En el Panteón municipal El Palmar fueron inhumadas una mujer que falleció el miércoles 1 de noviembre porque se le complicó la diabetes “por el susto del huracán” y seis integrantes de una familia cuya casa ubicada en la colonia Francisco Villa quedó sepultada por un alud de lodo y rocas.
Los panteones en Acapulco lucieron un tanto desolados este 2 de noviembre, Día de Muertos. La necesidad de ponerse en pie apremia. Pero algunos se vieron obligados a ir, para enterrar a sus muertos.
Fue el caso de una mujer quien falleció el 1 de noviembre de diabetes “porque se le complicó por el susto del huracán”. Sus familiares declinaron dar sus nombres o el de su ser querido que inhumaron en medio de la contingencia por el Huracán Otis en el Panteón municipal El Palmar, en el kilómetro 22 de la carretera libre México-Acapulco.
Marco Rodríguez Gallardo, administrador del Panteón, dijo al fotógrafo de Proceso, Miguel Dimayuga, que debido a que no hay teléfonos ni internet, no hay manera de que se les avise con antelación que llegará alguien para sepultar a algún familiar.
Ante el desastre generado por el huracán, tienen la orden, dice, de dar todas las facilidades a quien llegue para enterrar a sus muertos con pura tierra. No hay material para criptas o cruces por lo que la gente improvisa y las hace con madera o palos. “Se ve hasta triste porque no hay flores, no hay nada. Ahora sí que la tradición, por la situación de lo del huracán, se canceló”, dice Marco Rodríguez.
Esteban Hernández acude cada año a visitar la tumba de su hijo, y a pesar de la emergencia, con esfuerzo, acudió, y encontró un panteón solitario. “En un día normal no está así, en un día normal está lleno de gente, muchos vienen a ver a sus difuntos, pero ahorita no hay nada de gente. Todos están con las casas destrozadas y todos tienen su dolor, si no estuviera lleno en panteón”, dice el acapulqueño en alusión a la celebración del Día de Muertos.
“25-oct-23 Descansen en paz Sofía Yamileth Ramírez Jiménez, Kimberly Shanik Morales Ramírez, Elizabeth Ramírez Jiménez” se lee en una improvisada cruz de madera elaborada a manera de despedida para tres integrantes de una misma familia.
Las tres mujeres y tres personas más del mismo núcleo familiar fallecieron sepultados cuando su casa ubicada en la colonia Francisco Villa quedó sepultada por un alud provocado por el huracán. Se trata de Israel Ramírez Ramos, Gloria Jiménez González y Araceli Ramírez Jiménez. Lo dice otra sencilla cruz de madera.