La noticia de ocho columnas debería de ser una bomba entre los líderes empresariales, si es que todavía tienen voluntad de trabajar por el gremio. Mientras en el estado cierran 4 empresas cada semana, los recursos que se supondría se debieran usar para “salvar” a dichas empresas se dilapidan en financiar producciones cinematográficas. El mundo al revés.
Igual que lo que sucede en el congreso, en donde dos de los principales precandidatos del PRI a la gubernatura (el otro es Gabriel Arellano), Lorena Martínez y Carlos Lozano, ven uno de los puntos más débiles para enfrentar la elección el año que viene. Los diputados locales del PRI no han sido oposición, coinciden Lozano y Lorena, pero tampoco han podido avanzar proyectos de interés público. Prueba de ello es que hay algunos legisladores, como se da cuenta en la página 4 de esta edición, que ni siquiera han subido una sola iniciativa a tribuna.
Y a propósito de Lorena Martínez, un buen amigo de La Purísima, Jorge Izquierdo Bustamante, se ha acercado para comunicarnos que se integrará de lleno al equipo de pre-campaña de “la Martínez”. Aunque históricamente han jugado en bandos nacionales adversos (Jorge jugó siempre con Roberto Madrazo, mientras Lorena siempre con Beatriz Paredes), Izquierdo señala que en esas contiendas aprendió a admirar a una mujer como Lorena, de quien dice, tiene principios que la guían, lealtad partidista y capacidad para hacer equipos de trabajo incluyentes.
Por ello, dice Izquierdo, su misión será “dotar de contenido” a la candidatura de Lorena, y para eso utilizará sus relaciones locales y nacionales. Sin duda, una apuesta loable, que deberá enfrentar a muchos de quienes creen que las campañas se definen en la negociación y la compra de voluntades.
Y para no dejar el tema, también Lorena Martínez se acercó en días recientes a La Purísima, con un mensaje muy claro: irá hasta el final de la contienda interna por la candidatura al gobierno del estado. Ni va a negociar antes, ni se va a sumar a nadie de aquí a fin de año, asegura.
Aunque la todavía diputada federal sabe que se cometieron varios errores en la pasada campaña, y que el PRI pudo haber ganado el tercer distrito con ciertas decisiones y con menos “fuego amigo”, a Lorena se le ve optimista, y segura de que su ruta al 2010 tiene más condiciones a su favor que en su contra. Por lo pronto, se sabe, son 3 las voces a las que más atención presta Martínez para su estrategia de precampaña: Roberto Tavares, el funcionario municipal; Isidoro Armendáriz, el dirigente estatal del PRI; y Roberto Padilla, el diputado local que recién regresó de un viaje muy productivo por Morelos, de donde viene con un resultado muy gustado hacia el interior del priísmo: “carro completo”.
Una vez perdida la discusión en el terreno de las ideas y los argumentos, y habiendo saturado los correos de los amigos con los respectivos berrinches, un grupo de “ intelectuales”, agobiados luego de las críticas públicas lanzadas a la derecha (si por público se entiende en el café), ahora enfila sus baterías contra otro “fantasma” neoliberal: Enrique Rodríguez Varela.
Resulta, que una voz con mucho tiempo libre se le ha acercado a la secretaria general de la UAA, Ernestina León, para decirle que fue Rodríguez Varela el que “filtró” el caso del copy-paste por el que Rafael Urzúa destituyera a su pasado secretario particular, entre muchas otras “grillas” de mala leche contra el “Chamuco”. ¿Y así es como piensan que se van a adueñar del ICA? Pareciera que el estratega en jefe de dicha campaña fuera el mismísimo Germán Martínez Cázares.
Y hablando de campañas y traiciones, cerramos esta columna con un adelanto: mañana le brindaremos un mapa político de los posibles candidatos a diputados locales el año que entra, por los distintos partidos. Como recordará, hemos analizado ya la contienda por le gubernatura y la presidencia municipal; pero el congreso no es un poder menor, y en base a ello, también debemos de estar atentos a su conformación.
P.D. Luego de conocerse el resultado de las licitaciones de los pasos a desnivel, ¿Qué dirán todos aquellos catastrofistas que pronosticaban “dados cargados”? El silencio no suena como una mala idea.