Continuamos hablando de nuestra Sinfónica, si recuerdas el tema se quedó inconcluso la semana pasada, quedamos de repasar con la brevedad que el espacio permite, la historia de esta nueva versión de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes en función de los directores que han estado al frente de ella. Como lo hemos estado comentando en este y otros espacios, la OSA es la primera orquesta en activo formada en México, tenemos testimonios de su existencia desde 1923, aunque con una vida intermitente hasta su consolidación en febrero de 1992, a diferencia de la de Xalapa cuya vida ha sido ininterrumpida desde 1929.
Así que te propongo que echemos un vistazo a partir de ese momento, febrero de 1992, a la relación de nuestra Sinfónica con los diferentes directores con los que ha trabajado. En todo este tiempo ha tenido particularidades muy puntuales, y en esta historia que se sigue escribiendo desde hace poco más de 30 años, 31 para ser preciso, hemos tenido de todo, desde presentaciones gloriosas con solistas que han hecho inmaculadas interpretaciones del repertorio que se les ha encomendado, y nuestra Sinfónica respondiendo con categoría y clase a las exigencias del programa y poniéndose al nivel de directores huéspedes o solistas cuyo nivel musical está más allá de toda apreciación crítica, hasta escándalos vergonzosos, que no obstante ser arteros ataques a la dignidad de nuestra Sinfónica, ésta ha demostrado ser lo suficientemente grande y solvente para superar esas adversidades muchas veces a consecuencia de los caprichos de quienes toman decisiones y salir airosa de cualquier situación complicada, y esto es otro de los factores que dan grandeza, superar con la cabeza en alto cualquier adversidad.
Hasta este momento la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes ha tenido los siguientes directores titulares, el primero de ellos fue el maestro Alfredo Ibarra, él dirigió aquel primer concierto celebrado en febrero de 1992 con un programa compuesto por la obertura La Novia Vendida de Carl Maria von Weber, el Concierto para piano No.2 de Rachmaninov con la maestra Guadalupe Parrondo como solista, y finalmente, la Sinfonía No.5 de Beethoven. Fue el maestro Ibarra quien le puso el nombre de Orquesta del Teatro Aguascalientes inspirado, según me dijo él en una entrevista, por aquellas orquestas que llevan el nombre de su sede, por ejemplo, la Orquesta del Teatro La Fenice en Venecia, la Orquesta de la Royal Concertgebow de Ámsterdam o la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig.
Después, en 1994 llega a la OSA el maestro Gordon Campbell y es él quien le da el nombre definitivo de Orquesta Sinfónica de Aguascalientes. Con el maestro Campbell la orquesta tiene un crecimiento muy importante y aumenta el número de integrantes y deja todo dispuesto para que llegue el maestro Enrique Barrios en un período que yo reconozco como la etapa dorada de nuestra Sinfónica en donde llegó a tener hasta 90 músicos en su plantilla y se hizo un trabajo excelso al abordar repertorio operístico, y el promedio de entrada a los conciertos era de arriba de 800 personas, esto quiere decir que sin restarle importancia al programa, las entradas a los conciertos dependen más de una buena estrategia de promoción y difusión.
Después del maestro Barrios tuvimos una temporada sin titular hasta que finalmente llegó el maestro Revueltas en un primer período de 12 años. Al terminar su ciclo se presentó el primero de los dos interinatos del maestro Iván López Reynoso que finalmente entregó la batuta a José Areán. Menudo lío tuvo el maestro Areán al coincidir su gestión con la terrible pandemia al verse obligado a cancelar la ópera El Barbero de Sevilla de Rossini. Después de tres años terminó el ciclo del maestro Areán con un segundo interinato del maestro López Reynoso quien le entregó la batuta al maestro Lanfranco Marcelleti que terminaba su gestión de ocho años con la Sinfónica de Xalapa. El maestro estuvo muy poco tiempo en Aguascalientes pero suficiente para dejar impreso su sello en el perfil de la OSA.
Entre la conclusión del breve período del maestro Marcelleti y la llegada del maestro Emmanuel Sifert, -una de las mejores cosas que le han pasado a nuestra Sinfónica,- tuvimos una de las más desafortunadas decisiones de un director general del ICA respecto a la OSA, Carlos Reyes tuvo la incomprensible ocurrencia, -no sé de qué otra forma llamarle-, de nombrar como director titular de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes a una persona llamada Jesús Andrés García Santín, no dudo de sus facultades como músico, específicamente como trombonista, tampoco dudo que dentro de algunos años pueda tener cierto estatus como director, pero en este momento no lo tiene. Fue un error muy grave y muy grande darle ese nombramiento. Carlos Reyes, a quien finalmente admiro por su sensibilidad para las artes y su natural vocación cultural, duró muy poco tiempo al frente del ICA pero suficiente para trascender como la persona que al tomar esta decisión, cometió la más grande pifia con la gloriosa Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, lo bueno de todo esto es que García Santín, de quien no tengo ninguna referencia a nivel nacional como director, sólo trabajó como titular tres conciertos, los más desolados en la historia de la OSA, en el primero que dirigió, había más personas en el escenario que en las butacas. En fin, como sea, esto es ahora una desafortunada y vergonzosa anécdota.
El maestro Siffert, en su breve período, hizo un trabajo excelso, y desde este año 2023 el maestro Román Revueltas ha regresado en un segundo período, como director titular de la OSA. Habrá que evaluar su trabajo cuando el momento lo indique. Y como siempre, el tema queda inconcluso, ya habrá oportunidad de darle continuidad a la historia de nuestro más grande orgullo cultural, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.