Desprecio - LJA Aguascalientes
15/11/2024

n el mapa de la epública política Aguascalientes es una pieza menor, morralla que se deja al final de la mano para intercambiarla junto con cualquier otra baratija. Por sus características geográficas, por la cantidad de votos que representa su población, por su participación en la economía nacional, el estado vale poco, así que el futuro candidato a gobernador, tanto del PRI como del PAN, surgirá de la negociación que realicen las cúpulas partidistas, una vez que se repartan las posiciones importantes. A lo más que aspiran los políticos locales es a colocarse en la parte más alta del montoncito de centavos y así lograr estar en la jugada.

Esa imagen deplorable de Aguascalientes es una certeza de los
políticos de la entidad, los pretendientes a gobernador, diputaciones
locales o alcaldes lo discuten entre sí, hace poco tuve la mala fortuna
de atestiguar una conversación de este tipo, dos posibles candidatos a
presidente municipal se explicaban las oportunidades reales que tenían
cada uno; en la conversación que tenía como centro un cargo de elección
popular jamás se mencionó a los electores, ellos no juegan. Es posible
que uno de los que conversaba en esa mesa sea el próximo alcalde de la
capital, triste, pero así es, nuevamente gobernará alguien que en el
fondo siente un enorme desprecio por la entidad.

Lo peor de este desprecio no es la avaricia que impulsa sino la
ignorancia que oculta, ya que una vez en el cargo no tendrá ningún
sentido intentar cambiar el status morrallero de Aguascalientes en el
panorama político, quizá intente algo por mejorar las condiciones
generales del municipio o del estado, pero obtenido el triunfo, ¿qué
sentido tendría transformar el contexto que le permitió asumir el
poder?, no sólo eso, cómo hacerlo cuando se tiene esa imagen de
Aguascalientes.

Visto así, el panorama es desolador funciona como explicación al
recorte del presupuesto a la Universidad Autónoma de Aguascalientes,
¿cómo defender lo que desdeñan? Los jóvenes más talentosos, los
maestros más dedicados, los profesionistas comprometidos que conozco
tienen una característica común: están relacionados con la Universidad
y los distingue la inteligencia, valor que para los políticos locales
no sirve porque no forma parte de las herramientas necesarias para
jugar a la política, basta con la astucia.

El desprecio por el conocimiento les permite traicionarse y violar
las leyes, de dientes para fuera pueden declarar que es una obligación
moral no permitir los recortes presupuestales a la UAA, eso basta para
quedar bien en la nota del día, pero no recuerdan que al permitir el
descuento estarían violando el decreto 13 del 24 de diciembre de 2007
publicado en el Periódico Oficial del Estado en el que se establece la
obligatoriedad de aumentar anualmente el subsidio a la Universidad
(nota de Jennifer González, del 30 de octubre, La Jornada
Aguascalientes); por ese mismo desprecio al conocimiento es que Luis
Armando Reynoso se puede sacudir la responsabilidad de cumplir con la
ley declarando que “podemos bajar más recursos” de la federación
mientras propone un alza en gastos de telefonía celular, pasando de un
millón 135 mil pesos a tres millones 75 mil, incremento de 170.9 por
ciento, queda claro cuáles son las prioridades, qué más da apoyar a la
generación de conocimiento cuando se tiene suficiente saldo para
convocar al grupo musical que ameniza las fiestas del gobernador.

Ese desprecio generalizado en la clase política se traduce en el
espanto que provocaron las declaraciones del rector de la UAA, Rafael
Urzúa Macías, cuando en su protesta por los recortes calificó de “circo
indigno” la situación política del país y convocó a los legisladores a
ser congruentes, generosos, con la formación que recibieron de esa
institución; pero es tal tamaño la tontería de los políticos que como
respuesta se han dedicado a investigar quién fue el responsable del
boletín de prensa con que la Universidad defiende su presupuesto,
tratan de llevar la discusión al campo donde se sienten seguros: la
insidia, el rumor, la descalificación mediante boletines de prensa.

No está de más reiterar que Aguascalientes no es esa entidad
morrallera con la que juegan los políticos, no cuando las noticias a la
que se les da valor tienen que ver con las renuncias de los aspirantes
a cargos públicos o el tope de campaña para gobernador en diez millones
de pesos, resulta indispensable recordar qué motiva el orgullo de
quienes habitamos esta ciudad, este estado, para no permitir que el
escándalo de corral con que Lorena Martínez y Carolina Rincón discuten
sobre quién es dueña de la verdad, o cualquier otro escandalito
electorero, haga a un lado la obligación de cumplir con la ley y
otorgar a la Universidad los recursos que merece.

En este sentido es que me permito repetir la pregunta de la
editorial de La Jornada Aguascalientes del 3 de noviembre: ¿en dónde
está la comunidad universitaria?, más allá de etiquetas como izquierda
o derecha, por encima de intereses personales, incluso si no se es
egresado de la UAA, para que Aguascalientes no siga siendo considerado
morralla es indispensable valorar la generación de conocimiento como
impulso indispensable del desarrollo de la entidad, no se puede
permitir el recorte a los recursos de la Universidad.

[email protected]


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Director editorial de La Jornada Aguascalientes
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