Por un lado hemos crecido en una sociedad que en caso latinoamericano ha basado su idea de familia en un modelo judeocristiano donde la sexualidad es un tema tabú, un tema prohibido, el último de los temas de comunicación e información familiar o educativa, de ello no hablamos o “no debemos hablar”, no debemos cuestionarla, solamente debemos ejercerla para “reproducirnos”, y por supuesto, dependiendo de nuestro sexo, edad o estatus, dependerá la “permisividad” para su “expresión”, misma que deberá cumplir ciertos “parámetros” y ciertos cánones, y todo aquello que esté fuera de esta respuesta esperada será atípico o “anormal”.
Sin embargo la sexualidad es mucho, ¡pero mucho más!, debemos agradecer a las y los teóricos y estudiosos que en el último siglo, y más en las últimas décadas, han aportado elementos fundamentales para su estudio y análisis que confluyen en que la sexualidad es una de las manifestaciones más importantes y vitales de la humanidad: la sexualidad es fuente de vida, de placer, de realización y de amor en cualesquiera de sus connotaciones: adhesión, afecto, cariño, ternura, etc., por ello es indispensable cuestionarla, entenderla y vivirla, porque si no, pude convertirse en todo lo contrario, en fuente de dolor, soledad, depresión o frustración.
Generalmente este camino –el de cuestionar, entender y vivir la sexualidad- es difícil de transitar –y más si carecemos de formación e información-, en muchas ocasiones nuestros deseos o nuestros impulsos pueden ser contrarios o “poco tradicionales” con respecto a los que “nuestra” sociedad o entorno “espera”, también muchas veces nosotros mismos podemos encontrar cierta confusión o contradicción con respecto a nuestras preferencias o afectos, por ello, en la mayor parte de los casos, vivimos nuestra sexualidad de manera íntima, y no es sino hasta que encontramos cierta empatía con otras personas que empezamos a compartir, posiblemente en un entorno muy estrecho y reducido, privado, ciertas expresiones de nuestra sexualidad, generalmente este entorno es nuestra familia y nuestras amistades.
En otras entregas de la sección de viernes de sexo que acertadamente publica La Jornada Aguascalientes cada viernes, otras compañeras y compañeros han tomado el tema de los Derechos Sexuales, considerados vitales, inherentes e inviolables. Con ellos todas y todos podemos vivir una sexualidad libre, placentera y responsable. Éstos vienen contenidos en la Declaración del XIII Congreso Mundial de Sexología de 1997 en Valencia, España, y revisados y aprobados en el XV Congreso Mundial de Sexología de 1999 en Hong Kong, China, y la cual inicia con el siguiente preámbulo:
La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de necesidades humanas básicas como el deseo de contacto, intimidad, placer, ternura y amor.
Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad, dignidad e igualdad inherentes a todos los seres humanos. Y dado que la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano básico, pues es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social.
Para asegurar el desarrollo de una sexualidad saludable en los seres humanos y las sociedades, los derechos sexuales siguientes deben ser reconocidos, respetados, ejercidos, promovidos y defendidos por todas las sociedades con todos sus medios.
Derecho a la libertad sexual; Derecho a la autonomía, a la integridad y a la seguridad sexual del cuerpo; Derecho a la privacidad sexual; Derecho a la igualdad sexual; Derecho al placer sexual; Derecho a la expresión sexual emocional; Derecho a la libre asociación sexual; Derecho a la toma de decisiones reproductivas libres y responsables; Derecho a la información sexual basada en el conocimiento científico; Derecho a la educación sexual integral; y Derecho a la atención de la salud sexual.
El Derecho a la privacidad sexual es la legitimación de las decisiones y conductas individuales realizadas en el ámbito de la intimidad, siempre y cuando no interfieran con los derechos sexuales de otros. El Derecho a la expresión sexual emocional abarca más allá del placer erótico o los actos sexuales y reconoce la facultad a manifestar la sexualidad a través de la expresión emocional y afectiva como el cariño, la ternura y el amor.
Si bien es cierto que en México es difícil que los derechos sean efectivos, es mucho más difícil —por no decir que imposible— que los derechos de nueva generación se vuelvan una realidad cuando son requerimientos básicos que la sociedad global demanda y van encontrando respuestas aisladas en los diferentes gobiernos, en sus instituciones y en sus marcos jurídicos que van creando o modificando.
Por ello en días pasados encontramos dos excelentes referentes de avance en Aguascalientes, el domingo 13 de junio, leímos con agrado el titular de La Jornada Aguascalientes: “Sanciona el ITEA a la PGJE por revelar datos de detenido / La sanción es por revelar datos personales”1, ¡al fin alguien hizo algo al haber sentido un aguascalentense violentado su derecho a la privacidad!
En ese sentido aún nos falta mucho por hacer desde la trinchera de la sociedad civil o gubernamental para quienes hemos participado en diferentes movimientos para la apropiación de derechos en la ciudadanía, por ello es reconfortante ver que órganos reguladores –como en este caso el Instituto de Transparencia del Estado de Aguascalientes, ITEA- respondan de manera pronta y expedita, habrá que investigar cómo concluye el caso y conocer cuáles son los argumentos de la autoridad para justificar la entrega de datos que este ciudadano consideró personales, o como bien lo maneja la literatura en el tema de transparencia: datos sensibles.
En la semana siguiente, y gracias a la conferencia de prensa realizada por diversos grupos de la sociedad civil y la Comisión Estatal de Derechos Humanos para promocionar la Novena Marcha del Orgullo LGBTT en Aguascalientes, conocimos que la CEDH emitió la recomendación número 13 del año por violaciones a la libertad personal así como a la intimidad personal.
“Hechos: Los reclamantes ambos del género masculino, señalaron que el 28 de agosto de 2008, a las 9:30 p.m. se encontraban el estacionamiento del Cinépolis Norte dentro de un vehículo, que X le dio un regalo a Y ya que era su aniversario por lo que se dieron un abrazo y un beso en la mejilla; que en eso se paró una patrulla atrás del vehículo en el que estaban, el oficial le solicitó se bajaran y se identificaran y les informó que habían violado las leyes morales, por lo que los iba a remitir a la delegación Morelos; que uno de los reclamantes trató de avisar vía teléfono celular de que iba a ser detenido y el oficial trató de arrebatarle el celular y le dio un golpe en el pecho por lo que se asustó.
Pidió refuerzos, llegando al lugar seis policías que procedieron a la detención de los reclamantes y los trasladaron al complejo de seguridad pública, que en el estacionamiento les tomaron unas fotografías obligados por el oficial aprehensor y al cuestionarlo sobre tal hecho dijo que eran para el propio complejo de seguridad pública, pero luego salieron publicadas unas fotografías de los reclamantes en el Seminario Policíaco denominado “Tribuna Libre”, en donde narraron los hechos que motivaron la detención así como sus datos personales.
Recomendaciones: Al Director de Asuntos Internos para que en términos del artículo 553 fracción III del Código Municipal de Aguascalientes inicie de oficio investigación por la violación a los derechos humanos de los reclamantes.
Para el Presidente de la Comisión una vez consignada la investigación por el Director de Asuntos Internos inicie procedimiento indicado por el artículo 618 del Código Municipal de Aguascalientes para aplicar las sanciones procedentes a los servidores públicos municipales” 2.
Sin duda alguna, ambas noticias constituyen un avance para la protección del derecho a la intimidad, la privacidad y la expresión sexual, si bien es cierto que son pocas las instancias públicas que en México se dedican a la promoción y difusión de los Derechos Sexuales es importante que empecemos a identificar a aquellos organismos que han van haciendo lo propio para lograr el objetivo de introyectar éstos y otros derechos en la ciudadanía mexicana.
Por ello la publicación o publicidad de información o datos que no estamos dispuestos a otorgar o a hacer públicos debe ser sancionado, cada quien tendrá sus razones y motivos para decidir –más allá de su orientación sexual, ¡por supuesto!-, sin embargo lo que como ciudadano aguascalentense y como gay puedo aseverar es que la publicación de datos sensibles como la orientación sexual o el haber cometido –si es que no fue una fabricación- alguna falta administrativa que atentara contra la moral pública y las buenas costumbres en alguna publicación local ha mermado en más de una ocasión la dignidad de alguna persona y otras tantas acabado con sus relaciones familiares, laborales y sociales en este conservador Aguascalientes. Es increíble ver que en lugar de que se vayan extinguiendo este tipo de publicaciones que más allá de no ser objetivas violen una serie de principios y garantías que se suponen protegidas por la Constitución, ¿cuántas veces habrá algún integrante del sector de la diversidad sexual ha tenido que cambiar de residencia, trabajo u hogar ante una publicación inesperada y dramatizada?, ¿cuántas veces habrá visto truncado algún proyecto por dicha publicación?, ¿cuántas veces se habrá violado el derecho a la intimidad sexual?, ¿cuántas otras se habrá cometido alguna injusticia por el ejercicio del derecho a la expresión sexual emocional?
Sin duda alguna podremos hacer muchos cuestionamientos más y no encontrar respuesta, no nos queda mas que reconocer que aún nos falta mucho por lograr: que las y los ciudadanos nos apropiemos de nuestros derechos, que vivamos nuestra sexualidad de manera libre, responsable y placentera, que los medios de comunicación cumplan su función social de informar y comunicar de manera objetiva, que los órganos garantes de nuestros derechos sean consecuentes, en fin, no nos queda mas que invitar al debate para construir una sociedad más justa y con mayor equidad, por el momento va una felicitación para el ITEA y la CEDH por abonar en este difícil camino de la construcción de Derechos en Aguascalientes, en verdad, una franca felicitación.
1. Nota de Jennifer González.
2. Recomendación 13/10. Fecha: 17 de junio de 2010. Expediente 224/08
