- Afecta a los abarratores también la instalación de cadenas multinacionales
- Reclama el líder del gremio que la Comisión Federal cobra requerimientos injustificados
Los cobros de luz eléctrica han sido un factor que ha desencadenado el cierre de varios negocios de abarrotes en el estado, declaró el presidente del gremio, Antonio Hernández, señalando que son alrededor de mil 200 empleos que en el 2009 no soportaron este pago de servicios y tuvieron que cerrar sus puertas.
El cierre de negocios al mes de diciembre fue de entre un 18 y 20 por ciento y de aperturas un 6 por ciento, agregando que el año anterior inmediato fue un periodo particular por la cuestión de la crisis económica, además de que actualmente una tienda de estos productos no funcionan para mantener a una familia, sino que es inminentemente necesario que haya un ingreso extraordinario.
Dentro de la ciudad existen cerca de 12 mil dispendios de abarrotes, mientras que en todo el estado son cercanas a 18 mil.
“El costo de la energía eléctrica para nosotros es muy caro, de hecho un gran porcentaje han cerrado precisamente porque no alcanza a pagar el recibo de la luz que es bimestral”, manifestando que cada negocio cuenta con una cantidad diferente a pagar porque depende en gran medida del número de refrigerados instalados, aunque algunos llegan a pagar hasta 10 mil pesos.
Subrayó que los pequeños comerciantes de abarrotes difícilmente pueden sostener su económica con las cargas que les representa el pago de la luz, asegurando que hay ajustes donde “nos cobran lo que quieren y luego no nos dan ni elementos o posibilidades de defendernos”.
Indicó que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) manda en muchas ocasiones requerimientos adicionales a los cobros bimestrales, mismos que a veces llegan hasta los 3 mil pesos y que a su criterio no son justificados bajo una causa concreta, son casos como el daño a los medidores, situación que manifestó no ser una responsabilidad de los comerciantes, sino de la propia paraestatal.
Dijo que otro de los factores que está afectando a los abarroteros es precisamente la proliferación de tiendas de auto servicios transnacionales, que llegan a instalarse y que aunque generan empleo, terminan también con varios establecimientos pequeños que están alrededor.
Acusó también que la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) es una instancia que no ha cumplido con su labor y que incluso emite multas a los abarroteros, mismas que calificó de injustificadas, ejemplificando en las revisiones de las básculas, donde los comerciantes se hacen acreedores a las multas a pesar de que el calibre corresponda, pero no cuentan con el sello de revisión, por lo que el verificador se ve en la necesidad de emitir la sanción.