El excandidato presidencial del PRI, Francisco Labastida, afirmó que si Alejandro Moreno se reelige en el partido, él renunciará.
Este martes, en diferentes entrevistas Labastida dijo que “el partido huele a muerte” y afirmó que renunciará al instituto político si Moreno Cárdenas continúa al frente hasta 2032.
“Si ‘Alito’ se reelige, yo renuncio al partido. Yo creo que ‘Alito’ y yo somos agua y aceite y no quiero estar en el partido que él dirija”, dijo en entrevista con Azucena Uresti.
Quien fuera candidato presidencial del PRI en el 2000 y quien rompiera la hegemonía de 70 años del partido en el poder al perder ante el panista Vicente Fox, dijo que se sumará a la impugnación que interpondrá Dulce María Sauri, quien se ha pronunciado contra la reforma impulsada por Moreno Cárdenas.
Labastida consideró que lo mejor será instalar un consejo político que sea representativo y transparente, y que respete la decisión de las mayorías.
“Lo primero que hay que hacer es instalar un consejo político nacional representativo que respete la decisión de la mayoría y que elija a un dirigente por sus méritos personales, sus ideas y los metas que plantea al país. Tenemos que concentrarnos en las metas del país, no en las internas”.
Nuño: Está fuera de sí
Aurelio Nuño, quien fuera jefe de la oficina de la Presidencia en el sexenio de Enrique Peña Nieto y coordinador de la campaña presidencial de José Antonio Meade en el 2018, también respondió a Moreno Cárdenas, quien afirmó que el exsecretario de Educación Pública “no tiene madre”.
En entrevista con MVS, Nuño expresó su descontento con la actitud de Alejandro Moreno, de quien dijo: “Lo que veo es al dirigente del partido fuera de sí, que no está en autocontrol, cuando se acaban los argumentos, empiezan los insultos”, dijo, y añadió que es “lamentable la situación en la que está actualmente el partido”.
Cuestionó la legitimidad de la reciente Asamblea del PRI, a la que se refirió como “ilegal”, además de que “viola estatutos del partido y leyes del país”.
Añadió que se trató de una “asamblea clandestina que no tuvo una convocatoria abierta”, que tuvo únicamente tres mil asistentes, lo cual es un reflejo del debilitamiento del partido, dijo.
Y criticó que la actual dirigencia esté rompiendo con la esencia del partido que se fundó en 1929 con el fin de acabar con caudillos y construir instituciones.
Así mismo, hizo énfasis en la drástica disminución en la votación del PRI en los últimos años.
El lunes, Moreno Cárdenas aseguró que existen solicitudes de los distintos estados de la República para que los que han estado criticando su dirigencia sean expulsados del partido.
Claro que hay muchas propuestas y solicitudes de estados de la República para que se presente ante la Comisión de Justicia partidaria la expulsión de todos ellos, porque causales de expulsión también es atentar contra la unidad del partido, calumniar con el partido, mentir públicamente con el partido.
“Los vamos a enfrentar, vamos a pedir la creación de las comisiones y nos vamos a ir con todo, porque esta bola de cínicos lastimó el prestigio y el nombre del PRI”.
Durante la conferencia que ofreció el lunes, Moreno Cárdenas fue cuestionado sobre su reelección y respondió que la convocatoria que saldrá está abierta para todos, incluyéndolo.
Entre los detractores del dirigente priísta, quienes han cuestionado la reforma que lo faculta para permanecer 13 años más al frente del PRI se encuentran exdirigentes y militantes como Dulce María Sauri, Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes, Francisco Labastida y Aurelio Nuño.
En la 24 Asamblea Nacional que se llevó a cabo el domingo 7 de julio, “Alito” se refirió a ellos así:
“Son un grupo de cínicos que fueron los que lastimaron al partido con todas sus acciones y hechos que ocurrieron en el pasado y por eso el gobierno construyó una narrativa, la sociedad adoptó una narrativa de todos los hechos que ocurrieron en el pasado y que tanto lastimaron al PRI”.
El lunes siguió la diatriba al referir que podría expulsar a Sauri Riancho junto con Francisco Labastida y Pedro Joaquín Coldwell por manchar el nombre del partido.