Dónde está el amor, porqué el diablo está condenado y cuántas veces más tendrá que repetir esas tres preguntas, que podrían ayudarle a encontrar a la mujer indicada, que hasta ahora no ha sido posible y hasta que eso no suceda todas las doncellas deberán cuidarse del diablo enamorado que anda suelto.
La comparsa comenzó un recorrido en el corazón del jardín de El Encino, con el diablo sus tres acompañantes y llegaron hasta el círculo donde lo único que entra es el amor verdadero, en la parte frontal estaba una escalinata donde el diablo podía observar a todas las mujeres hermosas que ahí se encontraban para poder elegir a quienes tendrían que pasar a intentar responder a las preguntas que podrían salvarlo a él y a los condenados.
Luego de unos bailes y de un preámbulo donde todos los presentes
fueron “informados” del ritual, la búsqueda comenzó, ahí estaban ellas
que disimulaban, bajaban o volteaban la mirada para evitar ser ellas
las elegidas, no porque el diablo no fuera atractivo sino más bien por
el miedo de no tener la respuesta correcta para convertirse en su mujer
y salvar a los condenados.
Pero ahí estaban también las que por alguna razón no escucharon la
entrada del ritual y al estar en su distracción, la primera de ellas
fue elegida, llevada frente al diablo, puesta a su disposición para que
la cuestionara, la bella doncella tenía puesto ya un velo y un ramo de
flores en sus manos, desafortunadamente al final el vino quedó tirado
en el piso, la respuesta no fue la correcta.
Enseguida otro de los condenados hizo lo mismo, buscó entre ellas a
una candidata que llevó frente al diablo pero la experiencia fue
similar a la que le antecedió, la respuesta no fue la correcta y lo
mismo pasó con la tercera mujer, en ese momento quedaron perdidas las
esperanzas porque sólo hay tres opciones por función.
El baile comenzó de nuevo, bebieron hasta embriagarse y finalmente
la comparsa se reunió en el centro del círculo para anunciar que esta
búsqueda continuará hasta que el diablo enamorado encuentre a la mujer
idónea.
Esta nueva versión de El diablo enamorado realizada por el grupo de
teatro Sueño Azul se estrenó en junio pasado en la Universidad La
Concordia, de ahí se fueron por cuenta propia a dar dos meses de
funciones a “sombrerazo limpio” en la calle por cuenta propia del grupo
hasta que llamó la atención del Instituto Cultural de Aguascalientes
que les compró tres temporadas, una en agosto en municipios, para
noviembre y una más para febrero próximo, con diez funciones, aunque
todavía no tienen fecha exacta para el retorno próximo.
El diablo enamorado en algunas de las 50 funciones que dieron
anteriormente estuvieron en algunas secundarias y la reacción de los
jóvenes ante el ritual del diablo buscando el amor es impresionante,
los chicos bailan e incluso son ellos quienes se acercan al diablo y
buscan seducirlo.
“Estamos muy agradecidos de esta experiencia, esta es la segunda vez
que se monta esta obra, es una adaptación de Israel Garay, el director
y Armando Martínez, que es el protagonista, Anahí es la bailarina de
danza africana y el ensamble de percusiones Xicalaman, Cinthya y Mar
fueron las asistentes, la esceno grafía la hizo Rubén, uno de los
músicos”.
El diablo enamorado empezó con muchos bríos y de pronto le llegó
como una bocanada de aire, “nunca me imagine los alcances que iba a
tener y bueno vamos a la mitad, queremos completar las cien y estamos
bien contentos, bien afortunados, bien bendecidos, como siempre la
compañía Sueño Azul teatro en búsqueda de los valores universales y en
esta ocasión el más fino y sublime de todos, el amor”.