Como cada año, en la época de celebración del Día de Muertos, el municipio de Aguascalientes fomenta las tradiciones, y prueba de ello es la temporada de “Mitos y Leyendas” 2009, que este año cambió el programa y concluyó con gran éxito.
Más de 2 mil personas tuvieron la oportunidad de disfrutar este
espectáculo que año con año organiza la Secretaría de Servicios
Públicos Municipales y que se ha convertido en una tradición para
celebrar estas fiestas tan mexicanas.
En esta ocasión, bajo la dirección de José Concepción Macías, fueron
puestas en escena diversas leyendas de Aguascalientes como es el caso
de “La cruz de los exorcismos”, “Muerte por Asfixia”, “A la muerte
también le gusta el cine”, “El chan del agua”, “La muerte de Amparito
Chávez y el Mayor Ángel Redín”.
El Director de Panteones, Alfredo Enciso, informó que del 16 de
octubre al 7 de noviembre se realizó esta temporada en la que
diariamente se ofrecieron tres funciones para atender la mayor cantidad
de público posible, ya que por la naturaleza del espectáculo, el
recorrido debe hacerse con grupos reducidos.
En el Panteón de La Cruz, conocieron leyendas como la de El Chan del
Agua, que narra cómo este personaje mitad hombre, mitad lagarto, se
aparece en el Río San Pedro buscando aprovecharse de mujeres y niños
que acudían a bañarse a esta agua; o bien de los niños que murieron por
asfixia en un 6 de enero en una función en el desaparecido Cine
Colonia, donde alguien grito, “se está quemando el cine”, lo que
provocó el pánico de los asistentes y en esa huida murieron aplastado 8
menores.
La historia de “Muerte por Asfixia” está basada en el asesinato del
matrimonio Herrera, quienes poseían propiedades y dinero. Un
ferrocarrilero de 67 años y su esposa fueron objeto de tortura
indescriptible y terminaron estrangulados con una burda cuerda.
Estas narraciones despertaron el suspenso entre los espectadores que
recorrían los pasillos del panteón, y que en algún momento fueron
sorprendidos por varios personajes que se integran a la escenificación
causando el susto de los asistentes.