Aguascalientes le mueve cosas bonitas a Jaime Humberto Hermosillo, le trae recuerdos de antaño, de cuando estudiaba la primaria por ejemplo en el área donde actualmente está el Centro Cultural Universitario. Después de 50 años de haberse ido de su tierra natal, cada vez que vuelve aunque sea por poco tiempo encuentra novedades, logra vislumbrar las heridas del tiempo que cicatrizan en los espacios donde creció.
Como una forma de expresar sus buenos deseos hacia el recién nacido Festival fue decir que esperaba estar en Aguascalientes para la segunda, tercera, cuarta y hasta la décima edición.
El cineasta aguascalentense Jaime Humberto Hermosillo estuvo en
Aguascalientes para recibir un reconocimiento de parte de los
organizadores del Primer Festival Internacional de Cine. Para él fue un
placer volver a la tierra que lo vio nacer y por un motivo tan especial
como la realización de un nuevo foro para la proyección de cine
alternativo al que le auguró una larga vida.
Este Festival significa un impulso importante para la ciudad, pero
éste, al igual que todos, requiere del público de la ciudad para
mantenerse vivo; el cineasta comentó que tiene ya varios años que ha
sido invitado al Festival de Toronto para presentar diferentes filmes
de su autoría, “es impresionante, la gente pide, arregla sus vacaciones
para estar libres y poder ver el máximo de películas en este Festival”.
Recordó que fue el creador de lo que es ahora el Festival
Internacional de Cine de Guadalajara, esto incluso le valió que mucha
gente lo reconozca a nivel internacional como originario de Jalisco
aunque en realidad no es así, “nací en Aguascalientes, viví casi toda
mi niñez y hasta antes de irme hace 50 años, en la avenida Juárez muy
cerca de 5 de Mayo, nací en otra calle pero ahorita no me acuerdo como
se llama”.
Se fue de Aguascalientes por vago, quería conocer otros lugares y
hacer algo creativo aunque en ese primer momento no concebía el cine
como una posibilidad, era bueno para las cuestiones plásticas, pero
estaba interesado en escribir para teatro y cuando llegó a la Ciudad de
México entró en la primera generación del Centro Universitario de
Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM, fue parte de la primera
generación, al poco tiempo de entrar a estudiar se compró su cámara y
empezó a hacer sus primeras películas que veían sus familiares y
amigos.
Vivió en Guadalajara después de haberse llenado de gente y
movimiento de la Ciudad de México, empezó a pensar en opciones donde
podía hacer un festival, hubo algunos elementos que coincidieron como
el interés de la Universidad de Guadalajara (U de G) en hacer una
retrospectiva de los filmes de Hermosillo.
“Entonces yo les propuse algo mejor, les dije si hacemos una
retrospectiva de mis películas mi ego se va a sentir muy bien, pero ahí
se acaba, ¿porqué no mejor un festival de cine en el cual incluimos una
retrospectiva de mis películas pero que sea el primero y al segundo se
hace retrospectiva de otro director mexicano y así, el público
respondió muy bien, con mucho interés?”.
El gancho para convencer a los de la U de G para realizar el
festival era que en lugar de enviar una película mexicana a un festival
del extranjero donde hay 300 filmes en competencia, sólo unos cuantos
ven la película mexicana, la propuesta fue hacer lo contrario, convocar
a un nutrido grupo de críticos extranjeros a que vengan en Guadalajara
a ver cine mexicano y aceptaron.
Pero más allá de la realización del primer Festival, tanto en
Guadalajara como en las otras ciudades lo principal es el impulso del
público asistente que son quienes le dan vida a estas actividades, al
Festival de Aguascalientes el cineasta originario de esta ciudad le
auguró el mismo éxito, siempre y cuando las personas respondan. Las
primeras tres ediciones son siempre las más difíciles, hay que meterle
mucho trabajo y así los frutos vienen con paciencia y apoyo.
Aunque hay quienes definen a Hermosillo como un director
pornográfico, con una sonrisa esbozada en su rostro reconoció que él se
dice a sí mismo, “el aprendiz de pornógrafo, ya me quiero titular pero
no he podido porque cada vez que me propongo hacer una película más
fuerte, más dura, resulta que cuando está acabada de pornográfico no
tiene nada”.
Para Hermosillo, una de las características principales de la
pornografía es que son películas que no cuentan nada, es sólo una
sucesión de actos, pero no hay una trama, no tienen sentimientos los
que aparecen, son sólo guapos o guapas que se quitan la ropa a la
primera de cambios y en su cine sí se cuentan historias, los personajes
tienen situaciones complejas, así que sus películas pueden ser muy
fuertes pero no pornos.
Hace 30 años cuando las sociedades eran todavía más conservadoras y
hacer un recuento de sus inicios le hizo recordar al realizador que fue
en Aguascalientes donde hizo Las apariencias engañan, antes que Doña
Herlinda y su hijo y ese filme tiene también planteamientos muy
arriesgados para esa época tanto que estuvo prohibida durante muchos
años.
Después de aquella experiencia sí piensa con frecuencia en regresar
nuevamente a filmar en Aguascalientes, incluso comentó que tiene ya un
guión que se llama Juventud, primeras experiencias y desengaños de
Hernán Cortés Delgado “que cuando las haga seguramente le voy a dejar
sólo el nombre de juventud para que no sea tan largo y es un guión
autobiográfico de la etapa previa a que me fui a la Ciudad de México,
cuando tenía 17 años”.
Por estos días cumple justamente 50 años de estar fuera de
Aguascalientes y quisiera regresar con este motivo, para lo cual
recurriría a actores de Aguascalientes para realizarla como en Doña
Herlinda y su hijo que la hizo en Guadalajara con actores de la misma
ciudad y que ha sido expuesta en varias ciudades del extranjero.