De aprendiz pasó a ser maestra y eso fortaleció su proceso de apropiación de las artes plásticas, en ese proceso de crecimiento, Claudia María Reyes tuvo la oportunidad de inaugurar una exposición que estará montada durante todo el mes, en el segundo patio del palacio municipal donde el centro de la atención es la figura humana en diferentes versiones, porque para ella los seres humanos son tan bellos por fuera como por dentro y eso puede ser expresado a través de la pintura o la escultura.
Su primer acercamiento con la plástica fue a los ocho años, con dibujo convencional, a los doce tuvo otro contacto más directo con la plástica, su producción se dio en tiempos intermitentes por diferentes hechos acontecidos en su vida. En el año 2000 un grupo de amigas le pidieron que fuera su maestra y después de un proceso de indecisión por no sentirse todavía capacitada para trasmitir sus conocimientos, descubrió que esta experiencia la enriqueció más de lo que se había imaginado.
Fue ahí donde empezó la aventura del estudio, como ella le llama, sus amigas empezaron a recomendarla con otras personas y poco a poco fueron llegando más aprendices, tantos que en un tiempo el espacio fue insuficiente y entonces abrió un estudio propio; al principio sólo le daba clases a personas adultas, pero después de unos días llegaron también los niños. A la par entró a estudiar escultura con Carlos Sánchez.
La primera sensación que tuvo al entrar en esa nueva faceta de maestra, fue el miedo, porque sentía que no estaba lista, además de no querer defraudar a sus primeras alumnas que eran también sus amigas, sin embargo ese fue un momento que también la impulsó para seguir aprendiendo tanto por ella misma como por quienes estaban a su cargo.
“Es apasionante, estoy trabajando y siempre que termino acabo sin zapatos, es que te metes tanto en estar tomando medidas, viendo las sombras, es padrísimo, se te olvida el mundo entero”, agregó.
Entre la escultura y la pintura no hay un arte que Claudia María Reyes prefiera, con ambas se identifica y cada una de sus obras fue hecha con una intención particular, “la escultura me fascina porque puedes expresar mucho, desde dimensionar lo que quieras, hay muchas cosas que veo y digo esto me encanta para hacerlo en escultura y hay otra que veo y me gustan para pintarlas”.
Claudia María Reyes había expuesto en ocasiones anteriores, pero siempre había sido en exposiciones colectivas y fue esta su primera exposición individual, en la que incluyó pintura y escultura basada en la figura humana y también en el erotismo, la sensualidad y la ternura. Ella busca que sus expresiones “románticas” no caigan en lo grotesco y por eso la aproximación entre las parejas que forman parte de su muestra tiene algo de provocativo combinado con la dulzura.