Investigadores advirtieron en el Senado que los profesores de educación básica corren el riesgo de ser usados como chivos expiatorios en caso de un retroceso en el aprovechamiento escolar, causado por los errores en los nuevos libros de texto para el ciclo que se inicia el 28 de agosto próximo.
Los maestros corren el riesgo de ser culpados por el retroceso en el aprendizaje de sus alumnos, causado por la falta de rigurosidad en los nuevos libros de texto, advirtieron investigadores que acudieron al Senado para solicitar una revisión del contenido y diseño de los materiales educativos para primaria y secundaria.
Ante legisladores del PRI, PAN y PRD, especialistas en materia educativa entregaron el lunes 31 de julio más de 40 mil firmas para que los nuevos libros sean revisados por expertos.
Los nuevos materiales, ideados por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para el ciclo escolar que se inicia el 28 de agosto próximo, llegarán a 13 millones 464 mil 469 estudiantes de primaria y a seis millones 305 mil 13 de secundaria de escuelas públicas y privadas.
Alma Maldonado, investigadora de políticas en educación superior, ciencia y tecnología, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav), advirtió ante los legisladores que la falta de rigurosidad en los materiales podría generar un retroceso sumado a los rezagos que dejó la falta de clases presenciales por la pandemia de covid-19, impacto que no se han podido medir.
“Retroceso sí, ¿qué tanto?, no lo sé; eso habría que esperar, ver qué nos arrojan algunos ejercicios que se hagan todavía, si es que queda alguno. Se supone que Pisa va a seguir, pero no sabemos 100 por ciento porque toda esa información no la da el gobierno.
“Las pruebas nacionales se eliminaron por completo, nada más quedó la de media superior de Planea, y no sabemos qué va a pasar con Pisa”, dijo la investigadora.
Integrante del Sistema Nacional de Investigadores nivel II, Maldonado consideró que, “de por sí, ya salíamos mal en algunos resultados, como en matemáticas en pruebas como Pisa, Enlace y Planea, que eran las pruebas que teníamos”. Agregó que en algunas materias el riesgo de malos resultados aumenta porque hay una diferencia “muy fuerte” entre lo que veía de matemáticas un niño de quinto año y lo que ahora verá.
Alma Maldonado fue quien lanzó la iniciativa en chance.org, bajo el título “El futuro de la niñez de México está en riesgo”, que ha sumado más de 70 mil firmas hasta este miércoles pasado, con el registro de entre 10 mil y 11 mil al día, aún después de que la petición fue entregada a los legisladores.
El objetivo es que “se pida mínimamente una comparecencia de la secretaria de Educación (Leticia Ramírez) para que nos diga qué piensa de esta situación de los libros, eso me parece que sí sería muy importante”.
También propone que sí se usen los libros anteriores como base y los nuevos sean sólo de apoyo. “Tampoco estamos diciendo ‘quemen o tiren los libros’, obviamente habrá cosas que sirvan, pero necesitaban pasar por una evaluación, por una revisión, por diseñadores”.
Más allá de los términos jurídicos, los amparos interpuestos por organizaciones de la sociedad civil, incluso los señalamientos político-ideológicos, lo que preocupa a la comunidad académica son “las ausencias y errores que hay en los libros, sobre todo, la parte de matemáticas, de ciencias…
“Poner en un mismo nivel los saberes tradicionales y los saberes indígenas junto con los saberes científicos pues puede ser confuso y la verdad es que puede ser un problema eventualmente respecto de la formación que están recibiendo los niños”.
La investigadora también señaló que “hay muchísimos errores conceptuales y ya se empiezan también a difundir los libros de secundaria y entonces qué va a pasar con esto ya traducido en el aula, porque vas a dejar que los maestros, algunos, tomen estos libros al pie de la letra y seguramente otros maestros con más experiencia van a decidir tomar otros materiales o alternativos para no replicar los errores que ya se están reproduciendo en los libros que estamos viendo”.
Errores descubiertos hasta ahora
Algunos de los errores que señaló es “en figuras geométricas se dice que es un segmento y no es un segmento. Se define la simetría mal. Que el tiempo se llega a definir como una magnitud física de medida y no lo es; en matemáticas, más errores”.
Una de las críticas que Maldonado hace es en la perspectiva del nuevo modelo que, afirma, plantea “que la enseñanza ahora sea por proyectos, que no necesariamente estaría mal si estuvieran bien hechos y bien estructurados y si eso no hubiera significado dejar de lado las matemáticas”.
Otro de los problemas que adelanta es que la responsabilidad de los resultados, de ser desfavorables, recaerán en los docentes. “Aquí todo se traslada a los profesores porque también, al final de cuentas, si no resulta esto va a ser culpa de los profesores, van a decir que no supieron implementar el modelo porque, en efecto, la verdad es que sí hay una desorganización muy grande; en este de quinto del aula que yo vi pues van de un tema a otro”.
Esta responsabilidad que recaerá en el magisterio es, dijo Maldonado, porque uno de los postulados de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) es la autonomía de los profesores, pero el problema podría estar en la falta de capacitación y la familiarización con los materiales.
“Cómo le van a hacer (los maestros) porque en dos semanas entramos y siguen teniendo escondidos los libros”, y cuestionó que si pasaron por un proceso ejemplar, “por qué (las autoridades) ocultaron la información de las asambleas cinco años, por qué ocultan el resultado de este proceso tan ejemplar y por qué no nos dan a conocer ya todos los libros para saber de qué estamos hablando, y para que los maestros también se vayan familiarizando con este nuevo modelo. Se necesita tiempo, recursos, capacitación, infraestructura, apoyo y ahora los van a dejar a su suerte”, advirtió.
Los amparos
Los investigadores también cuestionaron las declaraciones del presidente López Obrador sobre los ahorros por la impresión de los libros, porque debió estar pendiente de invertir. Se supone que “haces los mejores libros posibles, con los diseñadores profesionales, con los expertos en las didácticas, con los pedagogos y los educadores que saben cómo enseñar”.
También señalan una contradicción del gobierno federal en materia de los amparos surgidos contra el material de la SEP. De acuerdo con el argumento federal, por un amparo no hubo pruebas piloto para saber qué errores podían tener los libros de texto y resolverlos.
Se trató del amparo que interpuso la organización civil Educación con Rumbo, el 23 de septiembre de 2022, y concedido por el Juzgado Sexto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, con número 1457/2022, para la suspensión del Programa Piloto de la SEP en 960 escuelas públicas -que sería por un año, antes de su aplicación en todas las aulas del país- “por considerarlo inconstitucional”, por no tener condiciones de igualdad, es decir, por no aplicarse en todas las escuelas.
La decisión del juzgado fue interpretada por la organización como “inédita”.
Pero para Maldonado era necesaria esta prueba piloto por un año y cuestionó que el gobierno federal “ahí sí hicieron caso a ese amparo, ¿sabes por qué? Porque no estaban listos, porque no tenían los materiales para pilotear; en cambio ahorita este otro amparo, que tampoco es que yo diga ¡wow! la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), pero bueno, ese amparo no lo están respetando, ¿por qué uno sí y otro no?, es como cuando les conviene realmente”.
Y agregó: “Yo no terminé de entender bien cuál fue el motivo del amparo, para mí no debió de haber existido”, al gobierno “le cayó como anillo al dedo” el primer amparo.
El segundo recurso fue el de la UNPF contra la impresión de algunos de los libros de texto de primaria y denunciaron que no consultaron a todos los sectores de la población involucrados.
Hasta el 1 de agosto pasado la SEP afirmó que aún no era notificada oficialmente del requerimiento en el que se le otorgaron 24 horas para informar a un juez de amparo los nuevos mecanismos de elaboración de los libros de texto.
El mismo día de esta información el amparo llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que deberá definir si atrae el asunto y de ser así, se podría resolver hasta un año más.
En medio de las controversias de todo tipo, desde políticas, académicas, de aprendizaje y legales, el tiempo se agota para que se defina qué sucederá el 28 de agosto, cuando los alumnos regresen de las vacaciones e inicien el nuevo ciclo escolar.