- La noción general es que los costos no paran de subir
La canasta sube, la canasta baja. Ciertos productos enlistados bajo la etiqueta de “canasta básica”, elementales en la despensa de cualquier familia y que engloban también productos de limpieza y servicios tienen precios fluctuantes. Según datos de la Profeco, a inicios de enero la canasta básica en Aguascalientes había descendido 0.66 por ciento. Sin embargo La Jornada Aguascalientes quiso saber la percepción de los consumidores y vendedores en torno a los precios.
El Centro Comercial Agropecuario un domingo de quincena se esperaría atestado de familias aprovechando para abastecer su despensa. Sin embargo, en muchos almacenes los tenderos esperaban a algún cliente o se ocupaban de ordenar la mercancía a medio día. Entre los consumidores, la percepción universal es que los precios están en general más altos. Estadísticamente, han aumentado los precios de huevos, leche, frijol y harinas, pero los consumidores están más preocupados por el costo de la carne. Algunas familias que afirman haber disminuido su consumo a una sola vez por semana. Lo que ocurre frecuentemente con los productos básicos no es que se dejen de comprar, pero se adquieren en menor cantidad. “Quien compraba dos kilos, ahora compra solamente uno”, afirman algunos comerciantes. Al preguntar por la suma total de las compras periódicas, muchas familias coinciden en contestar que gastan la misma cantidad, pero compran un poco menos de cada producto.
Entre las verduras de la dieta básica, los consumidores coinciden en señalar que el chile y el jitomate cuestan más barato que al terminar 2009, pero acusan la subida de la cebolla o el limón, igualmente indispensables. En tanto a las tortillas, a pesar de que la Profeco señaló un aumento de 57 centavos por kilo, a la venta siguen estando en 10 pesos por un kilogramo.
En tanto a los productos de limpieza, los consumidores aseguran no haber notado un cambio drástico, pero achacan este hecho a que son bienes que no se adquieren con tanta frecuencia como la comida. El único producto de esta área que aseguran está más caro es el jabón en barra.
Cada familia adquiere alimentos para un promedio de cuatro a seis personas y las compras mayoritarias se realizan cada ocho o quince días en la mayoría de los casos. Los que aseguran preferir el Agropecuario para hacer sus compras afirman que los precios son significativamente más baratos. De todas formas, en el centro comercial es fácil ver familias pendientes de cualquier mandarina o papa que ruede por la calle para llevársela. No se trata de alimentos caducos o en mal estado, sino de frutas y verduras que caen de su envoltorio y son recogidas por familias que no pueden costearse una despensa completa.
En sus inicios, la idea de la “canasta básica” constituía los productos necesarios para el desarrollo físico de una persona. Años después, otros investigadores añadieron a los alimentos y productos de limpieza aspectos de esparcimiento, cultura y educación, entre otros. Así, la canasta básica puede ser definida como un conjunto de bienes y servicios indispensables para que una familia satisfaga sus necesidades primordiales de consumo a partir de su ingreso.