Los Doberman Blues son felices componiendo y tocando, sus rolas son sinceras y nunca tuvieron de antemano algo preparado para gustarle a la banda, a eso le atribuyen mucho del éxito que ellos han tenido en sus presentaciones no sólo en Aguascalientes, sino en Zacatecas, Guadalajara y Guanajuato.
El inicio de la agrupación no fue planeado pero como casi todos ellos tenían ya experiencia en música hubo un momento en que sintieron la necesidad de un acompañamiento, cuando se conocieron León (voz, armónica y guitarra), Benja (guitarra), Hugo (bajo) y Jaime (batería), se dieron cuenta que los instrumentos que tocaban cada uno de ellos completaban una banda y fue así como empezaron primero a echarse unos palomazos.
“Benja y yo queríamos grabar unas sesiones y cuando conocimos a Hugo y Jame les dijimos que si nos apoyaban, nos reuníamos para tocar y cuando nos tomamos las cosas más a pecho fue cuando ganamos el concurso del IAJU”, recordó León, el vocalista.
“Su viaje por la música cada vez se ha ido tornando más loco, más comprometido, más absorbente, más todo; empezamos así de no tengo nada qué hacer, vamos a tocar y ahorita nada de eso, estamos que nos carga la chingada, pero chido”.
Después del concurso del Instituto Aguascalentense de la Juventud (IAJU), ganaron también en otra convocatoria, el Brixton- Pub; al principio el grupo adoptó un nombre improvisado que les pareció muy fresa y casi de inmediato pensaron en el que actualmente tienen que fue del gusto de todos los integrantes.
Fueron las ganas de salir adelante y plasmar lo que estaban tocando lo que los llevó a sacar su primer disco, “cualquier cosa, si la quieres llevar a un límite más arriba tienes que dedicarle mucho tiempo, si queremos hacer una banda mejor tenemos que dedicarle más tiempo. Fue el hambre de hacer las cosas más grandes y más chidas y también nos dieron ganas de ir fuera de Aguascalientes, en Zacatecas, Guadalajara”.
Entre risas, León y Jaime comentaron que en Zacatecas incluso son más famosos ya que las mismas bandas locales del vecino estado.
El proceso de la maquila del disco comenzó con la búsqueda de patrocinadores que fue de alguna forma lo más sencillo porque hay gente que ya los conoce, en Aguascalientes TV y en el Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA), los apoyaron mucho.
El material para el disco terminaron de grabarlo el año pasado y aunque en su momento les gustó la producción, la realidad es que un músico nunca está conforme y además debe ser la gente quien haga el juicio del material, si le gusta o no.
Lo que sí es una realidad es que de entonces a la fecha ha cambiado mucho el sonido de la banda, el concierto será distinto del disco y también será el público el que diga cómo prefiere a la banda, como antes o ahora.
Quizá los cambios técnicos son imperceptibles para el público, pero lo que sí es un hecho es que ellos han evolucionado como músicos, encontraron nuevas formas de tocar sus mismos instrumentos y esos pequeños detalles por separado pueden no notarse, pero al conjuntarlos en el nuevo sonido de la banda, seguro que quienes le han seguido la pista a los Doberman, darán cuenta de su crecimiento como compositores e intérpretes.
Después del disco, la idea es expandirse, llegar con su música a otros lugares, no sólo con este primer disco sino más bien con las presentaciones en vivo que son las que convencen a la gente del estilo y la intensidad de la música de la banda, “lo que estamos buscando es hacer actuaciones no sólo dentro del estado, sino fuera de él”.
Para dedicarse de lleno a su música como una forma de vida, ellos dieron un giro total a su vida, o al menos para Jaime su ritmo sí es totalmente distinto, él antes se dedicaba a la fotografía y ahora tiene mucho que no hace nada de eso por dedicarse al grupo; en cambio para León, la banda es sólo uno más de los cambios constantes que se experimentan cada día.
“Ahorita es más chido porque antes uno no sabía ni para qué vivía y ahorita tienes un propósito, luego hay muchos chavos que van a la universidad sin saber qué onda, la música es difícil pero es mejor”.
“De qué sirve que nos hagamos ricos en otra cosa, si vivimos una vida muy infeliz, en cambio aquí nosotros estamos contentos haciendo música, es algo que hace sentirnos a gusto”.
Parecen no encontrar las palabras para definir lo que sienten y es que tal vez no las hay, Jaime sólo sabe que la satisfacción que él experimenta al estar frente a la bataca es única y no la siente haciendo cualquier otra cosa.
Esa satisfacción y honestidad que los integrantes de Doberman tienen para consigo mismos se trasmite en cada una de sus presentaciones y ellos consideran que es una de las cosas por las que la gente se ha vuelto fan de su música, “nosotros lo hacemos con sinceridad para nosotros mismos y la gente lo puede sentir”.
Su música no es de protesta, ni busca decir algo, la música para ellos es un lenguaje abstracto que se trata más de sentir en el momento porque en realidad no hay forma de describirlo, ellos hablan del amor, la fiesta, los problemas que tiene la banda, pero aún así no hay nada parecido a estar en un concierto en vivo, dejándose remover por el ruido de las ondas sonoras.
Esta noche presentarán su primera producción discográfica, a las 9 de la noche, en el teatro Morelos, con un costo de recuperación de 30 pesos.
