La montaña | La columna J por Roberto Ahumada - LJA Aguascalientes
21/11/2024

“Si quieres conocerte realmente, ve a una montaña, si quieres saber lo diminuto que eres, ve a una montaña, si quieres saber lo que es magnánimo, ve a una montaña, si quieres encontrarte en la ventana de tu vida, ve a una montaña” Kurtz.

Estimado lector de LJA.MX con el gusto de saludarle como cada semana, le agradezco infinitamente que siga esta columna, quiero aprovechar esta ocasión para hacer una breve reseña de lo que es subir una montaña como el pico de Orizaba, sin duda alguna, en el lacónico periplo de mi vida puedo expresarle que subir montañas es algo verdaderamente hermoso, es un desafió que nos lleva a un camino de soledad por breves momentos, pero en esos lapsos el cielo se destraba y el encuentro con uno mismo resulta ser una excelsa conquista, no sobre la montaña, nadie conquista a la montaña, pero en escasas ocasiones si podemos vencernos y conquistarnos a nosotros mismos.

Zaratustra, Saint Germain, David Henry Thoreau, fueron fieles testigos de lo que es el camino a la montaña, en esta vida hay muchos caminos, pero las montañas contienen una energía sublime poco retrograda que eleva a los hombres no por sus alturas, no por sus distancias, sino por su lejanía con la cárcel social que el mismo hombre ha construido sin sentido.

Entramos en esta vida porque no teníamos otro horizonte naturalmente. Subir una montaña es encontrarse consigo mismo, también es el desencuentro, es el olvido a lo pérfido y es el momento de ilusión en el destello de un rayo de sol.

Cada paso es un pensamiento, piensas en todo y en todos, pero la montaña sigue ahí intacta, en su infinita conquista por simplemente ser. Antes de subir, rezas, en voz alta o en silencio, en silencio es aún mejor, no sabes si volverás, y la verdad es que nunca vuelves siendo el mismo, ahí se destraban los tiempos, el carácter es destino.

La montaña te hace romper en llanto, quien ha subido a la cumbre es testigo de estas palabras, tienes un breve instante de lucidez en donde entiendes que no eres nada, y que la vida solo es impermanencia. El horizonte que ves en la parte más elevada de la montaña es la extensión de la realidad, una que no ha sido trastocada por el ser humano. Ahí no hay poder adjudicado ni riqueza material, ahí hay voluntad y contemplación.

La grandeza del poder sucumbió, la cumbre de la montaña trasciende a todo acto humano, es el presente, la antología del pasado y la explicación del futuro.

La muerte se hace presente, la muerte proclamada por las estrellas que duermen y habitan en el cielo, es el ritmo del silencio, es el origen de la vida, la muerte es el primer nacimiento, es la montaña, venimos de la muerte, del mundo profano para entrar en la naturaleza, no nacemos si alguien no muere por nosotros, para nosotros, no vivimos si no es por algo que te hace subir a esos lugares, el cuerpo se rompe, la mente se quiebra, el espíritu se forma.

No sé cuánto tiempo me quede, pero sé que la montaña seguirá y ahí en su historia, en un segundo de su historia yo existí junto a ella, ahí sonreí, fui feliz, lloré y abracé el momento que ya se fue, pero que siempre quedará en mi mente y en mi corazón. La vida tiene muchos sentidos, la montaña es uno, nacimiento, vida, muerte. Le hablas al silencio, le hablas al viento, le hablas a la conciencia que abandonaste, es el encuentro con la montaña.


“Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos” Heráclito.

Ningún ser humano puede subir a la misma montaña dos veces, porque ni el ser humano es el mismo ni la montaña es la misma. El eco de la eternidad aún resuena en la cumbre.

Quiero agradecer a todas las personas que formaron parte de esta gran aventura, primeramente, a Aaron Castrejon quien dirige de un modo excelso a Vertical, a Rubi Arrizon, a mi hermano Aldo Carrera, Gerardo Carrera, Erick Hernández, Valeria Arriaga, Mario Gutiérrez, Caro Chambon que fue una persona que me ayudó en demasía para llegar a la cumbre, eres un ángel Caro, la grandeza de tu espíritu es el brillo de tu sonrisa. Omar Sánchez, Carlos Pérez, Sergio Ultraserch, Beto Trujillo, Javier Padilla, Vanessa Barba, Waldo Becerril. A todos ustedes les expreso todo mi respeto y mi sentido fraterno, si quieres conocer a alguien, la montaña es el mejor lugar para conocer a las personas, el conocerlos ha sido una gran bendición, su alegría, su disposición, su modo de ser, hizo que el ascenso fuera tan especial, que la vida nos vuelva a encontrar y que nunca nos haga olvidar.

In silentio mei verba, la palabra es poder.

 


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