nivel óptimo de desafío cognitivo.
ChatGPT también puede servir como una herramienta para la metacognición, ayudando a los estudiantes a reflexionar sobre su propio proceso de pensamiento. Al ofrecer un espacio seguro para que los estudiantes expresen sus ideas y reciban retroalimentación, la IA puede ayudarles a reconocer patrones en su propio razonamiento, identificar sesgos y suposiciones erróneas, y ajustar sus estrategias de pensamiento. Este nivel de autoconciencia es crucial para el desarrollo del pensamiento crítico, ya que permite a los estudiantes no solo resolver problemas específicos, sino también mejorar sus habilidades de razonamiento en un sentido más amplio.
Desde una perspectiva cognitiva, el aprendizaje a través de la IA también puede potenciarse mediante la práctica repetida y el refuerzo positivo. Los estudiantes pueden practicar continuamente sus habilidades de pensamiento crítico en un entorno interactivo, recibiendo retroalimentación inmediata que les permite corregir y mejorar su razonamiento. Este ciclo de práctica y retroalimentación no solo fortalece las habilidades críticas a través de la repetición, sino que también ayuda a consolidar estos conocimientos en la memoria a largo plazo, convirtiendo habilidades cognitivas complejas en prácticas automáticas y eficientes.
El uso de ChatGPT también puede ayudar a superar el sesgo de confirmación, un obstáculo común en el pensamiento crítico. Al presentar contraargumentos y perspectivas diferentes de manera objetiva y sin prejuicios, la IA puede desafiar las creencias preconcebidas de los estudiantes y fomentar una actitud más abierta y objetiva hacia la información nueva. Esta exposición constante a una variedad de perspectivas puede ayudar a los estudiantes a desarrollar una mentalidad más flexible y crítica, esencial para la evaluación y el análisis de información en contextos académicos y de la vida real.
ChatGPT puede, por último, actuar como un recurso accesible para la tutoría personalizada, especialmente en entornos donde el acceso a profesores y mentores es limitado. Al brindar apoyo continuo y personalizado, la IA puede complementar la enseñanza en el aula, ofreciendo a los estudiantes la oportunidad de desarrollar habilidades de pensamiento crítico de manera autónoma. Esta capacidad de aprendizaje autodirigido no solo es valiosa desde una perspectiva educativa, sino que también empodera a los estudiantes al hacerlos responsables de su propio proceso de aprendizaje, promoviendo una mentalidad de crecimiento y autodesarrollo continuo.
Una de las preocupaciones centrales sobre el uso de la IA en la educación se refiere a la evaluación del aprendizaje. Es innegable que la incorporación de herramientas como ChatGPT tendrá un impacto significativo en la manera en que evaluamos en contextos educativos. Sin embargo, esta preocupación puede ser abordada de manera efectiva si adoptamos la perspectiva de la tesis de la mente extendida: la IA, al igual que otros instrumentos en el pasado, es simplemente una herramienta que amplifica nuestras capacidades cognitivas. ChatGPT, en este sentido, actúa como un reflejo de la inteligencia de quienes lo utilizan. Esta visión es fundamental para repensar y rediseñar nuestras estrategias de evaluación del aprendizaje.
La clave no es resistirse al uso de la IA, sino entenderla como una extensión de nuestras propias habilidades y adaptarnos para utilizarla de manera efectiva en la evaluación, reconociendo su potencial para mejorar la educación y el desarrollo cognitivo de los estudiantes.