Usualmente, se daban tras el quinto informe de gobierno. Con los nuevos tiempos, y las “sucesiones adelantadas”, las encontramos con mucha mayor anticipación. Pero cuando los gobiernos y los actores políticos entran en la paranoia, las cosas se pueden poner verdaderamente feas. Nos referimos a las traiciones políticas, de quienes dicen estar en un determinado grupo político, y que conforme se acerca el inicio de un nuevo sexenio (o trienio, o lo que caiga), súbitamente se dan cuenta de que sus lealtades de toda la vida estuvieron en otro grupo, o incluso, en otro partido.
En el seno del gobierno estatal, los grupos se señalan entre sí. Los favoritos, hasta ahora, para ser acusados han sido Florentino Reyes Berlié y Ventura Vilchis, a quienes acusan de “Orozquistas”. Pero tampoco les faltan enemigos conspiracionistas a Armando Jiménez San Vicente, Alejandro Bernal Rubalcava, o Ángeles Aguilera, entre muchos otros, que han tenido que “sobrevivir”, auténticamente, el sexenio. Las desconfianzas las sufren, también, rectores de universidades y dirigentes de órganos “autónomos”. No tarda mucho en que los desencuentros de palacio se comiencen a ventilar.
Pero entre los otros grupos no cantan mal las rancheras. Tras la demostración de fuerza que ha dado el luisarmandismo últimamente, no han sido pocos los “orozquistas” que, con la cola entre las patas, han seguido la marcha de Arturo González y compañía.
En el caso del PRI, en el gobierno municipal los traidores también están en casa. Siempre lo han sabido, y casos como el del helicóptero los han confirmado. Pero las diferencias internas, también quieren resolverlas con acusaciones de traición, que constantemente apuntan a la diversidad de grupos que ahí conviven: olivaristas, granadistas, lorenistas, “patistas”, los recién creados ccapamistas y los herederos de Augusto Gómez Villanueva. ¿Se acordarán de que son también priistas?, pregunta un militante de la vieja guardia.
Incluso en los equipos de Carlos Lozano y Lorena Martínez, las sospechas están a la orden del día. Y es que hay una gran cantidad de personas que le juegan a los 3, nos señalan, o que fingen su verdadera postura. En fin.
“El error de Paty Muñoz fue no darles el dinero que pedían”, sentenciaron, a la ligera, en el equipo de Lorena Martínez, tras los resultados electorales del pasado 5 de julio. Ello, en referencia a la negativa de la empresaria hidrocálida de pactar con “líderes de opinión” que le pedían las perlas de la virgen para apoyarla. Algunos, que se habían entusiasmado con “la Martínez” como la opción de cambio más consistente en Aguascalientes, preguntan a La Purísima, ¿Y este equipo es el que hará las cosas de manera diferente?
Finalmente, Paty se sostuvo en su decisión de no pactar, y aunque muchos todavía analizan “la derrota”, en su círculo más íntimo preguntan: ¿Hace cuántos años que el PRI no era tan competitivo en ese distrito?
Y a propósito de Muñoz, en días próximos este diario ofrecerá a usted una exhaustiva entrevista con la cada día más priista empresaria, en la que habla sobre las razones que la han llevado a permanecer en la lucha política, luego de una candidatura ciudadana fallida, que bien pudo haberla orillado a la desilusión y el desánimo, al haber sido derrotada por el que ella misma define como “el candidato oficial” de Luis Armando Reynoso al gobierno estatal.
Como en la prepa, Efraín Castillo Valadez, alcalde de San Francisco de los Romo, parece haberles prometido a sus cuates de butaca trabajo si le iba bien en la vida. Resulta que hasta aquel municipio se llevó a sus “cuates” de la legislatura anterior, Maurilio Elizondo y Salvador Cabrera, según información que llegó a esta redacción. Habrá que corroborar qué cargo, con qué salario y si estos dos ex diputados efectivamente van a trabajar a aquel municipio todos los días.
Pero las puertas de aquella alcaldía no se abrieron únicamente para los compañeros de banca y de, por momentos, de bancada (pues Castillo fue panista toda la legislatura, luego renunció, se fue al PVEM para hacerse alcalde, luego renunció y se “devolvió” al PAN y Elizondo primero fue panista, luego independiente o luisarmandista cuando aquel conflicto de la deuda millonaria y Chava siempre ha sido Verde) sino que también el ex subsecretario de gobierno del estado, Rubén Moreno Verdín se ganó un huesito bajo la sombra del alcalde “verde aqua” como se le conoce ya a Castillo Valadez.
Nos comentan que hay la sospecha de que Moreno Verdín no está allá por el salario, no, sino que se presume que a través de la notaría de su esposa está escriturando las casas de varios fraccionamientos en aquel municipio. Si bien, el empresario puede contratar a quien se le pegue la gana para escriturar, gente de “San Pancho” tiene la sospecha de que, para otorgar los permisos de construcción, ese pudo haber sido uno de los arreglos.
P.D. Es viernes y hoy toca; toca el curso de Derechos Humanos y la Libertad de Expresión, en el Tecnológico de Monterrey, campus Aguascalientes, co-organizado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos y esta casa editorial. Nos vemos a las 5.