En su momento los dinosaurios dominaron el planeta, pero no arrasaban con bastas áreas de vegetación, ni mataban a sus presas por placer, a diferencia del homo-sapiens, cuyo raciocinio lo coloca en nuestros tiempos, como la especie dominante de la Tierra y también como su principal depredador.
Pese a las frecuentes protestas de la Tierra, en forma de devastadores desastres naturales, el hombre continúa su marcha por el mundo cubriendo de concreto el suelo, envenenando el aire y contaminando el agua con toda clase de agentes químicos ignorando los avisos de una, y tal vez no tan lejana, catástrofe mundial.
Pero ante lo que se distingue como un futuro desesperanzador y apocalíptico, los esfuerzos de la sociedad civil organizada por generar conciencia entre las autoridades gubernamentales y la población para detener las constantes agresiones al ambiente constituyen una luz al final del camino.
Un oasis en el asfalto
La Pona es un bosque natural de mezquite de más de 45 hectáreas, enclavado en la zona oriente de la ciudad.
Este terreno cuyo perímetro total es de 2 mil 697.7 metros, alberga árboles de aproximadamente doce metros de altura con un ancho de copa de 3.5 metros y un promedio de 150 años de edad, siendo el mezquite la especie arbórea predominante del lugar con un 78%, así como 24 especies de plantas y 72 tipos diferentes de animales, principalmente aves.
La Pona recibe los escurrimientos del arroyo San Pascual, lo que lo convierte en uno de los principales sitios de recarga del acuífero dentro del valle de Aguascalientes, además de que por su masa arbolada contribuye a atenuar el paisaje gris de la ciudad, a amortiguar y disminuir el ruido, a retener partículas suspendidas en el aire, a regular el clima al evitar el incremento de la temperatura ambiental por la absorción de los rayos solares.
S.O.S. La Pona en peligro
S.O.S. Mezquitera La Pona, es un colectivo de organizaciones civiles del estado de Aguascalientes, que surge a partir de la imperiosa necesidad de rescatar de las manos de empresarios constructores este predio, cuyas características lo convierten en un invaluable tesoro ecológico para nuestra ciudad.
La lucha por defender este importante lugar, inicia en el año 2001, a partir de la denuncia realizada por el Centro de Promoción y Asesoría Comunitaria (CEPACOM), por el cambio de uso de suelo de esta área y la intención de sus nuevos propietarios de edificar un centro comercial y un fraccionamiento habitacional, con lo que se logra detener lo que a todas luces podía ser un crimen ecológico de importantes dimensiones en perjuicio de la sociedad aguascalentense.
Luz María Valdivia Moreno, coordinadora de S.O.S. Mezquitera La Pona, señala: es cierto que los terrenos son particulares, pero también son de interés público porque es un bosque de mezquites natural que nos ofrece varios servicios ambientales, pero que además, es una zona de recarga del acuífero muy importante, siendo esta la parte que más nos importa a nosotros como asociación -todo pues-, pero esto es fundamental y lo hemos tratado de explicar, porque luego nos dicen, vamos a construir pero también vamos a plantar más árboles, y bueno, no nada más es esto, quitar y poner árboles, es una zona de recarga que si se construye allí va a ser muy difícil que el agua pueda llegar al acuífero, va a ser como una resbaladilla que llevará el agua hacía Alameda, y las inundaciones que son muy importantes en esta zona, crecerán.
Aunque La Pona tiene la categoría de zona de reserva ecológica desde 1995, la amenaza de ser modificada e incluso de desaparecer persiste, debido principalmente a intereses económicos de sus actuales propietarios, empresarios de Monterrey, y a la falta de decisión y voluntad del gobierno estatal para avalar la iniciativa de declaratoria de este predio como área natural protegida, realizada por el gobierno municipal el 17 de marzo de 2010.
Al respecto, Luz María Valdivia comenta: Ha sido un proceso complicado ya que la ley es ambigua en el sentido de declaración de área natural protegida, tiene muchos huecos que no nos han permitido determinar claramente a qué nivel de gobierno le compete hacer la declaratoria, hemos tenido reuniones con el jurídico de ambas instituciones en donde se han mostrado los expedientes mutuamente para ver cuál es la estrategia, el camino o la línea a seguir conforme a la ley, de manera que cuando se haga la declaratoria sea tan contundente que no haya manera de echarse para atrás. Estamos en un momento importante en el que se va a notar, a evidenciar si hay voluntad o no para otorgar la declaratoria.
El Colegio de Biólogos, Conciencia Ecológica de Aguascalientes, el Centro Ecológico Los Cuartos, Greenpeace Aguascalientes, Periodismo para Elevar la Conciencia Ecológica (PECE) y el Centro de Asesoría y Promoción Comunitaria (CEPACOM), son algunas organizaciones civiles que integran el colectivo S.O.S. Mezquitera La Pona, que de forma horizontal y consensuada para la toma de decisiones, han trabajado exhaustivamente por conseguir e integrar los elementos justificativos para lograr la declaratoria de La Pona como área natural protegida.
A la fecha, el gobierno del estado cuenta con los elementos suficientes que justificarían la declaratoria de área natural protegida, los cuales fueron presentados en un documento denominado Estudio Técnico Justificativo, en cuya elaboración multidisciplinaria participaron instancias del gobierno municipal y estatal, como la Comisión Ciudadana de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Aguascalientes (CCAPAMA), el colectivo S.O.S. Mezquitera La Pona y especialistas en materia ambiental de reconocido prestigio en el país.
Así las cosas, el destino de esta valiosa joya natural de nuestra ciudad depende de la voluntad política y la sensibilidad del actual mandatario estatal -quien por cierto está a unos meses de concluir su administración-, por lo que su decisión de apoyar la iniciativa que evitaría la extinción de este hermoso paraje citadino, ratificaría el dicho de que más allá de cualquier creencia dogmatica o superstición, todo es posible en esta vida.
El Mezquite, árbol proveedor
El nombre de mezquite proviene de la palabra de origen náhuatl misquitl.
Registros arqueológicos ubican al mezquite en México como alimento humano, utilizado por los indios chichimecas y los colectores de comida que vagaban por las montañas de San Luis Potosí recogiendo las vainas de este árbol, las cuales se comían como fruta fresca o conservaban en una solución hecha de su propio jugo dulce.
El mezquite es un árbol o arbusto que fija el nitrógeno, pertenece al género Prosopis (fabaceae), y se encuentra en medio millón de hectáreas entre México, Perú, Chile, Argentina, Brasil, en la región Sahel del Sahara en África, Haití, Pakistán y en las partes áridas de la India.
Experimentos tecnológicos en alimentos han demostrado el potencial de las vainas de mezquite en la preparación de alimento humano y poseen un alto valor nutricional. El pericarpio grueso y esponjoso es rico en azúcares, las semillas contienen grandes cantidades de proteínas.
Este árbol es altamente funcional en el contexto urbano, ya que aporta grandes servicios ecológicos al mejoramiento de la calidad de vida urbana, permitir que un grupo de empresarios y políticos rapaces nos arrebaten y destruyan este pequeño oasis, será un grave atentado a la vida de quienes hoy habitamos esta gran ciudad en donde se tienden puentes que nos conducen al desfiladero.