Para Carlos Alberto Delfín Macías, director de Hotel Kafka, cortometraje ganador del concurso realizado por el Primer Festival Internacional de cine Cinenaguas, fue una gran satisfacción representar a su equipo de trabajo conformado por más de 30 personas, para recibir de manos de uno de los cineastas mexicanos más importantes, Jaime Humberto Hermosillo, el premio de primer lugar.
“Es algo que se me cayeran las enaguas prácticamente, no tienes idea del honor que es recibir este premio. Este premio es de todos ellos”, expresó.
Hizo un reconocimiento a todo su equipo porque finalmente el logro que se mira en la pantalla no es sólo de quien queda al frente o en representación de los demás porque ocupa el cargo de director; detrás de él hay un sinfín de personas empeñadas en cuidar cada uno de los detalles que hicieron de esta historia la elegida, muy por encima de los demás trabajos recibidos, en propias palabras de Gabriel Retes, presidente del jurado y encargado de dar lectura al acta.
Todavía con la emoción del momento, ante un auditorio que pareció un poco más lleno que los días anteriores, aunque al parecer era la congregación de los voluntarios, los invitados especiales y uno que otro participante del concurso con la expectativa de que fuera su trabajo el elegido como el mejor, pero al final siempre deben quedarse en el camino lo que todavía están plagados de imperfecciones y sólo transgreden esa línea los que conquistan la mirada del ojo experto y al parecer Hotel Kafka lo hizo con el jurado en esta ocasión, a unos pocos días de ser exhibido oficialmente.
El cortometraje en primera instancia tuvo una exhibición de prueba en Cinepolis; luego vino la oficial en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), en el auditorio Pedro de Alba, tuvo tres funciones dentro de la feria universitaria, ahora como parte del concurso y las que vengan después.
Para ellos, como realizadores, tener un festival así tan cerca, de talla internacional donde pudieran tener en los años próximos una posibilidad de acceder a un concurso, que los jurados miren su trabajo, lo califiquen y tengan la posibilidad de ganar es algo genial. Al estado le hacía falta un foro así porque existe en un movimiento de chavos interesados en la producción cinematográfica por la facilidad de la plataforma digital y ellos se están perfilando como una nueva generación.
“Este tipo de espacios nos va a permitir exhibir estos trabajos, aprender de lo que nos digan maestros como los que tuvimos aquí, que es algo invaluable y genial, ojalá que aprendan que los errores son enseñanzas, hacer un festival de esta magnitud es súper difícil, ojalá que siga, le echen ganas y en lo que podamos ayudar estaremos”, expresó el novel director.
“Es una mañana nublada y húmeda en Praga. Un hombre llega agitado hasta el campanario de la catedral y hace sonar ocho campanadas”, así comienza alguna de las sinopsis que por ahí andan de este cortometraje que nació con buena estrella y del que Retes destacó entre otras cosas el trabajo para la recreación de Praga.