Este viernes 4 de junio fue mi último día de trabajo en Grupo ACIR, la estación hoy se llama 1050 Noticias, pero siempre será XEDC, ya que lo único que nunca cambiará de una estación de radio son precisamente sus siglas, las mismas que había venido vistiendo desde el primero de diciembre de 1994, las que me arroparon y tal vez hasta hace unos días me tenían como en una especie del mobiliario, pero el ciclo ha llegado a su fin, se cerró y ahora quiero hacer un breve recuento de lo ahí transitado, tal vez requiera más espacio del que estoy pensando, pero trataré de sintetizar lo mayormente posible.
Durante estos quince años y medio he tenido la oportunidad de sumar, de proponer, de ser escuchado, de ser valorado, pero sobre todo de encontrar amigos, mismos que conservo y llevaré por el resto de mis días como compañeros, colegas, aliados y en ocasiones cómplices. Aunque también existieron momentos non gratos, de esos no quiero acordarme, pues han sido parte de la enseñanza, de un aprendizaje de vida y de carrera profesional.
Cuando llegué por primera vez a la cabina, ubicada en la calle de República de Uruguay comencé a disfrutar de una profesión que ha sido mi vida, el micrófono es un aliado, un elemento para platicar, conocer gente, transmitir ideas y formas de pensar, recrear instantes vividos y hasta muchos irreales, salidos de la imaginación de quien tiene en su voz el instrumento de la utopía, de los sueños y por qué no, también de la verdad cruda.
Fue Agustín Morales Peña quien me dio el sí, tras casi un año de vueltas a su oficina de La Casa de la Radio, audicioné en el 93, pero el turno que me tocaría chocaba con mi otro trabajo – D.J. de The Station, el bar de moda en Aguascalientes en aquél tiempo- así que esperé paciente, cuando se dio mi ingreso comencé a cubrir vacaciones de los locutores de XEAC -La A Grande, hoy Ke Buena-, de XEAGA -La Folklórica, hoy Bonita- y de XEDC -Radio ACIR, ahora 1050 Noticias-, eso fue a principios de noviembre y el primero de diciembre, por fin, mi plaza, la cual pude compaginar sin problemas con mi otra chamba.
Sin duda épocas que marcaron a la radio local, una estación innovadora con gente talentosa y creativa, con ideas que iban y venían por los pasillos, con proyectos realizables al aire que atraían a la audiencia cada día con mayores dígitos.
Recuerdo que Rodrigo Romo abría cabina, enlazaba a Guillermo Ochoa de las seis a las ocho de la mañana y luego complacía hasta las diez, Charis González llegaba de diez a dos, teniendo de inicio un programa de complacencias con el famoso "por quién votas", luego dos horas de programación musical y de una a dos complacencias, en ese momento se enlazaban vía satélite Los Protagonistas con José Ramón Fernández, terminaban a las tres y media y entraba Ricardo Barajas con música, de cuatro a cinco tenía complacencias y su última hora de nuevo era musical, daban las seis y entraba yo, "por quién votas"una hora, luego dos horas de programación musical y de nueve a diez de la noche más complacencias.
El tiempo fue moviendo los hilos y los cambios de programas se fueron dando los "por quién votas" se convirtieron en "El Combate Submarino" el cual conducía el camarada Joakinov Chavizki Pereztroika y las complacencias de la noche dieron paso a "El Patio de Cuadrillas", un programa de comentarios con temas variados que de inicio proponía yo, pero con el tiempo los escuchas marcaron la pauta y aportaban de gran manera los contenidos.
Los sábados estaba a las once el "Conteo ACIR" que conducía Charis y a la una Don Guillermo Brand aparecía con su "Coctelera Semanal", programa al cual nos invitó tanto a Charis como a mí, luego, a la salida de Charis yo me quedé con el programa de la lista de popularidad. Antes de esto se dieron otros programas en donde, los domingos, al lado de Rodrigo, hicimos uno de los programas más divertidos en los que he tenido la oportunidad de estar: J.R. (Junior) era de dos a tres de la tarde y logramos sumar llamadas inimaginables en ese día y hora, nos vacilábamos entre nosotros y a nuestros compañeros de estación, empresa y hasta a los de enfrente les tocaba repartición.
A la salida de Rodrigo, por ahí del 97, desapareció el programa y al lado de Charis comencé otro proyecto, también dominical, este era de las nueve a las once de la mañana, se llamó Chachareo y era una especie de informativo cultural, mezclado con complacencias y otros enjuagues. También con Barajas hice un programa al alimón, también de gran éxito radial, se trataba de una hora de bromas telefónicas que los propios escuchas nos solicitaban, tenía por nombre Sorpréndete y al cumplir su ciclo, también Radio ACIR lo hacía.
En 1998 la estación cambió de nombre y de formato musical, La Nueva 10-50 era un hibrido pop grupero, radionovelas y no sé qué más, algo inentendible, nuestros y nuestras radioescuchas se unieron y recabaron más de mil firmas que llegaron a la estación solicitando el regreso de Radio ACIR, pero nada se pudo hacer, nuestros miles de oyentes, incluidos nuestros Clubs de Fans, emigraron, para colmo a la competencia.
Sí, teníamos Clubs de Fans, todos, Rodrigo, Charis, Ricardo, Luz Ofelia – quien cubría los descansos-, Ricardo Cruz – que llegó en lugar de Rodrigo- y yo. Claro que fueron buenos tiempos, pero allá quedaron. Cuando se fue Ricardo entró Hiram Castillo, que lo cambiaron de estación en el 2000 cuando apareció el nuevo concepto de la frecuencia, ahora era "Yo-Yo 1050", de nuevo pop, pero con una programación limitada. Llegaron nuevos compañeros como Abel Lazos, Mónica Rodríguez y Víctor Hugo Márquez, con quien conduje Yo-Yo-terapia de las nueve a las diez de la mañana, desde horóscopos, policiaca, sociales, entrevistas, en fin, una revista entretenida y de poca duración.
También pasaron en la estación, en su inicio Ana Aidé Calderón, Oscar Arredondo y Armando – cuyo apellido no logró recordar- también Alonso Santos tuvo intervención en la frecuencia y ya en la última etapa Miguel Ángel Jaime, Hiram Castillo, Alberto Ramos "El Pato" y Abel Lazos. También el grupo que administraba había cambiado su nombre y manera de operar, de ser Casa de la Radio se unió a Promomedios, llamándose Radio & Radio y antes de concluir el siglo XX ya estaba Radio Universal como el nombre oficial de las ocho emisoras, tanto las cuatro de la calle Madero, como las otras cuatro del fraccionamiento la Fuente.
Llego el mes de febrero del año 2002 y las cosas cambiaron de rumbo misteriosa y drásticamente, el viernes 1 despedí mi transmisión con una frase simple "nos escuchamos el domingo si no sucede otra cosa" el sábado descansé, fui a los toros a la Chona y el domingo 3 al llegar temprano a la estación me encontré con que no había discos y la computadora estaba descargada, frente de mí, en la pared estaba un letrero que decía "enlázate al satélite y deja correr la transmisión", lo mismo el lunes y el martes 5, dejé la cabina a las diez y unas horas más tarde recibí una llamada que me informaba que ya no era necesario presentarme al día siguiente pues la estación ya no iba a ser administrada por Radio Universal.
Antes de continuar con la cronología de la estación hasta este viernes 4 de junio me falta comentar algunas otras actividades que realice dentro del Universal, a finales de marzo de 1996 fui a la oficina de Don Agustín Morales Padilla con la finalidad de pedirle la oportunidad de entrar en el grupo de cronistas taurinos de la empresa, la respuesta fue inmediata y de manera positiva, – dirígete con Addiel Bolio y él te dirá qué hacer -, así lo hice y un par de días después de que comenzó la feria de ese año ya estaba al lado de Víctor Manuel Esquivel quien me arropó y me enseñó una gran cantidad de cosas inherentes a la crónica, me soltaba el micrófono para narrar banderillas, luego entrevistas y así hasta dejarme narrar algunas partes de faenas.
Don Víctor murió en marzo de 1999 y meses más tarde me sumé al trabajo con Don Addiel, con quien también logré abrevar, al grado de llevar en las temporadas de novilladas la voz cantante como cronista oficial y durante las ferias de los años 2000 y 2001 ser encargado de la producción de los programas Palco de Feria y Entremés Taurino, así como de las transmisiones desde la plaza, las cuales se transmitían en el 740, 860 y/o 950 de AM, además del 97.3 de FM. De igual manera tuve a mi cargo la producción y conducción del programa Callejón Azul y Plata en el 950 de AM. (continuará)
