Múltiples voces, varios idiomas, tiempos distintos, intenciones diversas, un solo amor, unas sola remembranza, un mismo espacio, corazones guerrilleros y cuatro poetizas sentadas junto al resto de poetas entre quienes se encontraban los premiados, Eduardo Lizalde y Luis García Montero que dentro de este programa del doceavo encuentro recibirán el premio de Poetas del Mundo Latino 2010.
La primera en tomar la palabra para la lectura fue Anissa Mohammedi, que leyó en francés un par de poemas que fueron de inmediato traducidos por Sofía Ramírez, independientemente de cuantos entendieron el poema en el idioma original que fue escrito, bastó con la expresividad de la poetiza para dar cuenta de la emotividad de las palabras. El primero de los poemas Los Exiliados fue expresado con la fuerza de quienes fueron expulsados incluso de sí mismos.
Con ella empezó la melodía que fue cambiando de tono, de ritmo, de tema y de idioma; enseguida le tocó el turno a Fernando Valverde, joven poeta originario de Granada que leyó un poema que lleva por nombre Las avispas y que está dedicado justamente a estos insectos que tanto lo atormentaron de niño y a los cuales aún hoy les tiene miedo.
Enseguida fue el turno de Yolanda Pantin, que en primera instancia leyó Traduciéndonos a nosotros mismos, habló del bosque, como en el turno anterior lo había hecho Fernando, pero cada uno con su propia voz, un tono único. Marco Antonio Campos fue el siguiente en turno, con unos recuerdos de su primer viaje a España, leyó un poema dedicado a Luis García Montero, matizado con elementos muy propios de este espacio del mundo mezclados con elementos de historia.
Emilio Coco fue otro de los que tomó un nuevo ritmo con su lengua madre, el italiano, leyó un par de poemas suyos que inmediatamente fueron leídos en español y cerró su participación con una traducción de un poema de Marco Antonio Campos. Enseguida participó otra de las mujeres, Rosabetty Muñoz con dos poemas inéditos, uno de ellos lleva por nombre Ceremonia.
Fue ella quien antecedió en lugar a uno de los homenajeados Eduardo Lizalde que más que leer de sus creaciones más recientes aludió a uno de los libros más representativos de su obra, El tigre en la casa, del que leyó un par de poemas muy aplaudidos y finalmente gozó del regalo de una lectura de memoria, de parte de Marco Antonio Campos.
Enseguida Luis García Montero leyó un poema dedicado al amor y uno más para el cantautor Joaquín Sabina, a quien le gustan José Alfredo Jiménez y de alguna forma fue era más una canción al ritmo del bohemio que le cantó a la vida, a las mujeres, a la muerte.
El último en participar en la mesa fue André Doms, un poeta belga que habla bastante bien el español y fue en este idioma que eligió leer sus poemas, no sin antes hablar de la crisis que vive su tierra y donde a pesar de las adversidades tienen poetas, porque son siempre indispensables e inevitables.
De acuerdo al programa de actividades de esta extensión del Encuentro de Poetas del Mundo Latino, la siguiente actividad es hoy, a las seis de la tarde, con la inauguración de la obra de la artista plástica Tere Leal, que lleva por nombre La belleza perseguida y está dedicada a los poetas ganadores de este galardón.