Atendiendo a la necesidad de tener una ‘radiografía’ sobre el bienestar de la fuerza laboral, TotalPass, plataforma de bienestar corporativo con más de 4,000 programas de salud mental para mejorar la productividad de las empresas, se dio a la tarea de identificar mediante encuestas, cómo se vive, se promueve y cuáles son las áreas de oportunidad en términos de bienestar.
Por ejemplo, desde hace tres años, la OCDE cataloga a México como un país “preocupante” en lo que se refiere a salud mental, pues la proporción de personas en riesgo de ansiedad en 2020 fue del 23%, mientras en 2021-22 aumentó a 25 y 26%.
Los empleadores deben interesarse por promover el bienestar impulsando hábitos saludables como el ejercicio y el descanso, e informar sobre los posibles factores de riesgo a la salud, así lo confirma el 48% de los participantes en la encuesta.
En la mayoría de las empresas se asocia bienestar con realizar ejercicio físico. Es un punto de partida importante; denota que en los centros laborales hay una preocupación en uno de los cuatro pilares de calidad de vida de los colaboradores: mental, físico, social y financiero.
Hoy en día, seis de cada 10 colaboradores afirman que sus líderes bien podrían mejorar su comunicación.
Ante el inminente interés por parte de la población laboral por recibir información sobre cómo cuidar su salud mental, y hablar de ello en la empresa, llama la atención que 49.8% estaría inseguro sobre si el empleador haría lo necesario para favorecer la salud mental.
El bienestar se percibe como un elemento que debe vivirse ‘puertas afuera de la oficina’ y hay una importante área de oportunidad para que la población perciba su propio lugar de trabajo como saludable. Un rotundo 35% de los participantes indica que, en el lugar de trabajo, por ejemplo, no se fomentan pausas activas y ergonómicas en el lugar de trabajo.
Al consultar sobre si las políticas enfocadas a lograr un equilibrio entre la carga de trabajo y la salud mental cumplen ese objetivo, 38.8% de los participantes refirieron que hay políticas con una amplia posibilidad de mejorar.
Prácticamente 5 de cada 10 entrevistados reconoció que la última vez que tuvo una retroalimentación laboral se habló de las fortalezas para llevar a cabo el trabajo. Estas acciones impactan en la motivación de las personas, pero también permiten disminuir la ansiedad y el estrés.
Un 36% de los encuestados señala que los líderes de las empresas participan activamente en promover un lugar de trabajo saludable, mientras que un 43.6% dice estar “muy en desacuerdo”, “en desacuerdo” y “neutral” sobre esta afirmación.
Si bien, 53.7% señala que su empresa ofrece asesoría en salud usando tecnología, al sumar a los entrevistados que refirieron no contar con una iniciativa o estar inseguros de que esta exista, aparece un nada despreciable 46.3%.
Cinco acciones en torno a bienestar laboral que más valoran los mexicanos
- Espacios en el lugar de trabajo y momentos durante la jornada dedicados a la desconexión laboral.
- Descuentos en gimnasios y talleres orientados a temas de bienestar.
- Campañas de prevención de salud y activación física.
- Clases de salud financiera y talleres para mejorar la integración entre compañeros de trabajo.
- Esquemas de flexibilidad más diversificados, que incluyan opciones de descanso sabático.
“Lo que no se mide es imposible cambiar” -esto es una premisa que se escucha con frecuencia-. Ahora el reto es que las empresas lo cumplan; es decir, tener métricas claras respecto al bienestar, dar seguimiento y tomar decisiones con base en información transparente y adecuadamente documentada. Medir: al preguntar si la empresa realiza un seguimiento regular de los costos asociados a las estrategias de bienestar el 21.5% de los entrevistados asegura que no lo hacen y el 34.6% lo desconoce por completo.
El indicador de balance anímico general de la población, medido por el BIARE (Bienestar Auto Reportado) de INEGI, se construye con base en los estados de ánimo que las personas experimentaron el día anterior a la entrevista. En el primer trimestre del 2024, el balance anímico de la población adulta tuvo un valor positivo de 6.6. Entre hombres y mujeres hay una brecha en el balance anímico: el nivel promedio de los hombres es mayor que el de las mujeres, 6.7 y 6.4, respectivamente.