- Será una temporada de 20 funciones dirigidas a adolescentes y jóvenes
- Es una forma de que Posada recuerde algo de la historia de México
Fue un montaje estrenado en el 2007 como parte de los altares vivientes presentados en el Festival de las Calaveras. Para Gerardo Daniel desde que nació el montaje, la idea fue darle la mayor vida posible, presentarlo la mayor cantidad de veces, tratando de que este en la cartelera teatral. Aunque pareciera una obra dedicada exclusivamente para la temporada de muertos, la realidad es que es más un homenaje a José Guadalupe Posada que es atemporal.
Se presentará Esposada la catrina con 20 funciones, a partir del próximo 22 de marzo, por medio del Fondo de atención a grupos específicos. La temporada constará de cuatro funciones diarias presentadas en la ex escuela de danza, las presentaciones están dirigidas en primera instancia para grupos escolares de adolescentes y jóvenes, pero abiertas para el público en general.
En la historia, algunos de los personajes de los grabados de Posada regresan del más allá para festejar el día de muertos con los vivos, los difuntos quieren quedarse vivos y le prometen a la Catrina que si los deja así ellos harán lo necesario para que Posada se case con ella aunque él no quiere y para librarse de este compromiso “tiene” que cambiar la historia de siete de sus grabados.
La obra es una burla a la muerte donde aparentemente todos los personajes creen tener dominada a la Catrina no sabiendo que quien realmente lleva las riendas de lo que pasa en la historia es justamente la muerte elegante, de la que nadie se escapa.
Del momento en que se presentó por primera vez a esta ocasión hay diferencias, una de ellas es el elenco algunos actores no están ya y otros hacen personajes distintos a los que inicialmente interpretaban; en cuanto al planteamiento ideológico de la historia sigue siendo el mismo una burla a la muerte con todo el respeto. Entre los actores está Karina Vargas, Pedro Rubén González y Mariana Torres, además de quienes ya venían trabajando con el montaje, Lupita Ortega, Rafael Santacruz, Octavio Monroy, entre otros.
“Es una propuesta más fuerte porque lo que tengo por criticar es mucho más objetivo por el momento que estamos pasando, en cada nivel, en cada grabado se critican que nos hace falta hacer ante los vicios y lo que no hemos hecho”.
Aunque la obra no había sido mostrada para públicos específicos, es para los jóvenes y adolescentes principalmente a quienes les puede llegar de manera más sencilla la historia. Es una comedia en tono fársico dedicada a criticar pero es también una forma para en el marco de los festejos del bicentenario recordar a México a través de Posada y que los jóvenes conozcan a este gran grabador que pareciera muy famoso, pero entre los aguascalentenses es poco conocido.
Esto fue algo que el mismo director descubrió al momento de ponerse a investigar sobre Posada para sustentar la obra, la mayoría de la gente lo “conoce” por la Catrina que es su grabado más representativo, sin embargo él fue un artista mucho más vasto y la mayor parte de la gente no conoce ese otro lado del creado gráfico.
“Hay gente que no conoce a Guadalupe Posada que sólo conoce el grabado de la Catrina y hay gente que lo conoce sólo porque ha visto este grabado”.
Al escribir la obra, Gerardo Daniel buscó hacer como un “exorcismo” al miedo que él siente no de su propia muerte sino de la de sus seres queridos y de alguna forma él creyó que representa a la mayor parte de las personas que de alguna forma o en un determinado momento le temen. El personaje empezó a trabajarse a partir del miedo y terminó en una burla.