El problema no es la edad, sino el compromiso y la pasión que nos despierta la música. El maestro Mariano García tiene sólo 21 años de edad y se paró frente a una de las mejores orquestas de México para interpretar un repertorio de altos niveles de exigencia. Un programa empapado del delicioso aroma del clasicismo vienés y una obertura digna representante del romanticismo musical.
El programa diseñado para este séptimo y penúltimo concierto de temporada se cambió ante la situación que se presentó, de esas cosas que no puedes prever y se dan de repente, estaba anunciado en el programa el maestro José Miramontes Zapata como director huésped para este concierto, pero un problema de salud le impidió cumplir con este compromiso. El programa que habría de interpretar era el Concierto para piano y orquesta No.1, Op.11 en mi menor del polaco Frédéric Chopin, y después del intermedio, la Sinfonía No.8, Op. 93 en fa de Ludwig van Beethoven, pero el cambio tuvo que hacerse casi de último momento. Se convocó entonces al maestro Mariano García, recomendado, por cierto, por el maestro Iván López Reynoso quien ya en un par de temporadas fungió como director interino de nuestra Sinfónica, y el maestro Mariano García propuso algunos cambios en el programa, de tal forma que este séptimo concierto quedó integrado por la Obertura Ruy Blas, Op.95 del compositor alemán Felix Mendelssohn. Al terminar la célebre Sinfonía No.35 K.385 en re conocida como la Sinfonía Haffner de Wolfgang Amadeus Mozart. Después del intermedio, conforme a lo programado originalmente, disfrutamos de la octava de las nueve sinfonías compuestas por el genio de Bonn.
Excelente trabajo del maestro Mariano García, ideas claras y mucha pulcritud en sus indicaciones, se dio a entender perfectamente con la orquesta respecto a lo que quería y cómo lo quería , y claro, la OSA, solvente como lo es, respondió solventemente a sus indicaciones.
Aunque estamos acostumbrados quienes asistimos cada semana a los conciertos de la OSA a su nivel de excelencia, no deja de sorprendernos la puntual respuesta de nuestra orquesta a las indicaciones de su director, y la han dirigido de todo, entre ellos algunos de los mejores directores de México, además de nuestro titular, el maestro Román Revueltas, contamos a maestros como Enrique Bátiz, Luis Herrera de la Fuente, Francisco Savín, Alfredo Ibarra, Juan Carlos Lomónaco, Fernando Lozano, Carlos Miguel Prieto, Enrique Barrios, Iván López Reynoso, José Areán, además de algunos extranjeros que han dejado su huella en México como Gordon Campbell, Emmanuel Siffert, Lanfranco Marcelletti; pero también la han dirigido otros, la verdad de muy bajo nivel como José Luis Córdoba que en un concierto participó como huésped dirigiendo su propia obra, pero sí como compositor tendría quizás algunos argumentos, o por lo menos le concedemos el beneficio de la duda, como director es una verdadera nulidad. Ricardo Martín Jáuregui que está muy lejos del nivel que exige una orquesta profesional, no obstante es un gran pianista de jazz, y finalmente, lo peor que le ha sucedido a nuestra Sinfónica, los tres conciertos que le prestaron, digámoslo así, a García Santín que no supo qué hacer ante la magnitud de la Sinfónica de Aguascalientes. Pero a pesar de estos inconvenientes, la OSA ha salvado la cabeza a estos y otros directores de bajo perfil, es una orquesta muy noble que suele sacar del apuro a batutas incompetentes.
Pero cuando en el podio está un director que tiene ideas claras, que sabe con certeza a dónde quiere llegar y conoce el camino para llegar a ese punto, entonces las cosas cambian. El maestro Mariano García es uno de esos casos de directores con claridad en su pensamiento, y no sólo eso, sino que saben expresarlo a la orquesta y convencer a los músicos de qué quiere y cómo quiere llegar a ese punto. Cuando esto sucede entonces la Sinfónica de Aguascalientes saca todo su potencial y brilla intensamente, no es lo mismo sacar de apuros a un director de mediana o baja estatura que ser dirigida por alguien que tiene absoluto control y dominio de la partitura.
Como ya lo comenté, el maestro Mariano García es muy joven, apenas 21 años, y lo menciono porque para este trabajo de dirigir un orquesta, evidentemente hace falta experiencia, pero este joven está siendo guiado correctamente, y si bien no ha llegado a su plena madurez y sigue en la búsqueda por ganarse reconocimiento y respeto entre las jóvenes batutas en México, está caminando por el camino correcto y no tengo duda de que muy pronto llegará lejos y trascenderá como uno de los jóvenes directores en este país.
Este viernes 30 de junio es el cierre del segundo capítulo de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes con un programa que nos presenta las siguientes obras: iniciamos con Vocalise de Sergei Rachmaninov, tendremos después una de las obras que mayor interés me han despertado en esta temporada, el Concierto para flauta del polaco Krysztof Penderecki. Después tenemos la Alborada del Gracioso de Maurice Ravel para terminar con Midsommarvaka o la Rapsodia Sueca No.1 de Hugo Alfvén. El solista en el Concierto de Penderecki es el maestro Marco Núñez y la dirección del maestro Román Revueltas. Nos vemos a las 20:30 horas este viernes 30 de junio en el Teatro Aguascalientes.