¿Qué es el arte?, ¿dónde está lo bello?, ¿a quién le toca definirlo?, estas y otras preguntas motivadas por el ingenio de quienes colaboraron para conformar el libro Los límites del arte, editado por el Instituto Cultural de Aguascalientes y que fue presentado como parte del homenaje que la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), hizo a Alfonso Pérez Romo que ha dejado estelas de su conocimiento y es como él lo dijo, un poco de la gente que en su camino ha conocido.
Son doce plumas las que fueron incluidas en Los límites del arte que terminó de imprimirse en noviembre de este año, escriben académicos, filósofos, artistas y gestores del arte que aportan conceptos en torno al arte desde su experiencia personal o desde las teorías que a lo largo de su vida han construido; desde el desafío de la realidad hasta los límites del arte. Tres mujeres y nueve varones.
¿Hace falta una comunidad para que el arte esa considerado como tal? Justo ahora donde muchos paradigmas se encuentran en proceso de re definición el ICA lanza al aire una serie de planteamientos sobre la concepción del arte si es que esta existe y es posible enunciarla, hay para quienes el arte y la artesanía no son lo mismo, hay planteamientos como que el arte no es universal porque no lo entienden todos y por otra parte hay quienes plantean que lo que alguien dijo en una época es perfectamente entendible sin importar la época ni el tiempo que pase.
Para otros, la línea que divide el arte de lo que no lo es resulta muy ambigua y entonces es pertinente reflexionar sobre ella; también hay quien se cuestiona si el arte es la obra en sí misma o el proceso que hay detrás de ella, el arte es el cómo y la obra es el qué.
También hay quien plantea que la definición de arte depende de la época en la que se esa pregunta se plantea, se cuestionan si debe ser satisfactoria y funcional o quizá sólo debe esperarse la sanción de una sociedad determinada para así construir la historia del arte la oficial o las que cuentan de manera alterna.
Sin que le avisaran previamente, todo esto fue preparado como parte de un homenaje que la UAA se propuso hacerle a Alfonso Pérez Romo que se dijo no merecedor de tal distinción pero como buen ser humano feliz por creer que sí tenía que venir con sus méritos hechos tanto en el ámbito educativo como en de la promoción cultural, pero como un hombre que tiene ya un buen camino recorrido reconoció que este premio no es para él, sino para todos los que alrededor suyo conformaron lo que ahora es.
Víctor Manuel González Esparza, actual director del ICA comentó que ojalá se den más libros como este, pero que sean en coedición con la universidad para lograr mayores aportaciones no sólo de la gente que labora en el mundo de la cultura sino también de los estudiantes que comienzan a involucrarse.