ntramos en 2009, un año electoral, donde en Aguascalientes no solo se jugarán las tres diputaciones electorales, sino también está en juego la competitividad y la organización que cada uno de los partidos tiene y soporta rumbo al 2010 y en buena medida se sentarán las bases para la alternancia, una nueva alternativa de gobierno o la continuidad de algunas administraciones.
Si en 2009 la tendencia hacia el bipartidismo se consolida, la sociedad no puede esperar mucho de los próximos gobiernos. Aguascalientes, nuestra patria chica, ha padecido de gobiernos de derecha tanto priístas, como panistas, gobiernos que sin ningún miramiento han privatizado el servicio del agua; han endeudado por mil quinientos millones, en una primera instancia; y más recientemente por 690 millones, deuda que pagaremos todos a través de los impuestos –predial, tenencia vehicular, permisos, etc.-; gobiernos que en época de crisis aprueban el alza de impuestos; impulsan el deterioro de la ecología (ejemplo: la incineradora, la privatización de la sierra fría); gobiernos que tienen los más altos salarios en el país; que pagan millonadas por “asesorías”, que gastan enormes cantidades en comunicación y propaganda; gobiernos que no generan empleo, que burocratizan los trámites para la creación de pequeñas empresas locales y que incentivan el incremento del costo en el trasporte público.
El pueblo de Aguascalientes ha padecido de estos malos gobiernos, primero priístas, luego panistas y hoy en día por partida doble, PRIAN. En el 2009 se quiere generar una ambiente de olvido histórico, saldrán los candidatos del PRI y del PAN hipócritamente a acusarse mutuamente de los problemas y nuevamente nuestro pueblo será el que padezca de ese juego perverso que han jugado por años, el juego del engaño.
El PRI no ha cambiado, es prácticamente el mismo que perdió las elecciones de 1995 y 1998 estatalmente y en 2000 la presidencia de la república, sus liderazgos, el partido y sus sectores están en manos de priístas de la vieja guardia y sus “caras nuevas” son descendientes o se “cuadran” ante grupos políticos que representan las viejas prácticas.
El PAN ha perfeccionado las viejas prácticas priístas, vemos como la lucha encarnizada por el poder hace que se zancadillean unos a otros, todos miembros del mismo partido, como utilizan los recursos del gobierno para coaptar o coaccionar votos, en síntesis el PAN aprendió del PRI lo malo y lo perfeccionó.
Vimos como estos dos partidos llevaron la discusión de la reforma electoral en nuestro estado a un simple pleito bipartidista por someter y atar al órgano electoral, vimos como en dicha reforma electoral buscaron consolidar el bipartidismo electoral, vimos como aprobaron el paquete económico sin contener ninguna visión social; y los veremos cómo simulan una expiación de culpas peregrinando los medios de comunicación, atiborrando todo poste en la ciudad con pendones y saturando todo espacio público con una propaganda vacía de contenido solo para ganar votos en 2009.
Con todo esto, lo grave sería de que la ciudadanía siga votando automáticamente por ellos, que el pueblo de Aguascalientes siga dejándose engañar y en el peor de los casos que transaccione su voto por una gestión, despensa, cobija, plástico o similares. La gente no desconoce todo lo anterior, sin embargo, el pueblo quiere aferrase y creer en algo, quiere creer que hay solución a la inseguridad y la crisis económica.
Es por eso que se tienen que construir una opción política distinta, una opción diferente y seria, una opción que denuncie los problemas y proponga sus soluciones, una opción donde no se busquen solo reflectores sino se busquen y encuentren apoyos. Una opción política social, ciudadana y participativa, una opción que genere esperanzas y no regresión.
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