- Terminó el drama, va Fernando Herrera
- Elsa Carolina, que siempre no
- El “reynosismo”, ¿con quién?
- El Cabildo y la falta de oficios
Después de semanas y semanas, terminó el drama panista. Fernando Herrera, quien operó fino, será el candidato de Acción Nacional a la alcaldía, y la lógica de su designación es muy sencilla:
Por un lado, es el panista que más puentes y contactos tiene con la estructura “reynosista”. Es decir: tras el rompimiento del gobernador con el PAN, Herrera es el indicado para tratar de convencer a los más de jugársela con el blanquiazul, y no con el amigo de Reynoso, Carlos Lozano.
Además de ello, pareciera ser que la popularidad de Martín Orozco, saben bien en el PAN, no será suficiente para ganar el 4 de julio. Se necesitan operadores que sepan utilizar programas sociales y padrones con inteligencia. Y esa es la especialidad de Herrera.
Finalmente, estuvieron los errores de sus contrincantes. Principalmente de José Luis Novales, quien por tratar de “amarrarse” una y otra vez, cometió muchos yerros infantiles, como promover que su candidatura era “segura” en varios medios, y acercarse demasiado al grupo del gobernador para pedir su bendición.
Sin embargo, Novales puede dormir tranquilo. Será diputado, pues competirá por una curul en el décimo distrito, uno de los más panistas en el estado (el otro es el sexto, que finalmente será para el empresario José Ángel González Serna, “Paquín”). Son Novales, “Paquín”, Arturo González Estrada y Alma Hilda Medina Macías (que encabezan la lista “pluri”, por la que suspiraba José Luis de Lira), los panistas que con seguridad serán diputados locales. Y súmeles, casi también con certeza, a Jorge López Martín, que competirá contra Juan Manuel Gómez en el distrito XVIII.
Que dice Elsa Carolina que siempre no. Por solidaridad con el grupo que le dio trabajo durante este sexenio, la titular del Instituto de la Mujer, Elsa Carolina Guzmán decidió “bajarse” de la candidatura a una diputación para la que fue designada ayer por el CEN de su partido, trascendió ayer desde el palacio mayor.
Además, Elsa Carolina habría decidido ayer en punto de las 15:00 horas volver al cargo que provisionalmente había dejado para tratar de ser designada como candidata. Con ella, “el grupo de los 30” precandidatos del gobernador, Luis Armando Reynoso habrían regresado, completitos, ayer a sus labores.
Ahora la incertidumbre de lo que hará el gobernador del estado, Luis Armando Reynoso ronda por las cabezas tanto de panistas como de priístas. Reynoso ha demostrado que tiene un equipo sólido, lo demostró jalando de vuelta a sus 30 funcionarios, que prefirieron conservar la chuleta de aquí a diciembre que quedarse en la indefinición.
Falta ver hacia dónde jala ese equipo de Reynoso. Si se mantienen como panistas, si simplemente se quedan al lado del camino o si de plano se van con el “majarichi” tamaulipeco a echar mantras a favor del PRI y mal de ojo en contra de su partido.
La elección está pues de pronóstico reservado, pues como mencionábamos antes, mientras que el PRI podría, (y decimos podría porque al parecer ya hay otro rompimiento entre el exedil Gabriel Arellano y el senador con licencia Carlos Lozano) utilizar los recursos municipales a favor del tricolor, sumando los recursos del gobierno estatal para tal fin, el PAN podría apoyarse de la nada despreciable cartera de las delegaciones federales.
El que estaba rejego por dejar el curul, era el suplente de Patricia Valadez Bustamante, es decir, José María Vázquez. Hablamos en tiempo pasado, porque según cuentan, fue su compañero lozanista, Luis Salazar el que hizo el trabajo de cabildeo para que dejara el cargo y por “disciplina partidista” se fuera del Cabildo, con el compromiso de que le encontraran otro huequito en la administración municipal, tal como pasó con el ahora director del DIF, Marco Díaz.
Y es que, José María Vásquez, a decir de varios regidores, estuvo pendiente de la comisión como poco lo había hecho la regidora propietaria, tanto que el día de ayer convocó a una reunión de trabajo con el secretario de administración, Manuel Zúñiga Robles, el mismo que todos pensábamos estaba en la cuerda floja.
Esto, porque el priísta, José Luis Proa propuso ante el Cabildo que compareciera, pero en la junta con los regidores ni siquiera se apareció, por lo que al parecer ya quedó todo planchadito para que en la sesión de Cabildo (si es que comparece) nada más haya que una simulación, es decir, ya no se va, a pesar de su falta en la contratación del seguro de vida para policías municipales.
Los que de plano sí se van, son los trabajadores de menor rango, que supuestamente fueron los que propiciaron las fallas respectivas de la Secretaría de Administración. Al acuerdo llegaron los ediles Bertha Mares, Juan Carlos Zapata, Luis Salazar, Abel Hernández, Alfredo Hornedo y Enrique Barba.
Por si fuera poco, después de que dimos a conocer el acuerdo de Cabildo para convertirse en una cripta y no fugar información, ahora creen que todo debe de ser silenciado, hasta el número de asesores y asistentes, así como el nombre de cada uno de ellos y el lugar en el que laboran.
Resulta, que el encargado de transparencia y secretario administrativo del área de Cabildo, Pedro González Padilla, sigue negando datos que supuestamente considera son de “recursos humanos”, mientras tanto el recurso de inconformidad sigue su curso, pero ese tipo de actitudes dejan mas sospechas que aciertos. ¿Será que hay encubrimiento de aviadores? ¿Será que los sueldos de asistentes y asesores no corresponden?, será… será.
Y siguiendo con el tema, desde lo más alto de su ladrillo, mareados y descontrolados, algunos miembros del Cabildo hacen además gala de sus pobres modales a la menor provocación. Es el caso del regidor Juan Carlos Zapata, quien apelando a su cargo, con gritos, trató de acorralar al secretario de administración municipal y a sus directores porque, dice, no hacen bien su trabajo. Lo anterior ocurrió en medio de una de esas extrañas reuniones a que convocó el regidor de Hacienda del turno matutino, José María Vázquez, pues en el turno vespertino apareció en sesión de Cabildo la regidora propietaria, Patricia Valadez, quien regresó después de su fallido intento de ser candidata a una diputación.
Lo cierto es que tras los corajes y caprichos del citado regidor y de otros pocos de sus compañeros, a raíz de que se dio a conocer que los policías no cuentan con seguro de vida, parece que el sacrificado será Julián Pariset, protegido del diputado José Robles, asesor del Congreso, secretario del Comité Directivo Municipal del PRI y, hasta dentro de pocas horas, director de recursos materiales de la Secretaría de administración.
