Instagram | La Columna J por Roberto Ahumada  - LJA Aguascalientes
21/11/2024

“La realidad es lo que es, no es la percepción de una foto estética y estática que pretende establecer parámetros asequibles a la aspiración conductual de una sociedad perdida en la banalidad”. 

Estimado lector de este reconocido medio LJA.MX con el gusto de saludarle como cada semana, esperando que se encuentre con bien después de la verbena abrileña. Agradezco su tiempo y atención para seguirme en esta columna, en esta ocasión seguiremos con la breve reseña de las redes sociales, específicamente abordaremos Instagram.  

Que magnífica y utópica sería la vida si simple y sencillamente fuera como la mayoría de las publicaciones en Instagram, paisajes agradables, el clima perfecto, la presencia de la geometría euclidiana, pero no, la vida no es así, la realidad no es así, y en la apología de la reseña que toma esta red social podemos encontrar la proliferación de un sinfín de elementos que enarbolan a la vanidad y al ego.  

En enero de 2024, más de dos tercios de la audiencia total de Instagram tenía 34 años o menos. Con más de 1,200 millones de usuarios activos mensuales, Instagram es una de las redes sociales más populares del mundo. 

Cuando Emmanuel Kant aducía sobre el concepto de estética en su ensayo, exponía una categorización de ciertas simetrías que debía contener la pieza de arte para considerarse como tal, Instagram alude a una sensación de aspiración sobre un supuesto ideal de vida, en donde la simetría de la materia promueva constantemente el “lifestyle”, a lo que voy con ese término, es refirme de manera específica a semánticas relacionadas con viajar constantemente a lugares populares de todo el mundo, tomar y compartir historias que inspiren mayor estatus. Del mismo modo la presunción de todo tipo de accesorios como relojes, ropa, incluso hasta la comida, y no es que lo que se ha mencionado tenga en sí un contexto negativo, lo expreso bajo una perspectiva de crítica a lo que no es. 

En esta red social no existen los amigos, existen los seguidores, lo cual de entrada ya expone una tesitura de proliferación del celebritismo, en la esencia de que las personas tienen un sesgo por lo real, lo deseado y el “Comun sensis” de George Gadamer. La dinámica consiste en compartir de manera abierta la vida de las personas, es decir, la supuesta vida ejemplar y deseable de las personas, a lo que según el filósofo Byung Chul Han expresa lo preocupante que es el no tener privacidad, el no tener un espacio propio. De manera muy paradójica se emula a que compartamos en dónde estamos, con quién estamos, qué comemos, qué restaurant frecuentamos y que incluso podamos hacer una segmentación específica con los hashtag (#) a fin de generar tendencias o sumarse a una.  

Los jóvenes se sienten más afines a Instagram, su promedio de uso de esta red social en un país como México es de dos horas al día, la significación de postear es un latente deseo de hacer pública la vida en un contexto de presunción. Evidentemente cada vez hay más usuarios, lo interesante es que hay más filtros y más elementos visuales diseñados para hacer más bella la proyección de la vida. 

Datos interesantes de Instagram: Cada segundo se suben aproximadamente 995 fotos en Instagram. 

#Love es el hashtag más utilizado en Instagram. Se ha utilizado más de 1,700 millones de veces. 


En los Estados Unidos hay más de 140 millones de usuarios de Instagram. 

El 62% de los usuarios inician sesión en su cuenta al menos una vez al día. 

Existen más mujeres usando Instagram que hombres. 

El 33,1 % de usuarios en Instagram tienen entre 25 y 34 años. 

El 83% de los usuarios de Instagram descubren nuevos productos y servicios en la plataforma. 

En promedio, los usuarios de Instagram interactúan más por la tarde, particularmente a la 1:00 p.m. y a las 5:00 p.m. 

El botón “Me gusta” se pulsa 4,200 millones de veces al día. (https://mott.pe/noticias/datos-curiosos-de-instagram/, 2024) 

El lado oscuro de la red social es que genera una adicción completa y absoluta, se crea una dependencia a estar conectado y viendo lo que está pasando, como si el mundo real no fuera suficiente. El efecto de codependencia a estar en Instagram incluso puede generar depresión, ansiedad y un sentido de vació existencial. Ya que constantemente se hace una comparación absoluta de lo que las demás personas publican y comparten. La pérdida de tiempo es un factor alarmante, ese tiempo dedicado a temas productivos o incluso al descanso pudiera generar beneficios de manera directa en cualquier persona. La gente ha dejado de voltear a ver un atardecer para voltear a ver en su celular la historia de Instagram en donde alguien compartió un atardecer. 

Ya no es necesaria la vigilancia, hemos sido adoctrinados para informar todo lo que ocupa la lógica del capital para que nos segmenten y constantemente nos bombardeen de cosas que no necesitamos, pero que la propia red social nos hace desear por medio de la utilización de personas anclas a las cuales se toman como ejemplos a seguir.   

Nos encontramos nuevamente ante la sociedad liquida que es guiada por este tipo de redes sociales, nuestros deseos son la programación impuesta por el interés ajeno, mientras el tiempo pasa en el mundo real, el algoritmo premia la permanencia en el mundo estético de Instagram, no estamos muy lejos de la proclive existencia que sentenciaba Huxley su obra Un mundo feliz

In silentio mei verba, la palabra es poder. 


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