- Más que mover elementos fue sólo una transformación espacio temporal de la historia
La esencia de La Isla es la amistad surgida en una de las situaciones más extremas vivida por el ser humano que es el encierro, eso conservó el director de teatro Ian Hoppenstedt de la obra original de Athol Fugard, el resto es una adaptación a las condiciones y el espacio contemporáneo de México, la puesta en escena se estrena este próximo viernes 24 de septiembre, a las 20:30 horas, en el foro Tercera Llamada. El costo de la entrada es de 50 pesos.
A petición de uno de los actores participantes en este montaje, Ian hurgó dentro de su acervo bibliográfico y se topó como él mismo lo comentó con una hermosa historia en la cual posó sus manos para moldearla un poco y volverla universal.
“Encuentro este texto del sudafricano Athol Fugard y lo encuentro exquisito en su línea dramática, pero totalmente fuera de contexto en línea de tiempo, espacio y situación político y/o social”.
Retomó entonces los acontecimientos de los personajes, lo extrajo del contexto de la Sudáfrica del apartheid para volverla cercana a cualquier espectador. La parte central es una historia bella de amistad entre un par de presos políticos obligados a cohabitar juntos durante tres años según dice la sinópsis, es un espacio de ínfimas dimensiones.
Para Hoppenstedt este es su segundo trabajo de adaptación después de Háblame como la lluvia; con este par de experiencias ha dado cuenta que cada texto es un ser viviente con características muy particulares, cada texto está vivo y requiere de una aproximación muy cuidadosa, las obras originales son muy respetables.
En este caso específico el trabajo se centró en una adecuación de tiempo y espacio conservando el resto de los detalles fundamentales de la historia, más que quitar o poner elementos fue un trabajo de transformación.
Todos los integrantes del grupo aportaron ideas postrabajo de adaptación, una vez que quedó “concluido” el texto, cada miembro del equipo tuvo la oportunidad de hacer sugerencias ya sobre la mesa puesta para perfilar el montaje como un trabajo más colectivo y no sólo como un proceso unidireccional.
En el caso particular de esta historia, más que Hoppenstedt hubiera elegido a los actores para representar los papeles de los personajes de la obra, se dio un proceso a la inversa muy parecido a como sucedió con Háblame como la lluvia. Hasta ahora como director esta experiencia fue grata en ambos casos, aunque ésta ha sido la forma de experiencia que ha trabajado hasta ahora.
Es un equipo directo de trabajo de seis personas, aunque alrededor de ellos hay varias personas que tuvieron una intervención, como el músico, los realizadores, ayudantes de las productoras, amigos que han hecho promoción, Jaime Muñoz el director del foro Tercera Llamada que les ha permitido el espacio para presentarse, ofreciéndoles la oportunidad de tener temporadas de cada uno de sus trabajos teatrales. Serán en total 15 funciones para el público en general y un pre estreno para esta primera temporada.