Este es el último Banquete del año 2023, un año que nos dejó muchas cosas, y aunque el término suena a lugar común, lo cierto es que este año que termina el próximo domingo nos dejó, en efecto, muchas cosas, específicamente en lo que por naturaleza concierne a esta columna, es decir, el arte, la cultura, claro, especialmente la cuestión musical, que es el perfil de este espacio.
En el 2023 se cumplieron muchos cincuentenarios de discos pilares en el rock, discos que marcaron la pauta y que actualmente representan piedras angulares en el desarrollo del rock en todas sus manifestaciones, aunque claro, el rock progresivo es lo que más me gusta y es del que casi por natural instinto me he ocupado con mayor frecuencia, discos tan importantes como el Dark Side of the Moon de Pink Floyd, o el inmenso disco de Genesis, quizás el mejor, me refiero al Selling England by the Pound, el grupo Camel debuta justamente ese año, 1973, con su disco homónimo, Emerson, Lake & Palmer publican su cuarto disco en estudio, el inmenso Brain Salad Surgery en donde se incluye, entre otras delicias, la versión para trío de rock progresivo (batería, bajo y teclado) del cuarto movimiento, Toccata, del Concierto para piano y orquesta No.1 del compositor argentino Alberto Ginastera, una poderosa y demoledora versión que sorprendió al mismo Ginastera. La Corte del Rey Carmesí publica en 1973 el disco Lark’s Tongues in Aspic, con el que se abre la trilogía que continuaría con el disco Starless and Bible Black de 1974, y ese mismo año se cierra la trilogía con la publicación del disco Red, uno de los mejores de las huestes de Robert Fripp. En Italia Le Orme publica hace cincuenta años un verdadero monumento musical, el álbum conceptual Felona e Sorona. También en Italia Banco del Mutuo Soccorso saludó al mundo en 1973 con la obra Io sono nato libero. Ese mismo año el grupo también italiano Museo Rosenbach dan a luz un disco que representa un verdadero objeto de culto, el disco Zarathustra inspirado en la obra Así Hablaba Zaratustra del pensador, filólogo y filósofo alemán Friedrich Nietzsche, prácticamente es su única producción oficial, pero suficiente para garantizarles la inmortalidad en el rock, una auténtica obra maestra.
Pero no sólo en el rock progresivo se grabaron buenos discos en 1973, Paul McCartney publica el que, para mi gusto, salvo tu mejor opinión, es su mejor disco junto con Ram, hablo del Band on the Run que definitivamente opaca al Red Rose Speedway del mismo año. Por su parte Roxy Music de Brian Ferry publica su segunda producción en estudio, es el disco For your Pleasure, importante, entre otras cosas, por ser el último en el que aparece el experimental Brian Eno cuyas inquietudes musicales lo llevan a buscar otros destinos auditivos. Frank Zappa, inquieto, experimental, perfeccionista, y sobre todo un genio musical, da a conocer en 1973 su disco Over-Nite Sensation, muy diferente a lo que había hecho anteriormente, y además de todo el inmenso contenido musical, tuvo la particularidad de que fue lanzado en sonido estereofónico y cuadrafónico, una novedad, incluso un atrevimiento hace cincuenta años.
Los ingleses de The Who ofrecen al mundo en 1973 un discazo, es su sexto álbum en estudio y se llama Quadrophenia. Me cuesta mucho trabajo ser objetivo respecto a este disco por lo que para mí significó, de hecho puedo dividir mi experiencia musical en antes y después de Quadrophenia, antes de este monumento sonoro de The Who para mí el rock se limitaba a un puñado de discos de The Beatles, Rolling Stones, Bob Dylan y The Doors, después de conocer Quadrophenia y especialmente, después de ver la película en la compañía de mi gurú musical Alejandro Arenas Martell, el mundo del rock se abrió como un inmenso e inabarcable abanico de posibilidades sonoras, fue en ese momento, sin duda, cuando me hice adicto al rock, y la insaciable sed por conocer más cosas fue y sigue siendo implacable.
Sin duda hay muchos otros discos de hace cincuenta años que ahora escapan a mi memoria y que omito, no por no darles la importancia que tienen sino por descuido, distracción y, sobre todo, por falta de espacio. Quise escribir en el último Banquete del año esta breve reseña de algunos de los discos más significativos en el influyente año de 1973 y que ahora cumplen cincuenta años porque tenía una deuda pendiente con este tema, como sabes, los últimos meses del año que está por terminar me dediqué a externar mi queja, inconformidad, no sé cómo llamarle, por el olvido en el que el Instituto Cultural de Aguascalientes tiene a nuestra Orquesta Sinfónica y consideré necesario dedicarme al tema con la intención de llamar la atención de la opinión pública a causa del descuido y falta de interés que padece nuestra máxima entidad musical. Decía mi abuela (q.e.p.d.) que “no hay mal que de por bien no venga”, y esta situación nos hizo reaccionar a muchos que amamos y estamos orgullosos de nuestra orquesta sinfónica y no quedarnos en la queja y la lamentación, finalmente esto se reduce a pláticas de café y de nada sirve, así que nos pusimos manos a la obra. En lo personal trabajé con una comisión formada por músicos de la OSA con el fin de obtener lo que finalmente conseguimos a través del Congreso del Estado y por la iniciativa presentada por el diputado Cuauhtémoc Escobedo quien hizo propia esta preocupación y fue empático con nuestra inquietud, es decir, el nombramiento de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes como Patrimonio Cultural Intangible del Estado, y así, además de blindar a nuestra máxima entidad musical, festejar el centenario de la formación de la primera versión de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes en 1923, y créeme, esto lo vale todo.