Quiero rendirle homenaje y presentarle mis respetos a un luchador social como lo fue Porfirio Muñoz Ledo. Hombre polémico de gran memoria, cultura y extraordinaria capacidad en el análisis político.
Mi forma de recordarlo es en los tiempos en que fundamos el PRD. Me evoca grandes recuerdos que me tocaron vivir con él en la etapa de construcción del PRD como partido político.
Quisiera compartir una anécdota en una de las giras que realizó por Aguascalientes. El PRD era un partido nuevo que nadie conocía y que pretendía darse a conocer como sucesor del Frente Democrático Nacional, su presencia en la escena política y de lucha social, logró generar una ruptura verdadera en el sistema político existente.
Recuperar los principios de democracia social y de lucha por lograr la igualdad a través de un partido, era la siguiente etapa en la construcción del partido naciente. Se conformó con la fusión de varios partidos y corrientes de izquierda, de una fractura de importantes personajes del PRI encabezados por Cárdenas y el mismo Porfirio Muñoz Ledo, además de organizaciones sociales luchando por la democracia e igualdad social.
Estaba recién casado por tercera ocasión y tenía una bebé de pocos meses de nacida. Realizamos una gira pesada, teníamos que visitar varios municipios y comunidades, pero como siempre extendía sus intervenciones con esa capacidad discursiva extraordinaria, llevábamos un retraso en la gira.
Salimos de una de las reuniones y me dijo “por favor no quiero más retrasos, ni una entrevista más, no podemos detenernos con cualquier inconveniente, la gente nos está esperando” Me lo dijo con un tono muy determinante.
Le dije está bien Porfirio. De la nada sale Carolina Rincón y me comenta que tiene un encargo muy específico del medio en el cual laboraba donde estaba haciendo sus pininos igual que todos nosotros, creo era el canal 6 pero no lo recuerdo con claridad.
Me dijo por favor ayúdame, mis jefes me han encargado que le haga una entrevista a Muñoz Ledo y no he encontrado la manera de acercarme a él y necesito llegar a la redacción con la encomienda cumplida.
Le expliqué que recién me dijo que no iba a atender ni una entrevista más y que no quería colgarse más en la gira. Insistió explicándome lo importante que era para ella. Le dije, mira yo me voy a meter al baño, cuando yo no esté te acercas y le dices antes de pedirle la entrevista; “¡Licenciado, que bonito traje! ¡En verdad que le queda muy bien y se ve muy guapo!” Después le pides la entrevista. Si la acepta ya es una decisión de él.
Cuando llegue, te voy a decir que no tenemos tiempo para más entrevistas y así me evito que me reclame que no hice el filtro. ¿Estás de acuerdo? Si, muchas gracias… ¿Cómo te llamas? Le contesté y así fue como nos conocimos ella y yo.
Cuando regreso le digo que la siguiente parada de la gira es en Cañada Honda, me dice Porfirio que va a atender la última entrevista del día, que va a ser muy rápido. Ahí se quedó 40 minutos encantado con la joven reportera desplegando sus encantos personales y políticos ante las cámaras de televisión y el público que se acercaba a escuchar atenta siempre de las interesantes deliberaciones históricas y políticas de Porfirio.
Así era él, auténtico, controvertido y sumamente inteligente. Hasta siempre Porfirio.
@normaglzz