- Desfile dedicado a los héroes de la patria
En su noche especial, las calaveras grandes y chiquitas se pusieron muy catrinas, unas de verdad, otras de papel pero todas listas para dar el cierre de la doceava edición del Festival de las Calaveras. El andar transcurrió como tradicionalmente lo hace por toda la calle Madero que desde muy temprano se vio solitaria en espera de la muerte “siriquisiaca” que marca el fin de una edición más de esta festividad tradicional para los muertos desde Aguascalientes.
Durante seis días, la ciudad se transformó en un espacio principalmente cultural dedicado de manera muy especial a la muerte, a la que se le llora en las cantinas y de quien hay que reírse en los panteones. En gran medida en Aguascalientes la fiesta de las calaveras se la deben al grabador de reconocimiento internacional José Guadalupe Posada que inmortalizó la imagen huesuda, no sólo a través de la imagen de La Catrina, sino de la muerte por sí misma.
En este año de manera muy especial, las calacas hicieron alusión a los Héroes de la Patria que fueron también representados en uno de los carros alegóricos, había trabajadores del ferrocarril, adelitas, catrinas fiesteras y otras acechadas por los demonios. Lo que sí fue un rasgo general de todos fue la elegancia, se vio que desde temprano se levantaron de sus tumbas para ponerse sus mejores ropas para formarse en Madero y esperar su turno para salir de la larga fila que desde antes que se ocultara el sol estaba ahí presente esperado avanzar.
La noche del desfile es esperada por mucha gente que ya de manera tradicional asiste a este evento que es característico del Festival, porque es el momento donde las calacas de todos los tamaños tienen su oportunidad de tener un contacto con la gente que también han buscado la forma de festejar a la huesuda en lugar de padecerla.
Una de las cuestiones que más impresionan a los asistentes es el tamaño, la perfección de las figuras y los juegos de luces que cada uno de los carros alegóricos incluyen dependiendo del tema al que son alusivos. Algunos de esos temas son siempre los mismos, otros varían dependiendo del año, como en este caso los Héroes de la Patria y las festividades nacionales fueron el centro de atención de esta ocasión. Una cara de una calavera enorme de colores llamativos llevaba como sombrero una serie de papeles picados que es parte de las tradiciones, esto fue sólo un poco de lo que en esta noche se pudo observar.
Muchas familias vistieron especialmente a sus hijos con algún atuendo de muertos para asistir a este desfile como observadores mientras los pequeños se dejaron impresionar por los carros alegóricos, que algunos de ellos llevaban incluso movimiento.
A la par de que avanzaba la última parte de la comitiva del desfile también caminaban trabajadores del Departamento de Limpia que iban justamente limpiando el camino para hacer parecer que ahí nadie había estado.