Historia oficial de la UAA Análisis crítico 16 | Cátedra por Netzahualcóyotl Aguilera R. E. - LJA Aguascalientes
14/11/2024

EL MAYOR CRIMEN DE LA HISTORIA. Aunque parezca redundante, presento algunos argumentos complementarios a la colaboración de la semana pasada, a fin de reforzar los antecedentes de esta serie que considero necesarios para la mejor comprensión del tema central como se verá al final de la presente. 

Spengler, en su dramática exposición de la barbarie europea que esclavizó a los débiles y asesinó a los dueños originales de la tierra (a los que Hernán Cortés consideraba rebeldes porque se negaban a reconocer que él la había declarado propiedad de la corona española como si estuviera deshabitada).

Otra grave acusación de Spengler consistió en exhibir los escasos hábitos de higiene de los europeos, que fueron la causa de la transmisión de enfermedades hasta entonces desconocidas, que arrasaron con el 90% de la población, ya que de un cálculo intermedio de 80 millones de habitantes en todo el Continente solo quedaron 3 millones.

Seguramente Spengler no menciona cifras que otros investigadores calcularon posteriormente, que calcularon el exterminio de la población originaria mediante ambos procedimientos -violencia y contagio- el mayor crimen en la historia de la humanidad: desde la destrucción inmediata y total hasta la progresiva por el abandono de los testimonios de las culturas que habían alcanzado altos grados de desarrollo en el transcurso de miles de años -algunos de las cuales considera superiores a las del viejo mundo- tanto de  su ciencia como de su arte, de sus costumbres, de su sistema político, económico y social; testimonios registrados puntualmente en los códices celosamente conservados en sus bibliotecas en el transcurso de los siglos, que los conquistadores fanáticos, al incendiarlos en piras públicas con ejecuciones de supuestos naturales idólatras como en el famoso auto de fe de Maní, Yucatán, por el sanguinario obispo inquisidor Diego de Landa en 1562.

Spengler menciona específicamente a la cultura mejicana ubicada en la región que en los términos actuales se denomina Mesoamérica, en la que se desarrollaron, entre muchas, las más grandes que fueron la Maya y la Náhuatl, gobernada esta última por el imperio Azteca en su etapa final.  

Las culturas secundarias. A este respecto quiero destacar que hemos estado refiriéndonos a las grandes culturas, pero recordemos que al iniciar este tema nos referimos al hecho de que los imperios -en este caso el Azteca- enriquecían la cultura de su capital Tenochtitlan (1325-1521) con las mejores aportaciones de las naciones secundarias que estaban en su entorno cercano; pero las naciones lejanas, más que ofrecer aportaciones culturales se incorporaban al imperio para recibirlas aceptando, desde luego, pagar el tributo correspondiente, lo que les obligaba a abandonar la etapa cazadora y recolectora para incorporarse al sistema agrícola.

Una de las naciones limítrofes al norte del área de influencia de la cultura Náhuatl era la Chichimeca, recolectora y cazadora, algunas de cuyas tribus integrantes avanzaron más que otras al convertirse en sedentarias, buscando incorporarse al Imperio, lo que lograron, llegando a destacar personajes de primera importancia tanto por su preparación intelectual como por el poder que alcanzaron a tener.

Según parece, fue alguna de las tribus más rezagadas la que se asentó en el valle de Aguascalientes probablemente a fines del siglo XV o principios del XVI para pasar de la etapa nómada o errante a  la sedentaria agrícola. 

SIGLO XVI. Es en este momento en el que aparecen los conquistadores españoles que por las ventajosas características del terreno y el agua abundante pretenden asentarse, sin tomar en cuenta a los habitantes originarios, que los atacan y expulsan. 

Los españoles, instigados por la posibilidad de encontrar vetas de metales preciosos, regresan con refuerzos hasta que los expulsados fueron los originarios, que no dejaban de atacarlos hasta que los sobrevivientes, por agotamiento o por el interés de sumarse a los movimientos rebeldes que nunca pudieron recuperar sus tierras, abandonaron a sus mujeres e hijos para que sobrevivieran como sirvientes de los invasores.

El hecho es que la cultura de los naturales desapareció aplastada, o asimilada con el apoyo obtenido por los españoles por parte de otros pueblos originarios lejanos que se sometieron a ellos, como los Tlaxcaltecas, pero su tierra ya no era suya, sino de los invasores.

  1. Muere Tenochtitlan y la cultura Náhuatl y sobre sus cenizas nace la Nueva España y su cultura europea.
  2. Muere Atotonilco probable nombre inicial de nuestra tierra, que en Náhuatl significa Lugar de Agua caliente y la tribu de la nación Chichimeca que se había asentado aquí, y sobre sus cenizas nace Aguascalientes, que quiere decir lo mismo, pero con el nombre europeo del idioma español.

Es decir, muere la cultura propia, originaria, y sobre sus cenizas se impone una cultura extraña con un idioma ajeno.

  1. 1775. El mestizaje. Dos siglos después de una evolución natural, el fenómeno progresivo del mestizaje va a transformar con una fuerza imparable lo que los españoles pretendían que fuera estático para continuar explotando inmisericordemente la fuerza de trabajo del pueblo ignorante.

La educación. Es el fenómeno de la educación, que viene de la mano de espíritus selectos y generosos, para retomar la herencia de nuestra cultura ancestral y producir una humanidad nueva.

Las tres vertientes. Aquí es donde se juntan la herencia que los mestizos llevamos en nuestra sangre criolla; la de los esclavos negros traídos por la fuerza de África y la europea de la enciclopedia francesa que despierta las conciencias.

Ahora sí estamos en posibilidades de empezar a analizar, con todos los elementos necesarios, el origen de la educación en Aguascalientes que será la base de la Universidad.

Nos veremos la semana próxima.

Por la unidad en la diversidad

Aguascalientes, México, América Latina


Show Full Content
Previous El personal estilo de gobernar | Desde el segundo piso por Ricardo Heredia Duarte
Next Alfonso Esparza Oteo. 130 aniversario de su nacimiento | El banquete de los pordioseros por Rodolfo Popoca Perches
Close

NEXT STORY

Close

Reflexiones sobre el periodismo contemporáneo

17/05/2024
Close