El gran pendiente de este sexenio es el esclarecimiento del caso Ayotzinapa y encontrar a los normalistas, reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador en su 6o y último informe de gobierno, aunque recordó que aún no termina su sexenio.
“Avanzamos en la investigación para encontrar a los jóvenes de Ayotzinapa. Esa es una asignatura pendiente, pero todavía no termino mi mandato como presidente y vamos a seguirlos buscando a los jóvenes”, fue el único mensaje breve que dedicó en su mensaje.
Pese a que dar con la verdad fue una promesa de campaña, madres y padres de los normalistas desaparecidos dieron por terminado el diálogo con el mandatario federal el pasado martes, con un sabor amargo y decepcionados.
El jueves el presidente confirmó que no habrá más reuniones con las víctimas y sólo se volverían a encontrar si los encuentran o saben con exactitud qué sucedió con ellos, de lo contrario sólo daría un informe al respecto.
También dijo respetar las opiniones de los familiares, en vísperas de la última marcha que van a encabezar a diez años de la desaparición de sus hijos, de la cual el abogado Vidulfo Rosales declaró que, aunque no creen que habrá violencia, la relación con el gobierno no terminó bien.
“Nosotros vamos a tratar de que las movilizaciones sean claras, en el marco pacífico, pero también con contundencia. Hoy en día las madres y padres no pueden decir estamos felices porque tenemos resultados. No tenemos resultados, no hay nada”.
“En la última recta de este gobierno hubo maltrato, la relación fue crítica. Fue, imagínense estuvimos plantados aquí para un diálogo que luego de lo cual fluyó el diálogo, pero un diálogo con muchas tensiones en las últimas reuniones, entonces no terminamos bien con este gobierno, terminamos mal”.