El pasado viernes 3 de noviembre se realizó el cuarto concierto del cuarto y último capítulo de este año 2023 de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes teniendo como escenario el sitio que hasta este momento sigue siendo su casa, el Teatro Aguascalientes, en espera, -sigo pecando de ingenuo-, de que la Sala de Conciertos sea reparada y pueda finalmente darse el uso para el que fue creada, ser la casa de la Sinfónica, recordemos que oficialmente el nombre de este inmueble es Sala de Conciertos de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.
El concierto inició conforme a lo programado a las 20:30 horas con una entrada regular, cierto es que la OSA tiene ya un público cautivo que asiste cada viernes a sus conciertos de temporada, aunque este público podría aumentarse con un poco de buena voluntad y haciendo el trabajo de difusión que actualmente está ausente, las publicaciones en redes sociales no son suficientes y por supuesto, la Sinfónica exige y merece mucho más apoyo y difusión, finalmente tiene el nombramiento oficial de Embajadora Cultural de Aguascalientes, y es, al mismo tiempo, el más grande orgullo de la cultura local, eso es inobjetable.
El programa propuesto para este cuarto concierto quedó diseñado de la siguiente manera: el inicio fue con la obra Adagio Para cuerdas de Samuel Barber, originalmente es el segundo movimiento del Cuarteto de Cuerdas No.11, y es posiblemente la obra más conocida de este compositor de Pensilvania. El mismo año de la composición del cuarteto, en 1936, el propio Barber hizo una orquestación de este movimiento cuyo estreno lo realizó Arturo Toscanini el 5 de noviembre de 1938 con la Orquesta Sinfónica de la NBC (National Broadcasting Company, es decir, Compañía Nacional de Comunicaciones). Imagínate, en Estados Unidos y países europeos la radio pública tiene orquestas sinfónicas, probablemente el mejor ejemplo de ello es la Orquesta Sinfónica de la BBC de Londres, evidentemente la BBC (British Broadcasting Corporation), tiene orquestas en todas las capitales y grandes ciudades del Reino Unido, y este modelo de radio pública no se abarata copiando el perfil de la radio comercial, como una radio pública que yo conozco muy bien.
El programa continuó con El Aire de la Suite Orquestal No,3 en re menor, BWV 1063 de Johann Sebastian Bach. Recuerdo que en alguna ocasión la OSA interpretó en el Teatro Morelos esta suite completa del llamado Padre de la Música.
Después de esta maravilla de Bach, el concierto continuó con el sublime Adagietto de la Sinfonía No, 5 del eterno Mahler. Posteriormente estaba anunciado el Adagio para cuerdas y órgano de Remo Giazotto, aunque en realidad se trata del célebre Adagio de Tomasso Albinoni, lo que sucede es que Giazotto, que fue musicólogo y editor musical, afirmaba haber transcrito este adagio de un fragmento que dice haber encontrado de un manuscrito presuntamente de Albinoni, compositor italiano del período barroco, en la Biblioteca Estatal de Dresde. Actualmente sabemos que en realidad la obra sí es una composición original de Giazotto, claro, apegado al estilo de Albinoni, pero es original de este musicólogo italiano y es su única composición.
Después del intermedio el concierto continuó con el célebre Canon de Johann Pachelbel y posteriormente música del alemán Paul Hindemith, en este caso, se trata de la obra Trauermusik, o música luctuosa, y considerando que Hindemith, además de ser un gran compositor era un virtuoso violinista, la partitura exige la presencia de un solista para este instrumento, se le encomendó este compromiso al maestro Sergio Absalon Carrillo, coprincipal de la sección de violas de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y también integrante del Cuarteto de Cuerdas José White.
Siguiendo con esta misma tendencia de obras para solistas, se convocó al maestro Ildefonso Cedillo para interpretar en el violoncello la Elegía, Op.24 de Gabriel Fauré, el maestro Cedillo, gran cellista, es el principal de esta sección también de la OSA, para darnos cuenta de la calidad de maestros que integran nuestra orquesta.
El concierto continuó con el décimo movimiento de la Cantata Herz und mund und tat und Leben BWV 147 de Johann Sebastian Bach, este movimiento lo conocemos en español como Jesús Alegría de los Hombres.
Para terminar el concierto disfrutamos de una de las catorce variaciones que integran el ciclo de las Variaciones Enigma, Op.36 del compositor inglés Edward Elgar, me refiero a la variación Nimrod.
Con este concierto, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes dirigida en este caso por su titular el maestro Román Revueltas, nos invitó a reflexionar un poco sobre el insondable misterio de la muerte, a la que todos estamos convocados, pero no sabemos el momento.
Para mañana viernes 10 de noviembre la OSA otra vez es sacada de su hábitat natural para llevarla a nadar en la superficie sin sumergirse en las deliciosas profundidades de la gran música de concierto, ahora con algo que han llamado Estudiantina Sinfónica compartiendo en escenario con la Tuna Aguascalientes dirigida por Oscar Malo. Pues qué te digo, la verdad qué flojera, creo que será uno de esos pocos conciertos a los que decidiré no asistir, no le encuentro el atractivo por ningún lado. Prefiero irme a la Parroquia de nuestra Señora de los Bosques en donde se interpretará el Réquiem de Gabriel Fauré con la participación de Arely Odette Rodríguez, soprano y Carlos Arturo Mendoza, bajo, con el Ensamble Coral y Orquestal Laus Deo y la dirección del maestro Isidro Ortiz Reyes. Ahí nos vemos este viernes 10 de noviembre a las 20:00 horas en la Parroquia de Nuestra Señora de los Bosques. Y a ustedes amigos de la Sinfónica, paciencia, que no hay mal que dure cien años.