- Se traslada división priísta al Congreso
- Van, por enésima vez, por la cabeza de Palomino
- Cavazos Lerma saca el garrote
Aunque el tema electoral ha tenido paralizado el trabajo legislativo en estas semanas, parece que los cerca de diez diputados que dejarán sus cargos la próxima semana quieren irse sin dejar tanto rezago a sus suplentes. Parece ser que esta semana se programarán más de tres sesiones de comisión, además de la plenaria.
Y fue precisamente en el Congreso donde el nombramiento de Carlos Lozano como candidato del PRI a la gubernatura hizo evidente lo que ya se sabía: más que ser un candidato de unidad, ha generado división interna.
El grupo parlamentario se encerró para tener una larga charla con su coordinador, Fernando Palomino, luego de que éste firmara junto con Fernando Gómez Esparza y Gabriel Arellano un desplegado donde expresaba su descontento con la designación. En las entrevistas que concedió sobre el tema, Palomino mostró un semblante más serio de lo normal y fue claro al mandar el mensaje que el priísmo más rancio ha sostenido: que se requiere trabajar en la unidad y que la decisión debe ser tomada por mayoría.
Pero también dejó entrever que puede estar cercana su renuncia a la coordinación de la bancada, lo cual no resulta impensable al ver las caras de felicidad y entusiasmo que los “Lozano boys” trajeron todo el día y el encuentro que en el pasillo tuvieron con Francisco Guel.
Palomino se reunió ayer al mediodía con Isidoro Armendáriz en una cafetería al norte de la ciudad y hoy, tanto el dirigente priísta estatal, como Palomino, Lorena Martínez y Fernando Gómez asistirán a otra reunión, a la par de la del CEN, que ratificará la selección de convención de delegados como método para elegir candidatos.
Toda la fama de buen negociador con la que llegó el delegado del CEN del PRI, Manuel Cavazos se fue por la borda al dar el resultado de la “encuesta fantasma”, con la que se designó a Lozano como candidato a la gubernatura.
Ahora, aseguran, ya no es zanahoria para los perdedores, es decir, ya no está tratando de ofrecerles puestos, contratos, prebendas. Ahora ya pasó al garrote, con amenazas, si no se alinean. En concreto, contra el alcalde Gabriel Arellano, a quien, aseguran, ya le dijeron que mejor por las buenas deje las cosas como están o si no, podría sentir todo el rigor de la cola del dinosaurio.
La reunión de ayer entre los regidores de la capital y el senador con licencia (porque todavía no es precandidato hasta que se inscriba), Carlos Lozano de la Torre, dicen que transcurrió en los mejores términos.
Ahí estuvieron los “Lozano boys” y los lorenistas, contando como testigos de honor el delegado del CEN, Manuel Cavazos Lerma y la secretaria general del partido, Elsa Amabel Landín, quienes presenciaron la firma de una carta de respaldo a Lozano. Esto, por si las moscas de que le quieran quitar el espacio ganado en la dirigencia nacional (porque en las encuestas no nos consta).
A esta reunión llamó la atención que no asistieran quienes respaldan la candidatura de Arellano, como Eloy Reyna Rendón y el recientemente autonombrado tricolor, Enrique López. Los demás ediles no pidieron ni recibieron aún nada, pero cada uno dijo estar convencido de que Lozano va para gobernador y Lorena para la alcaldía.
Y en el PAN, parece que las preferencias del aspirante Raúl Cuadra por uno de sus compañeros de partido, estaría por cuajar. Como la elección interna del PAN está tan porosa como una piedra poma, se filtró la información de que la negociación del gobierno con el CEN sería ofrecer como dupla de Cuadra a José Luis Novales, sí, al que Calderón ya no saluda más. Por eso parece extraña esta filtración, cuando semanas antes se supo que Fernando Herrera tendría las simpatías del panismo para esa candidatura.
“¿Y qué tal si nos aliamos con el PAN?”, soltó a bote pronto Armando López Campa en una reunión con miembros del DIA. No sabemos qué traiga entre las manos este político que en cuanto a mañas, se las sabe todas. Por eso, el resto de los miembros del DIA, para no arriesgar, de inmediato le pusieron un alto con la simple pregunta ¿Cuál es el argumento en Aguascalientes para aliarse con el PAN? Que claro que López Campa no pudo dar un argumento ni medianamente sólido, que no fuera el de las cuotas para él y sus cuates.
Ayer sesionó el Comité estatal del PAN y de dicha reunión salieron varias cosas interesantes. La primera es que todo apunta a que la convocatoria del PAN obligará a toda la bola de chapulines y burócratas a dejar sus encargos a más tardar el 25 de febrero, con lo que se espera una desbandada del hato panista, pero en grado superlativo.
Además, de la sugerencia que saliera desde el gobierno estatal para amonestar por rijosos a los diputados Jaime Gallo, Jaime Pérez, al senador Rubén Camarillo y al aspirante Martín Orozco, quedó en un simple “les vamos a recomendar que se mesuren” de parte del presidente del CDE local, Arturo González.
Por otro lado, se supo que las convocatorias que vienen desde el CEN nacional del PAN llegarán hasta el miércoles y no mañana como estaba previsto, esto por un retraso en la agenda de la reunión del consejo nacional del PAN en el DF.
En el Sindicato del IMSS tuvieron que cambiar, candados, chapas y cerrojos, después de que el controvertido ex líder sindical, Jorge Gaytán Galindo entrara de puntitas el sábado pasado por la noche, para sacar sus pertenencias de su antigua oficina, a fin de evadir la cascada de insultos de trabajadores, a quiénes presuntamente estafó y que el jueves pasado se amotinaron en la sede sindical armados con pancartas y consignas “ratero devuélvenos nuestro dinero”. Ayer lunes, que los trabajadores iniciaron sus labores, se percataron de que la ex oficina de Gaytán había sido vaciada, por lo que se convino el cambio de todas la cerraduras.