El cabildo del municipio de Aguascalientes reconoció la trayectoria literaria y el aporte de una figura poética de Aguascalientes, como lo es Dolores Castro nombrándola ciudadana distinguida; sin embargo, a la sesión solemne faltaron 4 regidores y 2 síndicos, además de que 9 regidores aceptaron no conocer la obra de la homenajeada, exceptuándose sólo dos ediles de los presentes.
Los ausente a un evento con convocatoria para las autoridades del ámbito cultural fueron los regidores: Patricia Valadez Bustamante, José Refugio Muñoz de Luna, Jesús López Martínez y Abel Hernández Palos, al igual que los síndicos Félix Eloy Reyna Rendón y Joel Castañeda Guerrero, procurador y de hacienda, respectivamente.
Dolores Castro agradeció con ímpetu que no demostraba sus 86 años de vida, lamentablemente sólo la regidora presidente de la comisión de educación y cultura, María Esther Pérez Pardo y su homólogo Juan Carlos Zapata Montoya conocían sobre el tema, por ello, la edil aprovechó el momento y dictó una serie de palabras que valieron el reconocimiento de los presentes, destacándose los 50 años de poesía que en reiteradas ocasiones la edil pronunció en la entrada del mundo por los ojos y lo oídos, tal como lo escribiera Castro.
En un sondeo realizado por La Jornada Aguascalientes, algunos regidores, como José Luis Proa de Anda, Luis Salazar Mora, Catalina Azcona Reynoso y Alfredo Hornedo González, intentaron distraer su poco conocimiento con retórica acerca de la importancia del reconocimiento, al final aceptaron su falta de información pero subrayaron el acto de amplia relevancia.
Otros más osados como la regidora Bertha Mares Ríos, dijo conocer su obra pero no recordar el nombre de un solo título, argumentando que “no le sé mucho de historia porque no me llama mucho la atención”, aunque más adelante hizo saber que conocía su trayectoria como poetisa pero no ha leído algún fragmento.
Leticia Sígala García, Enrique López Hernández, Antonio Bernal Cisneros y Jorge Ethien Brand Romo fueron los más sensatos y reconocieron de forma inmediata que no conocían acerca del tema, destacándose la participación de Sígala García quien dijo que “sólo conozco que es una gran poeta y que es aguascalentense”.
A pesar de esta gran vacío, los ediles aplaudieron a una mujer que emocionada agradeció la distinción y dijo no merecerla, sólo en el caso de que sea por “tener 86 años sin dejar de amar a la poesía”, instruyendo a los presentes de que un poeta es una especie de sacerdote de la vida, alguien que ama lo se crea.
La “maestra Lolita”, tal como la mencionó el alcalde de Aguascalientes, Gabriel Arellano Espinosa, puntualizó sobre la importancia de la palabra hablada y escrita, concibiéndola como la característica que distingue al ser humano racional de los animales, además de ser indispensable para el desarrollo del hombre, creando universos y ordenándolos tal cual los misterios que los rodean.
Su intervención estuvo llena de atenciones, ningún regidor quitó la mirada a una palabras que demostraron su entrega a la poesía, llegando a considerar que aquel que comparte los escritos poéticos está compartiendo un bien que acaba siendo extraordinario, señaló.
Por su parte, Arellano Espinosa mandó un mensaje de optimismo, agregando que la poesía es también un oasis en estos tiempos turbulentos en donde se puede encontrar la grandeza que provocan las palabras en el espíritu humano. De esta forma hizo un llamado a la recuperación de la lectura y confió que lo más atrayente es la esencia de la extracción de infancia en los escritos de Castro.
Mediante una videoproyección, se pudo resaltar el valor de la cultura y el trabajo de la homenajeada, quien narró a través de esta producción varias líneas que con una voz singular hacía escuchar la conmoción que provocan las letras.