¿Es ético y legal plantar un árbol? | Ambientalistas por Victor Hugo Salazar Ortiz - LJA Aguascalientes
21/11/2024

En estos días escuchamos mucho decir que “debemos plantar árboles”, la cuestión es ¿se puede plantar cualquier tipo de árbol? Responder esta pregunta es básico, ya que deben plantarse especies aptas para las condiciones climáticas y de suelo de la región con el objetivo de garantizar la sobrevivencia del árbol o árboles que se planten, sacrificando en esta decisión cuestiones ornamentales o estéticas; es decir, por sus flores o por el color de su follaje, en otras palabras, porque está bonito; también por razones sentimentales, porque en el lugar donde crecí o viví había de esos árboles; igualmente porque se considera que las hojas o troncos de ciertos árboles son medicinales o sirven de sazonador; en sentido parecido, plantar un árbol frutal para darle un gusto al paladar; y la peor de todas las razones, por cuestiones meramente instrumentales, para “que le dé sombra a mi coche”, siendo ésta la más común. Seguramente habrá más criterios no ecológicos para justificar plantar árboles, debido a ello me parece muy importante señalar que, antes de todas las razones anteriores, debe considerarse el factor de sobrevivencia de los árboles y los valores ecosistémicos de éstos, es decir, que pueden ser refugio para aves, proporcionar néctar con el que se alimenten insectos, su capacidad de captación de CO2, filtración y retención de agua de sus raíces y la adaptación rizomática, es decir, de sus raíces en el sitio en el que se planten, pues éstas, puede darse el caso, en vez de traer beneficios al medio ambiente, entendiendo éste en sentido amplio y no sólo biológico, o sea que integre nuestras viviendas, puede resultar catastrófico, ya que si el suelo es muy malo o tiene poca profundidad (frecuente en ciudades), los árboles desarrollan raíces superficiales que dañan los pavimentos; debe considerarse además la altura y el volumen de la fronda, ya que pueden estropear las líneas del cableado eléctrico, telefónico y de los servicios de televisión vía cable. La combinación de estos factores al no tener cuidado en los árboles que se plantan puede resultar contraproducente para el medio ambiente de la ciudad, y peor para el árbol, porque la única manera de solucionar este problema será mediante su derribo, o sea, cercenarlo y acabar con su vida. Si no consideramos estas razones, estaremos incurriendo en acciones inmorales, condenando a seres vivos a una muerte segura y eso es contrario a la ética. 

¿Debemos plantar árboles? ¡Por supuesto que sí! Pero tenemos que informarnos previamente cuáles son los que sí podemos plantar legalmente, y para ello existe el Reglamento de protección al Medio ambiente y manejo de Áreas verdes del municipio de Aguascalientes, del que me permito citar el artículo en el que se especifica lo señalado:

Artículo 166. Por tratarse de aquellas especies que con su crecimiento y desarrollo generan graves daños a la infraestructura urbana, queda prohibido plantar en las banquetas ubicadas en los tramos que correspondan al frente y costados de las fincas particulares y otras áreas verdes públicas menores a 60 cm de ancho, las siguientes especies de árboles y sus sinónimos: cedro blanco (Cupressus Lusitanica), cedro limón (Cupressus Macrocarpa), ciprés de Arizona (Cupressus glabra), Tuja (Thuja Orientalis), araucaria (Araucaria heterophylla), fresno (Fraxinus Uhdei y Fraxinus Velutina), jacaranda (Jacaranda mimosifolia), álamo blanco (Populus Alba), álamo o chopo (Populus deltoides), ficus (Ficus altissima y Ficus benjamina), palma de abanico (Washingtonia robusta), mezquite (Prosopis Laevigata), palo bobo (Ipomoea Murucoides), pirul (Schinus molle), encino (Quercussp), tabachín (Caelsalpinasp), lila (Bauhinia Variegata), flamboyán (Delonix regia). Asimismo, se recomienda evitar el uso de estas especies en las áreas verdes privadas menores a 16 m2 de superficie.

Es importante resaltar que un árbol es un ser vivo, no es algo inerte que no requiere cuidado y atención, por el contrario, una vez plantado es necesario acompañar su desarrollo por lo menos durante un año o dos, a pesar de que sea un árbol o árboles que cubren el requisito de ser de la región, ya que eso no garantiza su sobrevivencia, menos en zonas áridas o semiáridas como las de nuestro estado. Debido a ello es que las mal denominadas reforestaciones, promovidas por agentes gubernamentales, terminan siendo ecocidios, ya que el 90% de los árboles plantados mueren debido a la falta de atención y cuidado. Es por ello que insistimos, y seguiremos insistiendo los ambientalistas, que no se planten miles de árboles de un jalón, sino que es mejor plantar decenas, o a lo mucho algunos centenares (y aun así hay riesgo de poca sobrevivencia) que puedan cuidarse, y una vez que estos árboles muestran signos de adaptación y autonomía (aproximadamente al año) replicar esta práctica, misma que garantizaría en un lapso de cinco a diez años llegar a la meta de más de mil árboles sobrevivientes, acabando con ello con prácticas inmorales nada éticas.

En suma, no se deje seducir por los anuncios de las redes sociales que incitan y convocan a “plantar árboles así nomás”, e incluso a las recomendaciones que se hacen en estos sitios de qué especies, pues, como ya se explicó, se debe atender a los reglamentos locales y a las condiciones medioambientales de la región, si es que queremos hacer una contribución ética que beneficie a nuestro ecosistema, en vez de a la ignorancia y al capricho.


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