- Arellano tiene con qué negociar
- Siempre sí, Orozco a la alcaldía
Conserva Arellano un coto de poder para negociar. Nos explicamos. Ayer por la noche, a esta redacción llegó un sobre amarillo, sin remitente, con una cartita de media cuartilla, escrita a computadora.
En esta carta se detalla hasta el número de resolución del tribunal federal con el que se le negó a Martín Orozco Sandoval la posibilidad de no ser juzgado administrativamente por el municipio capital por presuntos actos de corrupción que habrían sido cometidos por él.
Como ya sabemos, dos regidores, después de una “exhaustiva investigación”, decidieron interponer denuncias en contra de Orozco, una por la vía penal y otra por la vía administrativa, por el presunto tráfico de influencias para hacerse de un terreno propiedad del municipio.
La decisión de tipo penal, está en el tribunal, la administrativa, bajo el poder del alcalde. “De esta forma, se reconoció el poder de la contraloría municipal, encabezada por Alejandro Regalado Díaz y de inmediato se notificó mediante la publicación número 67-2001 para que proceda conforme lo establecido por la ley”, se lee en el documento.
Independientemente de todas las implicaciones legales, hay implicaciones políticas muy profundas. Hagamos a un lado la presunta responsabilidad de Orozco, porque casi en todas las administraciones hay actos similares o peores, que como no son denunciados, quedan en impunidad total. Si Orozco cometió un acto ilegal, ojalá que se le castigue y que, como fichas de dominó empiecen a caer funcionarios de todos los niveles. Sólo entonces estaremos seguros de la imparcialidad de la justicia. El hecho es que a Orozco se le pretende inhabilitar por cuestiones de carácter político. Si fuera por un afán de justicia seca, estaría tan campante.
Y Orozco, los saben todos los actores de todos los partidos políticos, es el mejor posicionado en las encuestas, tanto en conocimiento como en popularidad. Entonces la hipótesis, casi hecha tesis es que tenían que tumbarlo de tajo, desde su raíz, para evitarle 1) Que llegara a ganar y así iniciara una cacería de brujas en contra de la actual administración estatal, eso por el lado del PAN y 2) Que llegara a la candidatura el mejor posicionado que pudiera dejar al PRI, por 18 años consecutivos, fuera de la atalaya de los privilegios.
Este escenario se conecta, de rebote, con la elección priísta de este fin de semana. Al dejar los grupos de Lorena Martínez y Carlos Lozano en una posición marginal a Gabriel Arellano, la reacción de éste fue la de desconocer el proceso de selección. Y ahora, cae en sus manos, de ser cierta, esta resolución del tribunal para darle el poder de inhabilitar o no a Orozco Sandoval.
Un poder nada despreciable a este momento de la guerra ¿no? En caso de que la justicia se encargue de Orozco, esta hipótesis pierde total relevancia. Si la justicia penal deja a Orozco competir, entonces sí, Arellano tiene todo para negociar tanto con Orozco como con su propio partido, el PRI, y hasta con el gobierno del estado. Recordemos que Alejandro Regalado, el contralor municipal es incondicional de Arellano, que incluso fue invitado a trabajar con el alcalde por una llamada personal de éste. La traición de Regalado parece punto menos que imposible, además de que sus credenciales lo acreditan como un funcionario de suma confianza y de lo más honesto que se ha visto últimamente en los gobiernos municipales.
Y repetimos, la maldita espera, es el mejor tiempo perdido en casos como éste.
Pero también, en el otro vericueto panista, se corrió ya el rumor de que Orozco estaría por aceptar ir a competir por la alcaldía. La razón parece simple: Cuadra no levanta y necesitan una fórmula más fuerte para hacerle frente a la avalancha tricolor que se viene: Lozano con todos sus aliados en las televisoras nacionales y grupos oligárquicos de poder y Lorena Martínez con la mano dura de Beatriz Paredes, la máquina electoral, respaldándola. Aún así, Arellano tendría mano para decidir y presionar.
Además, para los que piensan que Arellano es un actor menor, de entrada, 2 mil millones de pesos de presupuesto dicen lo contrario; más de 5 mil burócratas también dicen lo contrario; y si es cierto que no sólo con dinero se ganan elecciones, también es cierto que nada estorba una cantidad generosa de recursos operando a favor o en contra de algún candidato.
P.D. ¿Qué contenía el documento que entregaron dos días antes de la visita de Felipe Calderón al estado el senador Felipe González González y el panista Alfredo Reyes a Josefina Vásquez Mota en la Ciudad de México? Por cierto, luego de esa visita, el gobernador, Luis Armando Reynoso matizó temporalmente su discurso al referirse a los problemas internos del PAN.