El crimen organizado ha avanzado sistemáticamente en el control del territorio nacional como consecuencia de la estrategia de seguridad del actual gobierno, afirman expertos en seguridad pública.
Reforma (06.03.24) organizó una mesa para discutir la seguridad con Eduardo Guerrero, director de Lantia Consultores; Ernesto López Portillo, coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de la Ibero, y Carlos Mendoza, consultor en temas de seguridad pública.
Los expertos intercambiaron sobre diversos temas relacionados con la seguridad y de éstos retomo dos: la presencia y expansión del crimen organizado en el territorio y las demandas que hacen a las candidatas y el candidato a la presidencia de la República sobre el tema de la política pública en seguridad.
Guerrero sostuvo que “estamos en un estado de rompimiento, de ingobernabilidad muy grave en varias zonas del país, donde ya no es un tema estrictamente de seguridad, sino de gobernanza democrática donde (el crimen) se está apoderando también de los órganos electorales a nivel estatal, donde están imponiendo candidatos, donde están teniendo control territorial, donde hay extorsión o cobro de piso. Esto es el corazón del problema”.
“Mientras no utilicemos la evidencia y las metodologías para evaluar las condiciones de las políticas públicas, sus procesos de implementación, presupuesto o resultados y su impacto, no habrá resultados. La médula del problema, es cómo ha ocupado los territorios la gobernanza criminal y ahí es donde preguntaría a las candidatas o candidato ¿cómo definirían ese problema?”, planteó López Portillo.
Para Mendoza “lo primero que se tiene que hacer es controlar el territorio y después (…) que el Estado haga presencia para poder emprender procesos de paz (en zonas tomadas por el crimen). La narrativa de atender las causas (de la violencia) ha sido muy banal (…) implica una correlación directa entre, por ejemplo, falta de educación e inseguridad, problemas de pobreza e inseguridad y por lo tanto es atendido con políticas generales de salud, seguridad social, de atención a grupos menos favorecidos como si eso fuera a resolver la inseguridad”.
Los tres coinciden en señalar que las candidatas y el candidato deben ofrecer propuestas creativas basadas en la ciencia y la evidencia para arrebatar el territorio ahora en manos del crimen organizado que tienen lazos fuertes con liderazgos comunitarios en las diversas regiones. Plantear cuál es la propuesta para pacificar al país y para reducir los niveles de impunidad que por décadas ha imperado en México.
Sobre el papel del Ejército plantean que no se trata de hacerlo a un lado en los temas de seguridad, pero sí especificar puntualmente las funciones que debe de cumplir, que entre otras debe ser contribuir con sus aparatos de inteligencia criminal. La Guardia Nacional (GN) debe ser un cuerpo civil como lo señala la Constitución. Debe haber políticas que respondan a la realidad de las regiones.
Las propuestas de las candidatas y el candidato deben partir del diagnóstico del “tamaño del fracaso de las políticas públicas que han sido implementadas” en el actual gobierno. La estrategia de “los abrazos, no balazos fue fatal porque dio luz verde a las organizaciones para expandirse”. Están ahí los resultados.
@RubenAguilar